Historia de la piedra jacinto

Pierre Richelet indica en su dictionnaire portatif de la langue Françoise de 1956 que « Hiacinte » significa « nombre de flor y piedra preciosa ». Su definición ha evolucionado a lo largo de los siglos. Así, en el siglo XVII, había 4 tipos diferentes de « Hiacinte » : rojo fuego, rojo anaranjado, amarillo azafrán e incoloro. En el siglo XVIII, Romé de l’Isle afinó su descripción y añadió que es un mineral cuyos cristales son prismas cuadriláteros. En el siglo XIX, el nombre se aplicó al circón, y luego se amplió para incluir la hessonita y ciertos cuarzos a partir del siglo XX. En aquella época, pocas personas siguen utilizando este término, excepto para referirse al color específico ligeramente anaranjado. Durante el Renacimiento, el jacinto era conocido por aportar sabiduría, prudencia o cualquier otra virtud del corazón que hiciera mejor a un hombre. También se consideraba una piedra que aportaba riqueza y honor.

Hoy en día, la piedra jacinto es descrita así por el Larousse : « Antiguo nombre del jacinto, piedra fina, zircón marrón anaranjado a rojo ». Este nombre inspiró a muchos poetas. En 1940, Henri Bosco escribió un libro titulado « Jacinto », y en 1946, « El jardín del jacinto ». Estos dos volúmenes dedicados a las aventuras de Constantino y Jacinto eran sin duda un reflejo del interés del novelista por este color tan especial.

Origen y composición de la piedra jacinto

Las propiedades físicas y químicas de la piedra jacinto son idénticas a las del circón. Su nombre proviene de su color naranja rojizo, a veces marrón dorado o amarillo dorado. Su brillo varía de adamantino a audaz, su luminiscencia es débil y su densidad varía entre 3,95 y 4,2. La piedra jacinto siempre se ha trabajado como una piedra fina y se llevaba como talismán para aliviar el dolor y proteger contra el veneno. Los grandes cristales tallados, que suelen ser de tamaño relativamente pequeño, se conservan en el Instituto Smithsoniano de Washington. Allí se estudian piedras de múltiples colores y orígenes (Sri Lanka, Birmania, Tailandia…). El jacinto se encuentra sobre todo en el sudeste asiático, en Tailandia, Camboya y a veces en Vietnam, pero las piedras brillantes que se encuentran en los yacimientos de Sri Lanka las hacen únicas. Las variedades rojas se encuentran en los Alpes franceses, los Urales y en Madagascar, y las amarillas en Australia, en Alice Springs.

Virtudes y propiedades de la piedra jacinto en litoterapia

Las virtudes y propiedades de la piedra jacinto en el plano mental

Esta piedra es conocida y utilizada como una poderosa fuente de energía. Esto hace que sea una piedra no recomendada para personas con ira, estrés o presión arterial alta. Transmite entusiasmo y fuerza para luchar contra las dificultades diarias. Aunque las fuerzas que aporta son profundas y formidables, permanecen contenidas en el ser, lo que le lleva a superarse a sí mismo. Esta piedra aporta valor, alegría y entusiasmo para dar la fuerza necesaria para seguir adelante y aceptar las pruebas de la vida. Humildemente, trae buena fortuna a los benévolos.

Las virtudes y propiedades de la piedra jacinto en el plano físico

El jacinto ha sido considerado durante muchos siglos como una piedra con propiedades curativas y místicas. Se utilizaba para rellenar las fugas de energía o para aliviar cualquier tipo de bloqueo. Sus poderosas energías ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y animan al cuerpo a luchar contra un virus o parásito. El elixir de Jacinto, al calmar y armonizar el subconsciente con el mundo, permite aliviar los problemas intestinales. Su mayor cualidad reside en su capacidad para calmar los síntomas de pesadez. Acentúa los efectos positivos del tratamiento médico prescrito al reducir la proliferación de células disfuncionales. Alivia los siguientes efectos secundarios : fatiga, náuseas, dolor abdominal… y ayuda a la persona en este contexto.

La piedra jacinto es la aliada de los deportistas porque permite una buena regulación de la frecuencia cardíaca durante una sesión de deporte o cualquier esfuerzo físico. Al fortalecer el músculo cardíaco, reduce significativamente el riesgo de problemas de salud relacionados con el corazón. Esta piedra puede actuar sobre diferentes zonas del cuerpo según sus necesidades : el chakra del corazón (pulmones), el plexo solar (estómago, hígado, riñones…), el sexo (próstata, testículos) o la garganta (lengua, tiroides…).