
Características del tamarillo
- Nombre: Tamarillo
- Reino: Plantae
- Subreino: –
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Subclase: –
- Orden: Solanales
- Suborden: –
- Familia: Solanaceae
- Subfamilia: –
- Género: Solanum
- Especie: Solanum betaceum
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La planta de tamarillo o tomate de árbol se utiliza a menudo como ornamento de jardín. Sin embargo, su fruto exótico tiene un sabor ácido y es bastante jugoso. Algunas variedades pueden ser dulces cuando están maduras. Así, no solo el Solanum betaceum es apreciado por sus múltiples propiedades nutricionales, sino que también es un ingrediente imprescindible en la cocina gracias a su sabor único.
El tamarillo es conocido con diferentes nombres vernáculos según los países. Es sinónimo de tomate arbusto en la República Democrática del Congo. Los africanos lo llaman ciruela de Japón. Como los tomates, los pimientos y las berenjenas, el tamarillo también pertenece a la familia de las Solanáceas.
Su árbol puede alcanzar los 5 m de altura con hojas de color verde oscuro que miden aproximadamente 30 cm de largo. Su fruto mide de media 5 cm de largo. Este último es ovalado y su forma se asemeja más a la de una ciruela. Su piel es tanto lisa como satinada y contiene una pulpa dulce o ácida. Sus flores son de color blanco o rosa pálido.
El sabor de su fruto recuerda a los aromas de grosella espinosa, melón o mango. Tiene una pulpa anaranjada y pequeñas semillas como las de las granadas y maracuyás.
El tomate de árbol es una planta no rústica. No soporta las heladas y una temperatura de -3 °C puede destruir completamente su follaje. Es una planta perenne capaz de crecer durante unos diez años. Sin embargo, es sensible al viento y se rompe fácilmente.
El Solanum betaceum se divide en dos variedades, que son:
Esta variedad tiene una piel brillante y fina de color naranja. Su pulpa es amarilla y su sabor es un poco ácido. Contiene pepitas comestibles de forma plana y de color negruzco.
Esta variedad tiene frutos rojos o anaranjados bastante jugosos con un sabor suave y dulce. Su piel lustrosa y correosa de color burdeos es tóxica. El sabor del tamarillo amarillo se asemeja más al de un kiwi o un tomate.
El tamarillo está compuesto esencialmente de vitaminas, carotenoides y fibras. La siguiente tabla detalla los contenidos medios de cada nutriente presente en 100 g de esta fruta aromática:
Componentes | Contenidos medios para 100 g de tamarillo |
Macronutrientes: | |
Agua | 86 g |
Calorías | 27 kcal |
Sal | 0,02 g |
Fibras alimentarias | 1,6 g |
Glúcidos | 10 g |
Proteínas | 2 g |
Lípidos | 0,9 g |
Vitaminas: | |
Folatos | 0,004 mg |
Niacina | 0,271 mg |
Piridoxina | 0,198 mg |
Vitamina A | 0,189 mg |
Tiamina | 0,043 mg |
Vitamina C | 29,8 mg |
Vitamina E | 2,09 mg |
Electrolitos: | |
Potasio | 321 mg |
Sodio | 1,44 mg |
Minerales: | |
Calcio | 10,7 mg |
Hierro | 0,57 mg |
Cobre | 0,051 mg |
Manganeso | 0,114 mg |
Magnesio | 20,6 mg |
Selenio | 0,001 mg |
Fósforo | 38,9 mg |
Zinc | 0,15 mg |
Fitonutrientes: | |
Alfa-caroteno | 0,01 mg |
Beta-caroteno | 0,6 mg |
Criptoxantina | 1,059 mg |
El tamarillo contiene así varios componentes activos que proporcionan diferentes virtudes al organismo. Entre otros, permite tener una salud intestinal equilibrada.
Como la especie Solanum betaceum contiene diversos minerales y vitaminas, el tomate de árbol es un aliado de elección para cualquier persona que desee adoptar una alimentación saludable.
Beber regularmente jugo de tamarillo es beneficioso para cualquier persona que sufra de hipertensión. En efecto, su alto contenido en potasio contribuye a la reducción de la tensión arterial sistólica.
El tomate de árbol está compuesto de carotenoides y antocianinas, compuestos que presentan efectos beneficiosos para la salud del corazón. En efecto, ayudan a luchar contra las enfermedades coronarias disminuyendo la presión arterial. También contribuyen a la mejora de la sensibilidad a la insulina en el hígado, los músculos y los tejidos adiposos. Además, los carotenoides son capaces de reducir las citoquinas proinflamatorias.
El consumo regular de tamarillo contribuye a la mejora de la salud ocular gracias a su alto contenido en vitaminas A y C. Además ayuda a reforzar el sistema inmunitario participando en el desarrollo celular.
El tamarillo contribuye a la prevención de trastornos oculares provocados por la carencia de vitamina A. Su alto contenido en beta-caroteno contribuye a la lucha contra la degeneración macular en las personas mayores.
Esta fruta también es conocida por sus propiedades antioxidantes que permiten proteger el organismo contra los radicales libres. Además, favorece el mantenimiento de un buen tránsito intestinal ayudando a tener una digestión saludable.
El tamarillo contiene vitamina B6 que puede ayudar a facilitar el metabolismo de la hemoglobina en el organismo. Este nutriente pertenece al grupo del complejo B que contribuye a la conversión de las calorías en energía mediante la hidratación de los carbonos y las proteínas. El consumo regular de tamarillo también ayuda a combatir la obesidad.
Lo ideal es elegir frutas no arrugadas y bien firmes. Privilegie aquellas que tengan una piel brillante y lisa. El color de la pulpa de un tamarillo no es un indicio de su madurez. En efecto, según las variedades, puede ser amarilla, roja o naranja.
La presencia de manchas en las frutas es un signo de deterioro, de ahí la necesidad de verificar bien su estado en el momento de la compra. Asimismo, evite tomar aquellas que tengan la piel dañada, ya que corren el riesgo de pudrirse rápidamente. Además, las bacterias pueden penetrar fácilmente en la pulpa de una fruta dañada.
Los tamarillos maduros y frescos pueden conservarse durante varios días. Lo ideal es colocarlos en el refrigerador o en un lugar seco y a temperatura ambiente. Su congelación no modifica sus propiedades nutricionales.
El consumo de un tamarillo maduro permite disfrutar de sus beneficios y su sabor exótico.
Esta fruta es refrescante cuando se degusta cruda con cuchara. Para realzar su sabor exquisito, córtela por la mitad y añada algunas gotas de lima. El tamarillo es delicioso en mermelada, compota, sorbete y jugo. Algunos lo utilizan para complementar una macedonia de frutas o una ensalada verde. Incluso puede acompañar platos salados, especialmente pescados o carnes. Su sabor ácido combina perfectamente con platos fríos.
Es un ingrediente indispensable para la preparación del Ají de tomate de árbol. Se trata de una salsa picante típica de los países de Ecuador. Está hecha a base de chile y jugo de tamarillos. Los colombianos aprecian mucho la bebida a base de esta fruta.
Dulce, salado o a la sartén, el tamarillo puede degustarse de diferentes maneras. También combina con múltiples especias e ingredientes para deleitar los paladares de los gourmets.
Pelar el tamarillo permite evitar la ingestión de su piel que es tóxica. Además, tiene un sabor correoso que puede dominar el sabor de los platos. Para facilitarle la tarea, sumerja las frutas durante aproximadamente 5 minutos en agua hirviendo. Esta técnica permite raspar fácilmente la piel de los tamarillos. También es posible cortar cada fruta por la mitad y raspar ligeramente su pulpa con una cuchara.
Algunos niños son alérgicos al tamarillo. En este caso, no deben consumirlo, ni siquiera en pequeña cantidad. Los síntomas más frecuentes de una alergia a esta fruta son: náuseas, hinchazón o acidez estomacal. Algunos pacientes pueden sufrir picazón y una sensación de ardor en la piel en caso de intolerancia a sus componentes.
Comer regularmente tamarillo puede aumentar ligeramente la tasa de glucosa. Por lo tanto, se aconseja a los diabéticos consumir solo 1 o 2 frutas cada 2 o 3 días.
En caso de gastritis, evite comer tomate de árbol en el desayuno. El consumo de una fruta no transformada térmicamente debe excluirse para los pacientes que sufren una inflamación aguda de la mucosa gástrica. Además, comer semillas de tamarillos puede irritar las paredes intestinales.
El tamarillo es originario de América del Sur, más particularmente de Bolivia, pero también de Perú, Chile, Ecuador y Argentina. Su cultivo está extendido en zonas subtropicales como Ruanda, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica desde hace siglos. Según los países, la fruta lleva diferentes nombres, entre ellos:
El nombre “tamarillo” es de origen neozelandés. Fue inventado por W. Thompson durante un concurso organizado en Nueva Zelanda en 1967 para la promoción de los tomates. Combinó un término maorí “tama” con “amarillo”, una palabra española. En Madagascar, la especie se ha naturalizado y es conocida como “voatabia hazo”.
Esta fruta se extendió por todo el mundo a partir del siglo XIX gracias a los intercambios comerciales y a los exploradores. Desde hace algunos años, se han convertido en un ingrediente apreciado en la cocina internacional gracias a su sabor único.
Los habitantes de América del Sur fueron los primeros en consumir y conocer las virtudes medicinales de los tamarillos. Trataban los dolores de cabeza y los dolores articulares con las hojas de su árbol. Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados los consumían para recuperar fuerza. También los utilizaban como inhibidores del apetito. Además, el hecho de comer algunas frutas les permitía saciar su estómago durante varias horas.
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