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Kinako

Características del Kinako

  • Nombre : Kinako
  • Reino : Plantae
  • Subreino : Tracheobionta
  • División : Magnoliophyta
  • Clase : Magnoliopsida
  • Subclase : Rosidae
  • Orden : Fabales
  • Suborden :
  • Familia : Fabaceae
  • Subfamilia : Faboideae
  • Género : Glycine
  • Especie : Glycine max

Todo sobre el kinako: sus características, su composición, sus beneficios, su preparación y su historia

El kinako o harina de soja tostada es un alimento interesante, principalmente para vegetarianos y veganos.

Contiene minerales esenciales y proteínas completas que favorecen el buen funcionamiento del organismo.

Este condimento, muy conocido en Japón, puede utilizarse para realzar el sabor de platos o postres.

Descripción del kinako

Los granos de soja se muelen para obtener una fina harina llamada kinako. Este condimento generalmente conocido como harina de soja suele utilizarse para adornar postres.

Similar a los cacahuetes tostados, su sabor a nuez es único. Algunas personas lo asocian con la mantequilla de cacahuete. Su sabor ligeramente dulce hace que se utilice como cobertura para dulces tradicionales japoneses. Con aspecto de polvo, su textura es finamente molida.

Aunque algunos granos de soja se muelen sin su piel, otras variedades se tuestan en su totalidad. Los de color verde producen kinako verde, mientras que los granos amarillos permiten obtener harina de soja amarillenta.

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Composición del kinako y sus valores nutricionales

Este condimento proporciona un alto aporte calórico, de 460 kcal/100 g. Rico en proteínas y fibras alimentarias, también constituye una fuente de calcio y hierro. El kinako también figura entre los alimentos que contienen una cantidad interesante de cobre, vitamina B9, polioles y potasio. Su índice glucémico, del orden de 25, es relativamente bajo.

Macronutrientes

Contenido medio por 100 g
Proteínas35,8 g
Carbohidratos, de los cuales:
Azúcares
22,9 g
7,5 g
Lípidos, de los cuales:
Ácidos grasos poliinsaturados
Ácidos grasos monoinsaturados
Ácidos grasos saturados
21,4 g
12,1 g
4,98 g
3,04 g
Fibras alimentarias10 g
Polioles0,89 g
Cloruro de sodio0,019 g

Minerales y oligoelementos

Contenido medio por 100 g
Potasio2230 mg
Fósforo527 mg
Magnesio335 mg
Calcio178 mg
Sodio7,5 mg
Hierro5,19 mg
Zinc4,46 mg
Manganeso2,29 mg
Cobre2,26 mg
Selenio0,011 mg
Yodo0,0005 mg

Vitaminas

Contenido medio por 100 g
Vitamina E11,5 mg
Vitamina B33,16 mg
Vitamina B51,7 mg
Vitamina B20,74 mg
Vitamina B10,67 mg
Vitamina B90,573 mg
Vitamina B60,52 mg
Vitamina K0,135 mg
Vitamina A0,006 mg
Mode de préparation du lait de soja

Beneficios del kinako

En el contexto de ciertos regímenes, la harina de soja posee numerosas virtudes para la salud.

Rico en proteínas completas

Los aminoácidos son un grupo de subunidades que componen las proteínas. Nueve de estos aminoácidos son indispensables para el ser humano y se consideran esenciales, ya que solo la alimentación los proporciona.

Todos estos aminoácidos están presentes en buena cantidad en la soja, lo que no es el caso de todas las proteínas vegetales. En otras palabras, se trata de un alimento adecuado para personas que adoptan una dieta vegana.

También es posible integrar el kinako en las comidas de las personas mayores que están sujetas a una pérdida de peso considerable o desnutrición.

Índice glucémico bajo

El índice glucémico indica la velocidad de absorción de la glucosa por el organismo. Cuanto más alto es el índice, más rápida es la absorción, lo que genera importantes variaciones en los niveles de azúcar.

Gracias a su bajo índice glucémico, la harina de soja es un excelente aliado, especialmente para estabilizar la glucemia de las personas diabéticas.

Fuente de hierro

Para la síntesis de glóbulos rojos, el hierro es esencial. Cuando éste escasea, una anemia se manifiesta con palidez, dificultad para respirar y gran astenia. En comparación con la cantidad de hierro en la carne, la del kinako es dos veces mayor. Contribuye entonces a evitar una anemia ferropénica.

El organismo absorbe menos bien el hierro de origen vegetal. Para facilitar esta acción, se aconseja asociar este polvo con alimentos ricos en vitamina C. La harina de soja es perfectamente adecuada para personas vegetarianas o veganas, así como para aquellas que no comen mucha carne.

Rico en fibras alimentarias

Las fibras alimentarias que contiene este alimento son favorables para la salud. Saciantes, eliminan las sensaciones de hambre que pueden causar aumento de peso y picoteos. Además de regular el tránsito intestinal, también son esenciales para la prevención del cáncer colorrectal. Estas fibras cuidan la microbiota intestinal. Cabe señalar que esta última juega un papel en la lucha contra enfermedades como la obesidad y la diabetes tipo 2.

Rico en calcio

Con un contenido de calcio de 178 mg/100 g, la harina de soja contribuye a la mineralización dental y ósea.

La mayoría del calcio absorbido, es decir, el 99%, tiene un papel plástico (esqueleto, dientes y huesos), y el resto, el 1%, participa en la actividad llamada catalítica. En otras palabras, actúa en la contracción muscular, la circulación del impulso nervioso y las reacciones bioquímicas.

Sin gluten

El kinako no contiene gluten. Por lo tanto, está indicado para las personas que presentan intolerancia al gluten o enfermedad celíaca.

Fuente de magnesio

Rico en magnesio, este polvo obtenido a partir de granos de soja ayuda a reducir la ansiedad y a favorecer la contracción muscular. El magnesio también interviene en más de 300 reacciones bioquímicas.

Consejos para elegir bien un kinako

Lo ideal es elegir un producto ecológico para asegurarse de la ausencia de posibles pesticidas. Es posible encontrarlo en tiendas físicas o en línea de productos ecológicos.

El mercado ofrece generalmente kinako de soja tostada, con sabor a avellana y color marrón claro. El que se elabora a base de soja negra también forma parte de los diversos tipos disponibles. Su sabor es sutilmente más dulce y su color más oscuro.

Se recomienda almacenar este alimento en un recipiente hermético, en un lugar seco y fresco, y no exponerlo directamente al sol.

Después de abrirlo, puede utilizarse durante algunos meses. En efecto, con el tiempo, su calidad y sabor se deterioran. Para conservarlo más tiempo, se aconseja guardarlo en el congelador o en el refrigerador.

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Ideas de preparación y consumo del kinako

En Japón, el kinako se integra en diversos tipos de tentempiés, tanto tradicionales como modernos.

Espolvorear el mochi dulce y glutinoso con harina de soja es una manera de apreciar su sabor específico a nuez. Unas bolitas de mochi suaves y deliciosas también pueden ser rebozadas en este producto para una merienda tradicional y sencilla.

El kuromitsu, un sirope japonés a base de azúcar moreno de Okinawa, puede asociarse al kinako para recubrir los mochi y evitar que estén secos.

Tradicionalmente, el warabi mochi, una receta a base de helechos o de warabi, un almidón vegetal, se sirve con este polvo de soja, especialmente en verano.

Dicho esto, existen varias formas de incorporar este alimento a la vida cotidiana.

En el desayuno

Para evitar las ganas de picar y los bajones de energía, la harina de soja puede añadirse al muesli o a la leche.

En el postre

Es posible espolvorear ensaladas de frutas o cremas de postre con kinako. Integrarlo en los pasteles también es una idea interesante para apreciarlo de otra manera.

Su poder edulcorante lo convierte en una excelente alternativa para limitar la cantidad de azúcar y disminuir el aporte calórico en una receta golosa.

Al añadirlo a barras de cereales o bizcochos, los deportistas pueden disfrutar de un tentempié hiperproteico.

Este producto contiene lecitinas, de ahí su propiedad emulsionante. Por ello, se recomienda para disminuir la cantidad de mantequilla y huevos en las preparaciones. En efecto, una cucharada sopera de polvo de soja y dos cucharadas soperas de líquido pueden reemplazar un huevo.

Historia y orígenes del kinako

El kinako proviene de una leguminosa de China: Glycine ussuriensis. Los chinos consumen y cultivan la soja desde 2800 a.C. Este alimento formaba parte de las cinco sustancias indispensables para la vida.

Actualmente, Estados Unidos representa el principal productor de soja, donde más del 90% de los cultivos sirven para la alimentación animal. El grano, así como las diversas materias derivadas, a saber, el tofu, la salsa, el aceite y la leche, está en el centro de toda una industria.

Según la leyenda, el kinako fue introducido en Japón por monjes budistas. En japonés, este término significa “polvo amarillo”. Sin embargo, primero fue llamado mame-ko, que se traduce como “harina de judías”. A lo largo de los siglos, su elaboración ha sufrido mejoras en el Imperio del sol naciente. Para ello, se utilizan variedades de soja conocidas por su calidad. Los granos se tuestan en sartén y se muelen con un mortero o una batidora. Después, la harina se conserva en un recipiente de vidrio con tapa.

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