Historia de la piedra crisoprasa limón

La crisoprasa era venerada en las antiguas civilizaciones por su belleza y propiedades espirituales desde tiempos inmemoriales. Los egipcios utilizaban esta piedra preciosa en sus joyas, amuletos y objetos rituales. Mientras que las civilizaciones griegas y romanas la asociaban con la diosa del amor. Por lo tanto, a veces también se le llama “piedra de Venus”. Sin embargo, los escritos históricos no hacen claramente la distinción entre la crisoprasa y la variante limón, lo que dificulta su identificación precisa.

Origen y composición de la piedra crisoprasa limón

La etimología de la crisoprasa limón es muy similar a la de la crisoprasa. En griego, su nombre proviene de los términos “chrysos” y “praso”, que significan respectivamente “oro” y “puerro”. La crisoprasa se llama así debido a sus magníficas tonalidades que van desde un amarillo muy claro hasta un verde intenso. La piedra crisoprasa limón es una variedad de calcedonia, una forma fibrosa de cuarzo. En los mismos tonos que la crisoprasa, la categoría “limón” se distingue por su translucidez y su color que va desde un amarillo claro hasta un verde anís muy claro. Lo que define su tonalidad es la cantidad de óxido de níquel y silicatos hidratados que contiene. La principal diferencia entre el espécimen limón y la crisoprasa radica en su coloración más clara. La apariencia de la crisoprasa limón puede variar en cuanto a transparencia, desde translúcida hasta opaca. Esta gema está disponible en una variedad de tamaños: su tamaño varía desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros, dependiendo de la forma. El peso de la crisoprasa limón oscila considerablemente según el tamaño de la piedra. También conocido como “quilate”, el peso de la piedra generalmente varía entre 0,2 y 20 gramos. No es posible dar un peso preciso para la variante limón sin conocer las dimensiones específicas de la piedra. Sin embargo, cabe destacar que en Australia se descubrió la crisoprasa más grande del mundo, que pesa 16.400 kg, lo que demuestra el valor y la singularidad de esta piedra preciosa.

Virtudes y propiedades de la piedra crisoprasa limón en litoterapia

En litoterapia, la crisoprasa limón calma las emociones al reducir el estrés, la ansiedad y la ira. Gracias a esta propiedad, favorece un estado mental más tranquilo y sereno. Siempre en el ámbito de las emociones, esta piedra se considera a menudo como un poderoso estimulante de la alegría y la positividad. Cultiva así el optimismo y atrae las energías positivas.

Virtudes y propiedades de la piedra crisoprasa limón en el plano psicológico

Por otro lado, la crisoprasa limón demuestra tener la capacidad de fortalecer la confianza y la autoestima. Para ello, libera bloqueos emocionales y contribuye a la aceptación de uno mismo, así como a fomentar el desarrollo personal. Desde el punto de vista de la curación psicoafectiva, esta gema deshace los traumas del pasado. Como resultado, anima a su poseedor a superar sus heridas internas y a abrir su corazón a nuevas experiencias positivas. Por último, la piedra es conocida por su potencial de equilibrio al armonizar las emociones y apoyar la estabilidad mental. En términos de energía, la crisoprasa limón es beneficiosa para el chakra del corazón, estimulando la apertura y la tranquilidad emocional. Sus propiedades también contribuyen al equilibrio del plexo solar. Recordemos que el plexo solar es el centro de energía asociado a la confianza en uno mismo y la voluntad.

Virtudes y propiedades de la piedra crisoprasa limón en el plano físico

En el plano físico, la gema crisoprasa limón tiene dos propiedades principales. En caso de necesidad de calma, genera una sensación de calma interior y proporciona un sueño reparador y regenerador. Los días están llenos de vitalidad. Esta categoría de crisoprasa también es conocida por sus efectos revitalizantes, estimulando el deseo de practicar actividad física o retomar una actividad deportiva. Por último, la crisoprasa equilibra el sistema hormonal, reduce el exceso de peso, las congestiones, los problemas de reumatismo y los dolores musculares. También favorece la eliminación de grasas y toxinas, así como la acidez tisular gracias a sus propiedades drenantes.