Historia de la piedra Okénita

La mayor parte de su producción se encuentra en India. El país de los antiguos hindúes y del Ayurveda exporta los especímenes más hermosos de piedras de Okénita. Sin embargo, esta extracción se está agotando actualmente debido al abandono de muchas canteras. Estas están siendo reemplazadas por las grandes ciudades indias y la modernidad. Por lo tanto, existe un verdadero riesgo de que estas canteras desaparezcan en unos años.

Origen y composición de la piedra Okénita

La piedra de Okenita pertenece a la familia de los silicatos (categoría IX, como la wollastonita). Está compuesta principalmente por silicato de calcio hidratado. Esto le da su apariencia lechosa, ligera y delicada, que la hace parecer una bola de nieve. Es en esta forma que se puede encontrar, encerrada en cavidades de basalto. Por lo general, estas contienen varias de estas pequeñas bolas blancas que parecen tan frágiles que se pueden aplastar, como bolas de algodón. En su estado natural, la Okénita tiene un color que varía del blanco al azul pasando por el amarillo pálido. Dependiendo del basalto, se encuentra principalmente en antiguas zonas volcánicas: en Chile, en las Islas Feroe, en la isla de Disco en Groenlandia, en Canadá y, por supuesto, sobre todo en India (más precisamente en la región de Maharashtra). A pesar de su apariencia frágil, forma parte de la categoría de piedras semipreciosas. Su dureza se evalúa entre 4,5 y 5 en la Escala de Mohs (que va hasta 10) y su densidad varía alrededor de 2,30. Su peso, relativamente ligero, depende por supuesto de sus dimensiones, que son muy variables. Una sola piedra puede tener un diámetro máximo de 4 cm. Su peso es entonces de unos quince gramos. Sin embargo, a menudo se venden en “racimos”.

Beneficios y propiedades de la piedra Okénita en la litoterapia

En general, esta piedra semipreciosa simboliza el renacimiento en la litoterapia. Por lo tanto, ayuda a la renovación, al despertar, a superar los obstáculos que obstruyen el camino. Sus beneficios en los planos psicológico o físico deben entenderse desde este punto de vista.

Los beneficios y propiedades de la piedra Okénita en el plano psicológico

La piedra de Oken te pone en contacto directo con tu karma. Te ayuda a digerir tus acciones pasadas, a tomar conciencia de tus errores, de tus comportamientos tóxicos. Te lleva a perdonar a los demás y a ti mismo. Así, puede facilitar la curación de episodios traumáticos relacionados con traiciones o resentimientos que no puedes olvidar. Gracias a ella, te limpias y purificas de los antiguos pensamientos negativos obsesivos. Uno de tus ciclos kármicos termina, lo que te permite avanzar. La Okénita atrae energías favorables que te permiten alcanzar un nuevo logro personal. Este es su beneficio más conocido y utilizado. Pero también tiene otras virtudes relacionadas con la gracia, la armonía con uno mismo y, finalmente, la confianza. Así, facilita el retorno a la calma y la serenidad. Pero al estimular tu confianza en ti mismo, también te aporta creatividad e inspiración. Como piedra de renovación, te confiere energía y determinación. Es una fuerza tranquila que emana de ti. Por último, en la misma línea, la Okénita se considera una piedra que favorece el desarrollo de la rectitud y la sinceridad. Como piedra de la verdad, te lleva a adornarte con las virtudes de la honestidad y la rectitud. Así te verás a ti mismo bajo tu verdadera luz, lo que te ayudará a aceptar tu realidad. Una vez más, gracias a ella, entrarás en un ciclo virtuoso que te llevará a tomar las riendas de tu vida.

Los beneficios y propiedades de la piedra Okénita en el plano físico

La Okénita es una piedra de armonía y equilibrio. Te asegura serenidad y suavidad, y actúa sobre el equilibrio hormonal. Se recomienda a las madres jóvenes para favorecer la lactancia materna. ¿Tienes una Okénita? Consérvala preciamente. Rara y en peligro de extinción, tiene muchos beneficios que, en algún momento u otro, te ayudarán a encontrar tu camino.