
Características de la langosta
- Nombre: Langosta
- Reino: Animalia
- Subreino: –
- FILO: –
- SUBFILO: –
- Clase: Malacostraca
- Subclase: Eumalacostraca
- Orden: Decapoda
- Suborden: Pleocyemata
- Familia: Nephropidae
- Subfamilia: Nephropinae
- Género: Homarus
- Especie: –
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La langosta es un género de crustáceo representado por dos especies: la langosta europea (Homarus gammarus) y la langosta canadiense (Homarus americanus). Estos mariscos son apreciados principalmente por su sabor. Además, poseen ventajas para la salud nada despreciables.
Aunque pertenecen al mismo género, estas dos especies presentan algunas diferencias.
Es un crustáceo decápodo dotado de un caparazón azul con algunas manchas blancas o negras. Posee dos pinzas imponentes y mide aproximadamente 30 cm con un peso cercano a los 2 kg. Sin embargo, algunos Homarus gammarus pueden pesar hasta 3 kg. Es difícil estimar la esperanza de vida de esta especie en su hábitat natural. En cambio, en un acuario, puede vivir hasta 50 años.
Durante su crecimiento, la langosta muda. Es decir, sale de su caparazón actual para lucir uno nuevo.
Su corazón se encuentra en el centro de su tórax, más precisamente en un gran espacio pericárdico. Éste permite hacer circular la sangre en sus arterias para finalmente llegar a sus órganos. Es bueno señalar que la sangre de la langosta no es roja como la de los animales terrestres. Es transparente en el agua y se vuelve azul en la superficie.
Este marisco consume principalmente animales marinos vivos como el cangrejo, el erizo y la estrella de mar. Sin embargo, también explora las profundidades de los océanos para encontrar almejas. Sus impresionantes pinzas le permiten romper sin problemas las conchas y los caparazones de sus presas.
También llamada “langosta americana”, este crustáceo posee un dorso verde-bronce y un vientre naranja. Su caparazón muestra manchas oscuras. La longitud del Homarus americanus alcanza los 60 cm. Su peso, por su parte, puede llegar hasta los 18 kg. Su esperanza de vida es sensiblemente la misma que la del Homarus gammarus criado en acuario.
Posee pequeños dientes en la parte inferior de su rostro, a diferencia de su homólogo europeo. Su carne blanca se vuelve rosa-anaranjada cuando sale del agua. Tiene una textura rígida y densa, lo que le confiere un sabor ligeramente diferente.
Aquí están los valores nutricionales por 100 g de este producto del mar:
Nutrientes | Contenido aproximado | |
Langosta europea | Langosta canadiense | |
Calorías | 91 kcal | 89 kcal |
Proteínas | 19,6 g | 19 g |
Carbohidratos | 0,11 g | 0,6 g |
Lípidos | 1,32 g | 0,86 g |
Fibras | – | – |
Ya sea la especie europea o canadiense, los contenidos son casi equivalentes. Esto significa que ambos tipos de mariscos poseen las mismas propiedades.
Los Homarus son conocidos principalmente por su sabor único. Sin embargo, también presentan beneficios para el cuerpo humano.
Según varios estudios científicos, el omega-3 es un componente con virtudes terapéuticas. Reduce así el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), que forman parte de los omega-3, también poseen ventajas para la salud. Primero, refuerzan las defensas inmunitarias, permitiendo al mismo tiempo que los sistemas circulatorio y hormonal funcionen normalmente. Luego, disminuyen las probabilidades de ser víctima de trastornos cardiovasculares. Finalmente, estos ácidos pueden hacer bajar la tensión arterial y la cantidad de triglicéridos sanguíneos, y previenen la formación de coágulos sanguíneos.
En cualquier caso, no es posible aprovechar plenamente el potencial de los omega-3 consumiendo únicamente langosta. Los profesionales de la salud aconsejan añadir otros mariscos como complemento a la dieta alimentaria.
El metilmercurio es una sustancia nociva cuando se ingiere en gran cantidad. Sin embargo, la mayoría de los animales acuáticos lo contienen. Los Homarus, por su parte, contienen muy poco. Así, podrás saborearlos tanto como desees.
La vitamina B5 proporciona al organismo la energía que necesita para funcionar de manera óptima. Atenúa la fatiga física e intelectual. Este compuesto también sintetiza la hemoglobina, las hormonas esteroideas así como los neurotransmisores.
El yodo permite al cuerpo humano desarrollarse normalmente. Además, su aporte energético es considerable.
Como todo marisco, la langosta debe ser elegida con cuidado. También es importante conservarla respetando ciertas recomendaciones.
La temporada alta de este crustáceo se extiende de los meses de abril a agosto. Se trata del período más interesante para consumirla, ya que los precios son asequibles.
Es preferible elegir una especie viva. Asegúrate de que su cola se retrae cuando la tomas. Además, su caparazón debe ser consistente y rígido, lo que significa que su carne es abundante.
Después de la cocción, el marisco cambia de aspecto. Su color es rojo-anaranjado vivo, mientras que su carne se vuelve elástica y opaca. Su tomalli (la grasa de la langosta) permanece verde y rígida. Sus huevos, por su parte, muestran un tono rojo.
Los machos y las hembras tienen el mismo sabor. Las únicas ventajas de la hembra son la abundancia de su carne y la presencia potencial de huevos.
Si compras un animal todavía vivo, se recomienda conservarlo en el refrigerador durante 24 h. Para ello, basta con cubrirlo con un paño húmedo, evitando todo contacto con el agua o el hielo. Sin embargo, si se trata de un crustáceo cocido, puede permanecer 48 h en este mismo aparato.
También es posible almacenar la carne del Homarus en un congelador. Sin embargo, hay que previamente salmurarla con 2 cucharaditas de sal por taza de agua. Posteriormente, deposítala dentro de un recipiente hermético, teniendo cuidado de no llenarlo hasta el borde.
Puedes degustar todas las partes del cuerpo de la langosta, excepto su estómago y su intestino. La cola del animal también puede contener una sustancia negra y viscosa. Es importante retirarla, ya que recubre los huevos.
El método más fácil consiste en hervir la langosta. Se aconseja sumergir su cabeza en el agua, añadiendo sal en pequeña cantidad. El resto del cuerpo seguirá. Una vez que el agua hierva de nuevo, habrá que contar de 7 a 20 min para cocinar bien los primeros 500 g. Espera 2 a 3 min por cada medio kilo adicional. Las patas y las antenas se desprenderán del cuerpo del crustáceo cuando la cocción haya terminado.
La langosta hervida puede ser consumida de diferentes maneras:
Antes de asar este marisco, primero debes cocinar sus 2 mitades durante 12 min en el horno. Durante la cocción, es necesario rociarlo con mantequilla regularmente. Después de eso, retira la carne de la cola así como el coral, y córtalos finamente. Vuelve a colocarlos luego en cada mitad vacía del caparazón.
Es interesante añadir una salsa bechamel con un poco de fumet de pescado y vino. Puedes incluso añadir una cucharada de mostaza y una pequeña cantidad de parmesano.
La preparación de una langosta en ensalada es relativamente simple. Solo tienes que acompañar el crustáceo con diversas verduras crudas y una salsa vinagreta. Para dar más consistencia a tu comida, es posible añadir patatas cocidas.
Este animal decápodo era consumido en el Viejo Continente desde la Antigüedad, apreciado por sus virtudes culinarias. Fue utilizado como ingrediente esencial en la medicina tradicional desde la Edad Media hasta el Renacimiento. En esa época, la langosta había sido transformada en polvo para luego ser disuelta en vino. Esta mezcla permitía hacer frente a ciertos males como las infecciones urinarias y los cálculos renales. Su carne era conocida por sus propiedades diuréticas, mientras que su gastrolito servía para atenuar los trastornos oculares, estomacales y epilépticos.
El caparazón de los crustáceos también inspiró la fabricación de ciertas armaduras. Alrededor de 1630, los Turcos habían confeccionado un casco con el aspecto de una cola de Homarus. Este diseño tan particular permitía a los soldados en el frente estar protegidos, sin ser molestados a nivel de la ventilación.
Por otro lado, los revolucionarios del Nuevo Continente tenían la costumbre de apodar a los soldados británicos lobsterbacks, que significa “langostas” en español. En efecto, su uniforme rojo recordaba el aspecto de este crustáceo.
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