
Características del mero
- Nombre: Mero
- Reino: Animalia
- Subreino: –
- Clase: Actinopterygii
- Subclase: Neopterygii
- Orden: Salmoniformes
- Suborden: –
- Familia: Salmonidae
- Subfamilia: Salmoninae
- Género: Oncorhynchus
- Especie: –
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El mero es un pescado marino que pertenece a la familia de los Serranidae. El término “mero” abarca numerosas especies, procedentes de diferentes familias y géneros, que comparten características similares. El mero moreno (Epinephelus marginatus) y el mero real (Mycteroperca rubra) son probablemente los más famosos. En cualquier caso, este pescado presenta numerosas ventajas nutricionales.
Existen 87 especies de mero catalogadas en todo el mundo. Estos peces se distribuyen en aguas tropicales y templadas, desde la superficie hasta 300 m de profundidad.
El tamaño y el color de los meros varían considerablemente según su origen geográfico. Los mares tropicales albergan especies de colores vivos, como el mero celeste (Cephalopholis argus) o el mero rojo (Epinephelus morio). Por el contrario, el Mar Mediterráneo es conocido por acoger al mero moreno (Epinephelus marginatus), cuyo color es más oscuro.
Los meros se caracterizan por una cabeza imponente dotada de ojos prominentes y tres espinas operculares distintas. Su boca es sorprendentemente ancha, con una mandíbula inferior prominente, y marcas nítidas que irradian alrededor de sus ojos. Estas marcas dibujan patrones en forma de lágrimas y de “Y”, lo que facilita su identificación.
La singular aleta dorsal está compuesta por once espinas, seguidas de trece a dieciséis radios flexibles orientados hacia atrás. La aleta anal presenta claramente tres espinas visibles. La aleta caudal se distingue por su anchura y su forma redondeada, adornada con un borde blanco bien definido.
El mero moreno es una especie común en el Mediterráneo. Generalmente mide entre 50 y 100 cm, pero puede alcanzar hasta 2 m de longitud. Su coloración es parduzca, a veces variando desde gris oscuro a gris claro, incluso rojizo, adornada con manchas claras irregulares. Estas forman patrones en forma de nube, o bandas verticales claras y difusas. Los ejemplares de gran tamaño, especialmente los machos viejos, suelen ser de un color marrón uniforme.
Una porción de 100 g de mero proporciona 82,3 kcal. La siguiente tabla presenta los contenidos de nutrientes.
Contenido por 100g | |
Macronutrientes | |
Agua | 78,6 g |
Proteínas | 18,6 g |
Lípidos | 0,86 g |
– de los cuales ácidos grasos saturados | 0,2 g |
– de los cuales ácidos grasos monoinsaturados | 0,17 g |
– de los cuales ácidos grasos poliinsaturados | 0,27 g |
– de los cuales colesterol | 37 mg |
Carbohidratos | 0 g |
Vitaminas | |
Vitamina B5 (ácido pantoténico) | 0,75 mg |
Vitamina E (tocoferol) | 0,5 mg |
Vitamina B3 (niacina) | 0,36 mg |
Vitamina B6 | 0,3 mg |
Vitamina B2 (riboflavina) | 0,063 mg |
Vitamina B1 (tiamina) | 0,055 mg |
Vitamina A (retinol) | 0,043 mg |
Vitamina B9 (ácido fólico) | 0,009 mg |
Vitamina B12 (cobalamina) | 0,000 6 mg |
Beta-caroteno (provitamina A) | – |
Vitamina D (colecalciferol) | – |
Vitamina K1 | – |
Vitamina K2 | – |
Vitamina C | – |
Minerales | |
Potasio | 483 mg |
Fósforo | 145 mg |
Sodio (sal) | 53 mg |
Magnesio | 31 mg |
Calcio | 19 mg |
Hierro | 0,6 mg |
Zinc | 0,49 mg |
Cobre | 0,02 mg |
Manganeso | 0,014 mg |
Yodo | – |
Selenio | – |
Este pescado contiene un apreciable contenido en minerales como el fósforo y el potasio.
El mero es un pescado nutritivo, que presenta numerosos beneficios para la salud.
Este pescado blanco es una excelente fuente de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Se trata de dos ácidos grasos pertenecientes a la familia de los omega-3. Son esenciales para la producción de mensajeros químicos. Estos favorecen el funcionamiento óptimo del sistema inmunitario, hormonal y circulatorio. Además, los omega-3 ejercen otros efectos beneficiosos como la reducción de la presión arterial y el control de los niveles de triglicéridos en sangre. También previenen la formación de coágulos sanguíneos.
Por otra parte, según estudios, estos ácidos grasos participan en la regulación del estado de ánimo, así como en la prevención de la depresión. Además, poseen propiedades antiinflamatorias. Estas facultades hacen que el mero sea potencialmente útil para apoyar el tratamiento de ciertas afecciones como el asma, la artritis reumatoide y la psoriasis.
Las cantidades óptimas recomendadas de omega-3 no están establecidas con certeza. Sin embargo, los estudios científicos indican que un consumo diario de aproximadamente 0,5 a 1,8 g de EPA y DHA permitiría beneficiarse de sus propiedades. Una porción de 100 g de este pescado blanco contiene aproximadamente 0,3 g de estos ácidos grasos.
El mero es una excelente fuente de proteínas completas, que contienen los nueve aminoácidos esenciales. Estos compuestos juegan un papel importante en la formación, reparación y mantenimiento de los tejidos corporales. También contribuyen a la producción de hormonas y enzimas digestivas.
Estudios en animales sugieren que las proteínas de este pescado marino podrían mejorar la sensibilidad a la insulina, facilitando una mejor absorción de la glucosa. Sin embargo, se necesitan investigaciones más exhaustivas en humanos para confirmar estos resultados.
El consumo regular de pescado ha sido asociado con beneficios para la salud cardiovascular. Investigadores de renombre internacional han destacado que una dieta que incluya una o dos comidas de pescado por semana induciría una reducción de la mortalidad debido a enfermedades coronarias.
La investigación no ha examinado específicamente los efectos del consumo de mero. Sin embargo, este pescado blanco contiene componentes activos que son objeto de una documentación científica exhaustiva.
Los meros están disponibles todo el año en diferentes formas, ya sea en filetes, congelados o frescos. Para el pescado fresco, asegúrese de que emite un agradable olor a mar: es preferible olerlo antes que nada. Si se percibe un olor a amoníaco, es mejor evitarlo. Además, este pescado debería consumirse el mismo día de la compra para disfrutar de su frescura. Si se prevé conservarlo durante algunos días, colocarlo en un lecho de hielo en un recipiente hermético. Luego, guardar este último en la parte inferior del refrigerador.
La carne blanca del mero puede cocinarse de diversas maneras.
Aquí hay algunas ideas para incluir este pescado blanco en sus comidas.
Además, este pescado blanco puede integrarse en numerosos platos tradicionales. En un cuscús, los trozos de mero pueden reemplazar a la carne y el caldo de carne habitualmente utilizados en el cuscús. Los otros ingredientes y el modo de cocción siguen siendo los mismos.
Es posible sustituir el mero por otros pescados como el pez dorado, el abadejo o la trucha de criadero.
El mero, como otros productos del mar, puede provocar alergias e intoxicaciones alimentarias. Es importante conocer los riesgos y tomar precauciones para evitarlos.
Los individuos que son alérgicos al pescado presentan reacciones anormales a las proteínas presentes en este último. Los síntomas de una alergia al mero pueden incluir picazón, urticaria, dificultades respiratorias y, en los casos graves, anafilaxia.
El consumo de pescados crudos, marinados o ahumados aumenta el riesgo de presencia de virus o bacterias. Estos pueden provocar intoxicaciones alimentarias, cuyos síntomas típicos incluyen calambres abdominales, náuseas y diarrea.
La ciguatera es una forma de intoxicación alimentaria provocada por la acumulación de biotoxinas marinas en ciertos tipos de pescados. Esta situación concierne particularmente a los grandes peces tropicales como el mero. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir trastornos gastrointestinales, picazón y perturbaciones del sistema nervioso central.
El mero acumula metales pesados, como el mercurio, en su carne, lo que puede ser tóxico para la salud. Por lo tanto, es juicioso limitar su consumo.
Para reducir los riesgos de alergias e intoxicaciones alimentarias, se recomienda:
En general, se aconseja limitar el consumo de este pescado.
El término “mero” tiene su origen en el español mero, y entró en la lengua francesa en 1714. Luego evolucionó para convertirse en “mérou” en 1808.
Esta palabra es un nombre genérico que engloba diversos peces pertenecientes a varios géneros zoológicos, presentes en las aguas cálidas de todo el mundo. Estos peces comparten varias características comunes: son carnívoros, cambian de sexo en diferentes etapas de su vida, y tienen una longevidad excepcional. Algunos alcanzan la notable edad de 50 años. Son sedentarios, territoriales, y les gusta los fondos rocosos o coralinos de los litorales, donde encuentran numerosos escondites para escapar de los depredadores y para cazar a sus presas.
El mero se consume desde tiempos inmemoriales debido a la delicadeza de su carne. Juega un papel económico significativo en las regiones tropicales y subtropicales, donde figura entre los peces más caros. Para responder a una demanda creciente, ciertas especies se crían hoy en jaulas, especialmente en el sudeste asiático.
Otros peces, que presentan similitudes con el mero, a veces se comercializan bajo este nombre. Entre estos pueden citarse la cabrilla, el quelpo (que no debe confundirse con el alga del mismo nombre), el perca gigante o el perca negra.
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