
Características del mango
- Nombre : Mango
- Reino : Plantae
- Subreino : –
- División : –
- Clase : Equisetopsida
- Subclase : Magnoliidae
- Orden : Sapindales
- Suborden : –
- Familia : Anacardiaceae
- Subfamilia : –
- Género : Mangifera
- Especie : Mangifera indica
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Los mangos son frutas exóticas, particularmente apreciadas por su sabor suculento, su textura jugosa y su aroma cautivador. Originarios de regiones tropicales, contienen vitaminas, antioxidantes y fibras esenciales. Gracias a los nutrientes que contiene, esta fruta se impone como un aliado indispensable para un estilo de vida saludable.
El mango es el fruto del árbol de mango. Se trata de un árbol de hoja perenne que puede alcanzar hasta 25 m de altura. Sus hojas son simples, alternas, oblongas y de color verde oscuro. Cuando se frotan, desprenden un olor a trementina. Sus flores son pequeñas y perfumadas. De color blanco a amarillo pálido, se agrupan en inflorescencias llamadas panículas. Tienen cinco estambres, cinco sépalos y cinco pétalos. A menudo son polinizadas por abejas y otros insectos.
Al final de la floración, la planta produce frutos que son drupas. Es decir, contienen un hueso central rodeado de una pulpa comestible. La piel del mango puede variar en color, desde verde hasta rojo, pasando por amarillo y naranja, según la variedad. Está recubierta de una fina capa cerosa que protege a la fruta de la deshidratación y de los insectos. Su pulpa es particularmente jugosa y suculenta. Desprende un olor dulce y perfumado. El sabor del mango es una mezcla exquisita de dulzor y acidez. Las variedades disponibles pueden presentar matices sutiles de sabor, desde notas florales hasta aromas de melocotón y piña.
El árbol del mango cuenta con varias especies, entre las más conocidas están Mangifera indica, Mangifera casturi, Mangifera persiciformis, Mangifera odorata y Mangifera caesia.
El mango constituye una excelente fuente de nutrientes. Compuesto principalmente de agua (aproximadamente el 83% de su masa), ayuda a mantener la hidratación corporal. Además, es relativamente bajo en calorías con aproximadamente 73,9 kcal/100 g. Contiene macronutrientes esenciales para nuestro organismo. Cada 100 g de fruta contiene:
El mango es una buena fuente de vitaminas:
Los minerales, como el potasio y el magnesio, también están presentes en cantidades significativas en esta fruta. Contribuyen a la salud cardíaca, al equilibrio electrolítico y al buen funcionamiento muscular.
El mango está compuesto de antioxidantes como los polifenoles, que participan en la lucha contra los radicales libres. También contiene compuestos bioactivos como la mangiferina, que presenta propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Esta fruta presenta beneficios para el organismo. Al integrarla en tu alimentación, te beneficias de numerosas ventajas. El mango actúa positivamente sobre:
La vitamina A contenida en esta drupa sostiene la salud de los ojos. Previene la ceguera nocturna y ayuda a mantener una visión clara. Ayuda a prevenir los problemas oculares relacionados con la deficiencia de beta-caroteno.
Esta fruta también es rica en carotenoides. Además de conferir al mango su color naranja, éstos juegan un papel importante en la retina. La protegen de numerosas agresiones como la luz azul y los rayos solares. Contribuyen a combatir la degeneración macular relacionada con la edad o DMAE. Esta enfermedad resulta de un deterioro gradual de la mácula.
El potasio presente en los mangos es beneficioso para la salud cardiovascular. Ayuda a regular la presión arterial y a mantener un ritmo cardíaco normal. Además, los antioxidantes pueden limitar la oxidación del colesterol LDL, que es un factor de riesgo para problemas cardíacos.
Esta fruta es beneficiosa para el cabello. Contiene vitaminas y minerales que favorecen el crecimiento capilar y fortalecen los folículos pilosos. Las vitaminas A y C, presentes en abundancia, apoyan el crecimiento del cabello y mantienen el cuero cabelludo sano. Además, el mango puede utilizarse para preparar mascarillas capilares naturales que hidratan y revitalizan el cabello.
El fruto del árbol de mango es un activo precioso para la salud de la piel. Su alto contenido en vitamina C (44%) favorece la producción de colágeno, esencial para mantener la epidermis firme y elástica. Además, la vitamina A (7%) que contiene ayuda a reducir los signos del envejecimiento cutáneo.
La aplicación de la pulpa de esta drupa sobre la piel puede calmar las quemaduras solares y reducir la inflamación.
El mango contiene una cantidad interesante de magnesio. Este mineral contribuye a reducir el estrés y favorece la relajación. También juega un papel en la regulación de la neurotransmisión y la contracción muscular.
Los antioxidantes presentes en el fruto del mango pueden ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de cánceres. Actúan neutralizando los radicales libres, que son conocidos por dañar el ADN y contribuir al desarrollo de células cancerosas.
El mango puede ser un aliado precioso en la gestión del peso y la prevención de la obesidad. Las fibras alimentarias que contiene favorecen la sensación de saciedad, lo que puede ayudarte a controlar tu apetito. Además, la fructosa naturalmente presente en la drupa es una opción más saludable que los edulcorantes artificiales.
La mangiferina contenida en esta fruta tiene propiedades antiinflamatorias. Ayuda a disminuir la inflamación en el cuerpo y a calmar los dolores. El consumo regular de mangos se recomienda a las personas que sufren enfermedades inflamatorias como la artritis.
Esta fruta es una buena fuente de fibras alimentarias (1,9%). Estos componentes ayudan a prevenir el estreñimiento apoyando un tránsito intestinal regular. Además, las enzimas naturales presentes en esta drupa, como la bromelina y la papaína, participan en la descomposición de las proteínas, facilitando así la digestión.
Se aconseja elegir frutas de mango que presenten un color uniforme. Evita aquellas que tienen manchas oscuras, bultos o magulladuras, ya que esto puede indicar signos de sobremaduración o daños.
El olor es otro indicador clave de la madurez de un mango. Cuando está bien maduro, despide un perfume dulce y agradable en la zona del tallo. La firmeza es también un criterio importante a tener en cuenta. Esta fruta no debe estar ni demasiado blanda ni demasiado dura. Puedes examinar su pedúnculo. Si este último es difícil de retirar, el mango quizás no esté listo para ser consumido.
Para apreciar mejor el sabor de esta fruta exótica y disfrutar de sus cualidades nutritivas, se recomienda consumirla fresca. Si deseas conservarla más tiempo, se recomienda congelarla. Para ello, puedes pelarla y luego cortarla en trozos. Después, pon la pulpa en una bolsa de congelación.
Es importante lavar la fruta con agua para eliminar cualquier suciedad. Luego puedes proceder al corte. Con la ayuda de un cuchillo bien afilado, corta una pequeña porción de ambos extremos de la drupa. Esto permitirá obtener una base estable para el corte. Mantén el mango en posición vertical con uno de los extremos cortados hacia arriba. Haz cortes a cada lado del hueso, siguiendo la forma plana de este último. Así obtendrás dos mitades de mango. Haz incisiones en la pulpa de cada mitad haciendo cortes diagonales, sin perforar la piel. Luego puedes doblar la piel hacia el exterior para exponer los trozos.
Esta fruta tropical se consume a menudo tal cual como postre. También puede ser utilizada para decorar preparaciones culinarias o para elaborar una gran variedad de platos, tanto dulces como salados.
Con su sabor deliciosamente dulce, esta drupa es un ingrediente ideal para preparar postres y bebidas.
Puedes mezclar mango fresco o congelado con yogur, leche o zumo para crear una bebida cremosa y refrescante. Añade otras frutas como fresas o plátanos, para un toque dulce adicional.
La drupa del árbol de mango añade un toque de exotismo a las ensaladas de frutas. Puedes combinarla con otras frutas como la piña, las fresas y los kiwis para obtener una preparación colorida y dulce. Añade zumo de lima para realzar los sabores.
Para preparar sorbetes de mango, la operación consiste en mezclar la pulpa de esta fruta con azúcar y zumo de limón. Luego, congela la mezcla. Obtendrás un postre helado, dulce y ligeramente ácido.
Las drupas de mango pueden asociarse perfectamente con platos salados.
Populares en la cocina latinoamericana, las salsas son un excelente acompañamiento para el pollo, el pescado y los tacos. Se preparan con trozos de mango, cebollas, pimiento, cilantro, zumo de lima y chile.
Puedes cortar esta fruta en cubos e incorporarla a ensaladas verdes o ensaladas de pollo. Añade un toque jugoso y dulce.
Comienza por preparar una salsa a base de mango, lima, cilantro, cebolla y chile habanero (opcional). Acompaña perfectamente los platos de mariscos o las recetas de pescado.
El árbol de mango es una planta originaria de la India, donde se cultiva desde hace más de 4.000 años. En la mitología india, sus drupas son consideradas la fruta de los dioses, simbolizando la fertilidad y la prosperidad. A menudo se ofrecían como homenaje durante ceremonias religiosas y están presentes en numerosas leyendas.
A lo largo de los siglos, el mango encontró su camino hacia otros países del Sudeste Asiático, incluidos Birmania y Malasia. Cada región desarrolló sus propias variedades únicas de mangos, cada una con características específicas de sabor y textura.
En el siglo XVI, los árabes introdujeron esta planta en África y el Caribe. Los exploradores portugueses la implantaron en América del Sur y América del Norte.
Anteriormente, esta fruta solo se utilizaba como postre. Ahora, se emplea para preparar una gran variedad de platos. El árbol de mango también se cultiva en numerosos países tropicales y subtropicales.
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