Existen varias versiones sobre el descubrimiento de la piedra wolframio. Algunos atribuyen su primera observación a Peter Woulfe, químico y mineralogista irlandés. En 1779, fue el primero en descubrir la existencia de un compuesto químico aún desconocido en aquella época : el tungsteno. Otros defienden que, en realidad, fue Carl Wilhelm Scheele, un químico y farmacéutico sueco, quien descubrió el tungsteno en 1781. Por último, no es raro escuchar que son más bien los hermanos españoles Fausto y Juan José de Elhúyar quienes tienen la primacía en este descubrimiento. Se dice que los hermanos hicieron el descubrimiento del wolframio, o « wolframio » por su nombre alemán, en 1783 mientras observaban una wolframita. De hecho, la Academia de Ciencias de Toulouse habría sido informada de este sorprendente descubrimiento el 4 de marzo de 1784. Por ello, la costumbre es atribuir el descubrimiento del wolframio a los hermanos de Elhúyar. Lo llamaron así porque « tungsteno » significa piedra pesada, una de las características de la piedra wolframio. Este compuesto químico se encuentra en la wolframita, pero también en la scheelita, piedra que lleva el nombre del químico Carl Wilhelm Scheele, quien la describió por primera vez.
Los principales yacimientos se encuentran en América Latina (Perú, Bolivia), pero también en Norteamérica (Colorado, California), Portugal, Rusia, Corea del Sur y China. De hecho, en 2006, casi todo el suministro mundial de wolframio procedía de China (84%). También es posible producir el metal químicamente reduciendo el óxido de tungsteno con hidrógeno o carbono.
La piedra wolframio, también llamada wolframita, se compone principalmente de volframio (o wolframio, símbolo químico W), pero también de hierro y manganeso. El origen de su nombre no está claro, aunque se puede atribuir a los hermanos de Elhúyar, los primeros en utilizar el nombre « tungsteno ». Sin embargo, a veces se dice que el nombre proviene de las palabras alemanas « wol » (lobo) y « rham » (baba). Por lo tanto, se haría eco de la reacción química observada durante la fusión de los componentes del estaño que contienen tungsteno. En el siglo XVI, Agricola, un científico alemán, describió la piedra de estaño como « spuma lupi » o « baba de lobo ».
El mineral wolframita se compone de entre un 76 y un 80% de óxido de volframio, además de hierro y manganeso. Se distingue entre ferberitas con predominio de tungstato de hierro (Fe2+WO4) y hüneritas, compuestas principalmente por tungstato de manganeso (Mn2+WO4). Los principales yacimientos se encuentran en Norteamérica (Estados Unidos : Colorado, Missouri, Nebraska, California, Carolina del Norte) y en China. Sin embargo, los yacimientos presentes en Portugal y Bolivia ofrecen los ejemplares más bellos. En Bolivia, los wolframios presentan cristales decimétricos ; en Portugal contienen espléndidos cristales pudiendo hacer hasta 20cm.
La piedra wolframio, o piedra pesada, está vinculada al chakra raíz. Tiene un poder de arraigo en la Tierra y tiene una acción de armonización en el cuerpo. El wolframio tiene un efecto solidificante y refuerza el esqueleto ; por ello, se recomienda especialmente a las personas que se recuperan de una lesión ósea o que sufren dolores articulares. También puede ser adecuado para los atletas y cualquier profesional que tenga un trabajo físico. El wolframio les dará fuerza y poder.