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Selenio

Características del selenio

  • Símbolo: Se
  • Masa atómica: 78,971 ± 0,008 u
  • Número CAS: 7782-49-2
  • Configuración electrónica: [Ar]4d104s4
  • Número atómico: 34
  • Grupo: 16
  • Bloque: Bloque p
  • Familia de elementos: No metal
  • Electronegatividad: 1,96
  • Punto de fusión: 221 °C (gris)

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El selenio, elemento atómico n° 34 de símbolo Se: su historia, sus isótopos, sus propiedades, sus efectos en la salud y su toxicidad.

El selenio es un oligoelemento raro. Aparece en los sulfuros naturales en pequeñas trazas. Proviene de la purificación de un metal. En efecto, el selenio deriva del proceso de refinado electrolítico del cobre. Se encuentra en cantidades notables en algunas especies mineralógicas. El elemento es un derivado de los seleniuros de cobre, plata o plomo, talio o incluso mercurio. Sus propiedades alotrópicas le permiten presentarse bajo diversas formas: en cristal o en amorfo. 

Generalidades sobre el selenio

Definido bajo el símbolo Se, el selenio tiene el número atómico 34 en la tabla periódica de Mendeleiev. Integra el grupo 16, 4º periodo, de la familia de los no metales. Está clasificado entre el azufre y el telurio, con una estructura electrónica en estado puro 1s2; 2s2, 2p6; 3s2, 3p6, 3d10; 4s2, 4p4. Con una masa atómica de 78,97 u y una dureza de 2, su configuración electrónica es [Ar] 4s2 3d10 4p4. Su radio atómico es de 115 y sus electrones por nivel de energía están comprendidos entre 2 | 8 | 18 | 6. Pertenece a la familia de los calcógenos. 

Su sistema cristalino estándar es de forma hexagonal. Se trata de su alótropo más común: el selenio gris. También se manifiesta como selenio rojo α, β y γ, que caracteriza sus variedades monoclínicas. En estado sólido y en su estructura no cristalina, se vuelve amorfo o incluso vítreo. El selenio es considerado como un subproducto emanado de ciertas especies mineralógicas. Este oligoelemento se dispersa en dosis muy bajas. Sus características presentan varias analogías con las del azufre y del telurio. Además de sus funciones nutritivas, este bioelemento sirve como sustituto del azufre. Es muy tóxico incluso en pequeñas cantidades. Su absorción conduce a graves intoxicaciones por metales pesados. 

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Historia del selenio

Etimológicamente, el nombre Selenio deriva de la palabra griega “Seléné”: la diosa griega de la luna; o también “Selênê”: el satélite de la tierra. Como este oligoelemento presenta muchas propiedades cercanas al telurio, el químico que lo descubrió llevó más lejos la analogía entre los dos elementos. Decidió atribuir el nombre de Selenio a este cuerpo simple, del mismo modo que el nombre telurio fue inspirado en el término griego “tierra”.

El selenio hace referencia a la luna y el telurio designa la tierra. Estos dos astros forman un todo y son indisociables. Lo mismo ocurre con el selenio y el telurio. Estos dos elementos se asemejan entre sí en la naturaleza. Se alían y se combinan con otros cuerpos para dar minerales. Asimismo, sus propiedades químicas son análogas.  

El descubrimiento del selenio

Jons Jakob Berzelius fue un químico sueco del siglo XIX. Descubrió el elemento 34 en 1817, con su asistente Johan Gottlieb Gahn. Identificaron un residuo de la reacción de tostación de la pirita, que era utilizada en el antiguo proceso de fabricación del ácido sulfúrico. En efecto, la tostación de las piritas condiciona un medio reaccional en el que emergen trazas de selenio y de telurio.

El elemento se distingue por su color rojizo y marrón, lo que llamó la atención del químico. Analizó una muestra y obtuvo en un primer momento el telurio. Este elemento propone un ligero efluvio de rábano. Profundizó en sus investigaciones y se topó con un cuerpo mucho más raro y precioso: el selenio. Este nuevo elemento manifiesta propiedades químicas muy similares a las del telurio, pero difiere en algunos puntos. Decidió entonces denominarlo “Selenio”.

La presencia del selenio en estado natural

El clarke de un cuerpo químico designa la presencia media de este elemento en la superficie de la tierra. El clarke del selenio es igual a 0,1 ppm. En este sentido, este elemento está mucho más presente que el telurio. Sin embargo, es 4.000 veces menos abundante que el azufre.

En estado nativo, el elemento 34 se traduce en un metaloide raro. Ocupa el lugar del azufre en ciertas composiciones minerales, por ejemplo:

  • de la mayoría de los minerales sulfuros como las piritas seleníferas;
  • de los seleniuros de hierro, de plomo, de cobre y de zinc: la clausthalita PbSe y la umangita Cu3Se2;  
  • de la “crooksita”, conocida bajo la fórmula CuThSe, minerales raros en estado nativo.
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¿Cómo producir selenio?

El selenio proviene del refinado del plomo, del cobre, del níquel o del cobalto. Del lodo anódico deriva del sistema de destilación por electrólisis de estos minerales primarios. Si el proceso se basa en el refinado electrolítico del cobre, la sustancia obtenida contiene 10% de selenio. Para transformarla en estado sólido, hay que proceder mediante tostación de los minerales sulfurados. El dióxido de selenio SeO2 se forma entonces. La fórmula siguiente resume el proceso:

SeO2sólido + 2 SO2gas → Serojo amorfo, en copos + 2 SO3gas

La producción mundial de selenio gira alrededor de algunos miles de toneladas. A nivel internacional, la explotación del selenio en estado amorfo Se8 se desarrolla por todas partes. Estados Unidos, Canadá, Suecia y Japón son los principales líderes en el campo. 

El isótopo del selenio

Este no metal de símbolo Se posee 29 isótopos conocidos. Sus números de masa están comprendidos entre 65 y 94. Nueve isómeros nucleares se relacionan con este elemento. De estos compuestos con fórmulas brutas se presentan 5 isómeros estables cuyo selenio:

  • 74 abundante al 0,89 p. 100;
  • 76 abundante al 9,37 p. 100;
  • 77 abundante al 7,63 p. 100;
  • 78 abundante al 23,77 p. 100;
  • 80 abundante al 49,61 p. 100.

Estos elementos se presentan en estado nativo, al igual que el radioisótopo 82 abundante al 8,73 p. 100. Este último tiende a un período radiactivo extremadamente largo, o sea una semivida de 108 mil millones de mil millones de años. El selenio posee una masa atómica de 78,971 u y un radio atómico de 115. Su configuración electrónica se traduce en [Ar] 4s2 3d10 4p4.

Las propiedades físicas de este cuerpo simple

El elemento 34 presenta varias estructuras complejas bajo sus formas alotrópicas. Siendo polimorfo, puede presentarse bajo sus formatos desordenados no cristalizados o permanecer en su estado cristalizado:

  • El selenio posee cuatro formas amorfas: la primera es de color rojo, dotada de una consistencia más bien polvorienta. La segunda se traduce en un Se8 negro muy compacto. Finalmente, los Se negros que presentan ya sea una estructura triturada y molida, o una estructura vítrea y consistente.
  • El selenio se presenta bajo tres sistemas cristalizados de los cuales dos Se8 metaestables y otro con aspecto trigonal.

El selenio vítreo proviene del tratamiento a baja temperatura del selenio líquido. Si el almacenamiento de esta sustancia se opera a 70 °C, toma su forma más común y más comercializada: el selenio gris que posee una densidad de 4,28. 

El selenio amorfo emana de una solución acuosa que ha sufrido una precipitación. Los químicos utilizan dos enfoques diferentes para producir este elemento. El primero se focaliza en la puesta en reacción de la solución de ácido selenioso en contacto con hidrógeno o zinc o anhídrido sulfuroso. El segundo prioriza la técnica de condensación del vapor tras una activación térmica. El resultado conduce a la formación de selenio gris: un cuerpo simple dotado de una densidad de 4,26 y dotado de una alta capacidad fotoconductora.

El selenio clasificado en la categoría monoclínica α y β deriva de la destilación del elemento a partir del sulfuro de carbono. La evaporación a gran velocidad lleva a la producción de la forma β, mientras que una transformación a velocidad lenta permite crear la forma α. Estos dos metaestables poseen una densidad más o menos igual a 4,46.  

El elemento que presenta un formato trigonal proviene de macromoléculas Sen puestas en enlace covalente para dar lugar a una combinación en espiral. El elemento obtenido se despliega en un gris profundo con brillo metálico y en un cuerpo espeso y más estable.

Categorización del elemento 34 por orden de color

Este polimorfo se presenta bajo diferentes colores: negro, gris o rojo.

  • El selenio rojo puede disolverse en el sulfuro de carbono. Puede ser amorfo y presentarse en un estado flocular. También puede tomar una forma cristalizada como Seα y Seβ. Constituye un excelente aislante.
  • El Se gris, semi-metal, muestra algunas analogías con el Te gris. Su reflejo metálico testimonia su característica altamente termosensible. Su conductividad eléctrica se desarrolla en contacto con el calor. Este elemento es también fotosensible. Pierde su resistencia en contacto con los fotones de la luz. Sus propiedades fotovoltaicas le permiten convertir la luz en electricidad.
  • El selenio gris posee una densidad más o menos igual a 4,8 cuando la sustancia se mantiene a 20 °C. Su punto de fusión comienza a 220 °C donde se transforma en un líquido de consistencia pastosa y de color negro intenso. Entra en ebullición cuando su temperatura se acerca a los 685 °C. En estas condiciones extremas, emite un vapor de selenio monoatómico de color amarillo. Su depósito de sublimación se tiñe de rojo, es este detalle lo que lo singulariza del azufre.
  • El Sen tiende a carbonizar el mineral. Si se presenta en un estado vítreo, desarrolla su ductilidad cuando está expuesto a una temperatura superior a 60 °C. El elemento se transmuta en plástico cuando este calor sube a 100 °C.

Las propiedades químicas de este cuerpo simple

La combinación del selenio con cuerpos simples como los halógenos, el oxígeno, el hidrógeno y otros tipos de metales conduce a la formación de subespecies minerales con las mismas características que el azufre. Estos compuestos dan lugar a la concepción de un cuerpo químico conocido bajo el nombre de seleniuro.

El selenio en estado puro reacciona en contacto con el yoduro de hidrógeno. Desagrega la sustancia para transformarla en gas hidrógeno seleniado, también llamado seleniuro de hidrógeno. También es posible obtener yodo a partir de este mismo procedimiento, bajo la fórmula siguiente:

  Se cuerpo simple + 2 HIgas humeante o licuado bajo presión → SeH2 gas + I2 sólido a veces sublimado en gas

La combinación del selenio con un ácido oxidante, como por ejemplo el ácido nítrico concentrado, genera dióxido de selenio. La mayoría lo reconoce también bajo el nombre de anhídrido selenioso. Esta macromolécula posee una estructura en cable. Se descompone fácilmente tras una despolimerización. También se disuelve en agua.

Las fórmulas químicas siguientes explican en detalle estas reacciones:

 3 Se cuerpo simple + 4 HNO3 ácido oxidante (líquido humeante en caliente) → 3 H2SeO3ácido selenioso + 4 NO gas + 8 H2O

La obtención del ácido sulfúrico parte de esta misma ecuación. Basta con reemplazar el selenio por cuerpo simple azufre.

Además, la fabricación del anhídrido selénico SeO3 o del ácido selénico H2SeO4 pasa por varias etapas. El recurso al nitrato de potasio permite calcinar en seco el Se. El resultado conduce a la formación de seleniato de potasio. Esta sustancia es luego tratada por sales de plomo y por ácido sulfhídrico para generar el resultado esperado. La solución acuosa obtenida contiene ion selenito SeO32-. Entra en ebullición a 290 °C. Por debajo de esta temperatura, el anhídrido selénico es viscoso. Ávido de agua, este líquido es muy ácido. Su punto de descomposición comienza a 350 °C. A partir de ahí, se forman dos cuerpos: gas oxígeno y dióxido de selenio. Debido a sus iones seleniatos SeO42−, el ácido selénico posee una alta tasa de óxido. Es lo que lo dissocia del ácido sulfúrico. Estos iones seleniatos se traducen en anión poliatómico. 

Para obtener selenio amorfo, hay que tratar el dióxido de selenio con zinc o hierro en polvo, también llamado limadura. La misma reacción se produce si el ácido sulfuroso o el hidrógeno sulfurado reemplaza a los metales zinc. Las dos fórmulas permiten producir flor de selenio muy suave.  

La diferencia entre el SeO2 y el SeO3 o el H2SeO4

Estos iones del selenio se distinguen unos de otros por rasgos específicos de cada uno.

El SeO2 representa el dióxido de selenio o el anhídrido selenioso. Esta macromolécula con enlaces covalentes se presenta en su estado sólido. No posee ninguna analogía con el gas anhídrido sulfuroso almacenado en un entorno estable.

En cuanto al SeO3, conocido como anhídrido selénico, está formado a partir de iones selenitos, bases emanadas del ácido selenioso. Puede ser tóxico.

El ácido selénico está representado por la fórmula H2SeO4. Posee iones seleniatos de fórmula SeO42-. En general, se presenta en cristal incoloro. La materia es bastante sensible a las variaciones de humedad en el aire. Así, expuesta a una temperatura inferior a 60 °C, tiende a licuarse. Verdaderamente óxido, es apta para disolver el oro en estado nativo o incluso el platino básico.

El H2Se o el seleniuro de hidrógeno es una sustancia tóxica que emite una emanación volátil, incolora y bastante desagradable al olfato.

¿Cómo detectar el selenio?

En los laboratorios, inician una reacción química para detectar si el cuerpo o el mineral tratado contiene selenio. Para ello, utilizan ácido sulfúrico concentrado a temperatura elevada. Luego, obtienen ácido selenioso H2SeO3 en estado soluble. Continúan la operación con gas SO2 que permite reducir los óxidos para hacer resaltar el Se rojo.

Para el diagnóstico del elemento presente en una fuente acuática, privilegian el método por espectrometría de emisión en plasma de argón. La identificación final del selenio se practica por espectrometría de masas. 

Detección del selenio en los sedimentos

La detección del depósito del elemento 34 en la corteza terrestre se efectúa por espectrofotómetro. Cada muestra recogida sufre algunos tratamientos previos. En efecto, hay que comenzar por la transmutación del selenio en su estado hidruro. El proceso se basa en la mineralización ácida del cuerpo gracias al borohidruro de sodio en medio ácido. La etapa siguiente conduce a la concepción de selenio elemental: fase durante la cual la sustancia es calentada. Finalmente, viene la realización de la espectrofotometría por absorción atómica.

Detección del selenio en los tejidos musculares

Un conjunto de reacciones se suceden antes del calibrado por espectrofotometría por absorción atómica. Expuestas en medio óxido, las materias biológicas son sometidas al nitrato de magnesio. Este ácido finaliza la oxidación del tejido y permite estabilizar el elemento 34. Luego, el ácido clorhídrico HCl(aq) asegura el paso del Se(6) en Se(4). A partir de esta fase, borohidruro de sodio o NaBH4, expuesto en medio ácido convierte la sustancia en hidruro H2Se.

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Las fuentes naturales de selenio

En el plano geoquímico, el elemento 34 está asociado a las rocas sedimentarias. Se relaciona a menudo con las materias orgánicas ricas en óxidos de hierro o con “shale” marinos. El petróleo crudo también contiene algunas trazas en estado natural. Lo mismo ocurre con el carbón y los yacimientos de cobre.

Las emisiones naturales de selenio existen y persisten en ciertas regiones. Sobrevienen tras una actividad volcánica, un incendio forestal o la evaporación de masas de agua. Algunas plantas también liberan una gran cantidad de este producto.

La distribución mundial del selenio es irregular. Esta desigualdad depende de los parámetros geológicos. Por ejemplo, en Canadá, la geología local muestra un alto contenido en selenio. Las plantas, el suelo y las aguas subterráneas de las regiones canadienses rebosan de esta sustancia.

Las fuentes antropogénicas del selenio

La presencia del selenio en la naturaleza puede emanar de las actividades voluntarias del hombre. En este sentido, las fuentes antropogénicas del selenio siguen siendo variadas. Se distinguen las producciones y los sitios de explotación de la sustancia, la importación de este producto o su utilización en artículos manufacturados.

Por otro lado, hay que mencionar las fuentes fortuitas que conducen a las emisiones del elemento 34 en el medio ambiente. El no dominio y el no respeto de las normas suscitan probables fugas y emisiones de selenio en la atmósfera. Estos problemas provienen a menudo de las explotaciones a cielo abierto y de las minas subterráneas de extracción de minerales metálicos. Partículas de selenio se propagan en el aire o contaminan el agua del lago, etc. He aquí por qué importa reglamentar la utilización del selenio en la fabricación de productos farmacéuticos y parafarmacéuticos, en los cosméticos, en la agroalimentación y sobre todo en el ámbito de la puericultura. En efecto, el selenio integra la fabricación de los revestimientos de juguetes. El elemento es también explotado en la elaboración de medicamentos. Está incluido en la alimentación humana y animal y también en los productos antiparasitarios.  

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Las diferentes composiciones a base de selenio

Los compuestos derivados del selenio son numerosos, a saber:

  • el dióxido de selenio;
  • el seleniuro de zinc ZnSe: un cuerpo de color amarillo anaranjado, apreciado por su semiconductividad y utilizado en los diodos;
  • el sulfuro de selenio o SeS2: un componente activo antiseborreico incorporado en los champús;
  • el seleniuro de plomo o PbSe o el mineral de clausthalita.      

Los múltiples modos de utilización del selenio

Esta sustancia es extremadamente solicitada en el universo industrial. Se utiliza como base para la fabricación de sensores y conectores electrónicos. Explotado bajo su forma trigonal, el elemento 34 integra las células fotovoltaicas y los rectificadores de corriente. Para optimizar su funcionamiento, una envoltura externa concebida a partir de cadmio reviste el selenio y sirve de contra-electrodo.

En química, el selenio integra la fabricación de caucho, de champús anticaspa, de dietas y de catalizadores. Constituye un excelente aditivo. En efecto, el sulfoseleniuro de cadmio de tonos rojos es utilizado en la concepción de cerámica. La materia conviene por su facultad resiliente a la temperatura elevada. Sirve igualmente de pigmentación en los plásticos y en las señales de tráfico de color rojo. La industria de la cristalería explota también el colorante y decolorante a base de selenio. La sustancia sirve de adyuvante que permite disminuir la insolación en los acristalamientos de las arquitecturas modernas. Llamado jabón de las cristalerías, elimina el tinte verde que aparece en los vidrios en el momento de la concepción. 

El selenio también es utilizado en el campo de la metalurgia para bruñir las armas o los cañones. La adición de Bi-Se a la aleación de cobre, de plomo o de acero acrecienta la maleabilidad de la solución obtenida. El selenio integra la industria del explosivo como componente directo de las cebas.

Utilización en cuerpo simple o semiconductor casi puro

El selenio ocupa un lugar importante en la xerografía. Ya sea en su estado amorfo o bajo su forma metaloide, sigue siendo un excelente semiconductor. El elemento 34 de alta pureza sirve de fotorreceptor en los tambores de las impresoras láser y de las fotocopiadoras. Envuelve el cilindro por sublimación en vacío. La materia se presenta entonces bajo forma de película semitransparente, de espesores de 50 μm.

El selenio encuentra también su lugar en la concepción de las células fotoeléctricas y las células fotovoltaicas. El elemento es práctico para alinear la corriente alterna en corriente continua. Corrige las propiedades del acero inoxidable y del cobre. Las células productoras de energía llamadas “en capa fina” se presentan en una hoja muy fina, concebida a base de diseleniuro de cobre e indio. Los ingenieros priorizan la utilización de estas materias en razón de su espesor de 2 μm, ideal para aportar la dosis de conductividad necesaria al aparato.     

En efecto, este conductor de tipo “P” o selenio cristalizado ha sido transformado en una capa de unión. Envuelve una placa de aluminio para servir de dispositivo de rectificación “sólido”. Establecido en un circuito montado en serie, mostraba un tiempo de respuesta media y suscitaba una tensión inversa de 30 V. En los años 70, el rectificador de silicio hizo sus pruebas y se mostró más eficaz que el de selenio. Desde entonces, esta tecnología ha tomado su lugar, salvo para los dispositivos limitadores de tensión, clasificados al mismo título que los MoV (Metal-Oxide Varistor).                  

Además, el selenio se vuelve indispensable en la metalurgia electrolítica del manganeso. El crecimiento constante de esta demanda conduce al alza del precio del selenio. En 2003, el metaloide pesaba 4 a 6 dólares la libra. En 2004, su precio se duplicó. Los chinos utilizan el manganeso (provisto del elemento 34) en sustitución del níquel, en la fabricación de acero inoxidable.

Las aplicaciones del selenio en radiografía aumentan también el interés de los investigadores respecto a este elemento químico. La sustancia resulta eficaz en la detección de rayos X. Posee esta propiedad de conversión directa de la radiación en flujo de electrones. Es por eso que es utilizado en los sensores de imagen para rayos X.   

El selenio: un semiconductor industrial

La fotosensibilidad del selenio ha suscitado el interés de los investigadores. Esto ha generado innumerables investigaciones orientadas hacia la explotación principal de esta propiedad fotosensible. Willoughby Smith y su asistente J. May descubrieron en 1873 la sensibilidad del elemento 34 a la luz. Al trabajar en una sociedad de telegrafía, lograron su diagnóstico.

En 1880, Alexander Graham Bell parte del descubrimiento de Willoughby Smith para elaborar su fotófono. Utiliza la señal luminosa desde la célula de Smith para concebir un nuevo tipo de comunicación sin hilos. En efecto, el hombre pone en marcha un sistema de teléfono sin hilos.

Durante los años siguientes, numerosas investigaciones han sido realizadas para explotar al máximo la fotosensibilidad de este cuerpo puro. Sin embargo, no han tenido éxito. Han permitido establecer generadores fotovoltaicos medianamente eficientes. Durante los años 50 y 60, dan lugar a la elaboración de los primeros exposímetros. Los fotógrafos de esta época utilizaban aparatos de selenio para jugar con las luces del día. La herramienta toma la forma de una estructura de plaqueta que se integra directamente en la carcasa. La tensión emitida por la célula es luego tratada por el aparato de galvanómetro.

Después de 1960, solo algunos aparatos usaban esta tecnología, como por ejemplo el FED-5 soviético. El sulfuro de cadmio ha tomado posteriormente su lugar.               

Análisis farmacológico y nutricional del selenio

El selenio es un oligoelemento, detectado en dosis muy pequeñas en los alimentos. Posee múltiples propiedades que incitan a los investigadores a introducirlo en el tratamiento de ciertas patologías, especialmente en el del cáncer.

El elemento 34 juega un papel preciso en el funcionamiento del cuerpo humano. Tiene efectos sobre diferentes aspectos del cuerpo humano. Por ejemplo, la enzima proporcionada por el selenio permite luchar contra la formación de cataratas. También es eficaz contra las orbitopatías distiroideas. El sulfuro de selenio conviene particularmente al tratamiento de la caspa. Permite tratar ciertos problemas cutáneos. Esta sustancia posee una propiedad fungicida. 

El cáncer

En el plano intracelular, este oligoelemento condiciona la formación de selenoproteínas. Se trata de un antioxidante que favorece la producción de glutatión peroxidasa en el organismo. El selenio se asocia a la vitamina E para neutralizar y detener la fuerte oxidación, derivada de los radicales libres. La enzima proporciona así una protección óptima de las membranas celulares contra los envejecimientos precoces, en el origen de ciertos cánceres.

En efecto, una cura cotidiana de 200 µg de selenio podría contribuir a la prevención del cáncer. Este método es susceptible de disminuir los riesgos de desarrollar células cancerígenas, precisamente, a nivel del colon y de la próstata. Sin embargo, todavía no hay confirmación oficial sobre el tema.

Se han efectuado estudios en roedores. Los investigadores han incorporado selenio en la alimentación de los cobayas. El resultado ha conducido a la disminución de las células cancerígenas. Estas trazas de cáncer han sido introducidas, de manera química, en el organismo de estos animales de laboratorio. Estos experimentos han permitido constatar la eficacia y la baja toxicidad de los compuestos orgánicos de selenio.

Los expertos privilegian así el recurso a los compuestos orgánicos tales como los selenocianatos o la selenometionina en lugar del uso de sales de selenio. La precisión es necesaria, pues si la dosis de selenio presente en la sangre supera lo normal, esto aumenta aún más los riesgos de cáncer. 

Las enfermedades cardiovasculares

El selenio contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares. Este oligoelemento logra bajar la tasa de colesterol en la sangre. Reacciona igualmente sobre la fracción HDL. Estudios epidemiológicos se concentran en la correlación entre la carencia en selenio y la incidencia de algunos trastornos cardiovasculares. Demuestran que la toma de suplemento alimenticio a base de selenio actúa positivamente en un organismo que presenta una pequeña tasa de Se. Se vuelve tóxica si la persona no está sujeta a esta carencia.

La inmunidad

Cada vez más investigadores concuerdan en decir que la sustancia contribuye fuertemente al mantenimiento del sistema inmunitario del hombre. La propiedad antioxidante del elemento 34 permite impulsar la actividad inmunitaria del metabolismo. Vela por el buen funcionamiento del cuerpo y el fortalecimiento de su resistencia natural.

Además, diversas técnicas permiten definir la tasa de selenio en el cuerpo humano. Algunos optan por el análisis sanguíneo o el de los cabellos. Otros investigadores privilegian el análisis de las uñas.        

El análisis nutricional del selenio y sus efectos en la salud del hombre

La concentración elevada del selenio acrecienta su toxicidad. El consumo de productos que contienen selenio en gran cantidad puede causar daño a la salud. Incluso una inhalación o una ingestión de la sustancia en una dosis apenas más importante que la normal puede ser fatal para el individuo. Esto puede conducir a problemas cardíacos y musculares. La selenosis o intoxicación por selenio sobreviene cuando la persona consume una dosis diaria de 1.000 µg/día. Esta intoxicación también puede presentarse bajo forma de irritación, inflamaciones, dolores insoportables o incluso por la deformación de las uñas. Otros signos de esta toxemia elevada se asemejan a:

  • una piel muy sensible a las inflamaciones;
  • un aliento cargado de ajo;
  • náuseas;
  • uñas que se quiebran y caen;
  • fatiga.

En efecto, este oligoelemento es indispensable para el bienestar del hombre. El organismo manifiesta su necesidad de selenio, pero en dosis muy bajas. El elemento 34 entra en la composición de las selenoproteínas. Estas macromoléculas tienen la función de antioxidante celular, el glutatión peroxidasa.  

Para sustraerse de ciertas carencias, el organismo extrae el selenio de las plantas, los cereales, las hierbas, las levaduras, el ajo, los riñones de cerdo o de buey, en el pescado o en los moluscos. Estos productos proporcionan al hombre la cantidad de selenio que el cuerpo humano necesita, es decir respectivamente 60 µg y 70 µg. Los cereales integrales y los productos de origen animal proporcionan una buena fuente de selenio al organismo. Otros alimentos también poseen un alto contenido en selenio. Para citar algunos:

  • las nueces de Brasil deshidratadas;
  • los atunes en conserva;
  • las vísceras de pavo y de pollo;
  • las almejas en conserva;
  • las chuletas de cerdo cocidas;
  • el salmón, el bacalao, el pez espada;
  • etc.

 La toxicología del selenio

La suplementación alimentaria en selenio no es recomendada. Como el elemento se vuelve tóxico en fuertes dosis, la cantidad diaria no debe ser sobrepasada. El selenio metálico y la mayoría de sus compuestos tienen un efecto nocivo sobre el organismo. Los más peligrosos se presentan bajo la forma de oxianiones de selenato y de selenito. Bioasimilables, estas sustancias son solubles en agua y se impregnan fácilmente en el medio ambiente.

Los efectos medioambientales del selenio

Estudios de riesgos ponen de manifiesto los efectos nocivos del selenio para el medio ambiente. Hay que precisar que los efectos reportados no son atribuibles a un solo contaminante. El selenio puede presentarse bajo diferentes formas químicas. Pero su versión más tóxica es la más extendida: el selenito.

Los desechos antropogénicos de selenio no se limitan a los residuos industriales o agrícolas. Pero el conjunto se alinea para contaminar el medio ambiente y la biomasa. Si esta contaminación afecta a una fuente acuática, corre el riesgo de destruir el 72% de la biomasa.

Se vuelve entonces imperativo mantener el umbral de toxicidad del selenio en el medio ambiente. El umbral de 3-4 µg/g para los sedimentos, el suelo y el agua sigue siendo muy controvertido. Muchos parámetros alteran la sensibilidad de las especies probadas. El emplazamiento geográfico y las características de la corteza terrestre influyen igualmente en la tolerancia de los sujetos. En la coyuntura, no hay que olvidar mencionar la forma, la composición y la sinergia del elemento principal. A ello se relacionan otros argumentos:

  • la agravación de la toxicidad del selenito puesto en reacción con tiol;
  • la presencia de bacteria telúrica Cupriavidus metallidurans CH34, apta para desintoxicar el selenito;
  • la selenodiglutación que limita la bioasimilidad del selenito;
  • otras bacterias mutantes que resisten al selenito.

El selenio es un elemento esencial. Su comportamiento geoquímico en el medio ambiente depende de los reactivos a los que se expone. Así, su biodisponibilidad, su absorción y su transferencia derivan de las actividades de los hombres. 

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