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Harina de maíz

Características de la Harina de maíz

  • Nombre: Harina de maíz
  • Reino: Plantae
  • Subreino: Tracheobionta
  • División: Magnoliophyta
  • Clase: Liliopsida
  • Subclase: Commelinidae
  • Orden: Cyperales
  • Suborden:
  • Familia: Poaceae
  • Subfamilia: Panicoideae
  • Género: Zea
  • Especie: Zea mays

Todo sobre la harina de maíz: sus características, nutrientes, beneficios, preparación e historia

La harina de maíz es apreciada por su textura particular y su sabor ligeramente dulce. Naturalmente libre de gluten, contiene nutrientes esenciales como carbohidratos complejos, fibras, vitaminas, etc. Por lo tanto, contribuye a enriquecer el valor nutricional de muchos platos.

Descripción de la harina de maíz

La harina de maíz es un producto derivado del maíz, un cereal originario de México. Este polvo fino, de color amarillo o a veces blanco, se obtiene moliendo granos de maíz secos. Presenta una textura ligeramente granulada que aporta una consistencia específica a los platos. Esto también permite crear recetas horneadas que son a la vez suaves por dentro y crujientes por fuera.

Esta harina tiene un sabor distintivo a maíz, con una dulzura natural. Este sabor aporta un toque auténtico y rústico a los platos. La sémola de maíz está desprovista de gluten, lo que la convierte en una opción ideal para personas que sufren de enfermedad celíaca.

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Composición y valores nutricionales de la harina de maíz

La harina de maíz está compuesta principalmente de carbohidratos complejos, con 78,1 g/100 g. En forma de almidón, estos componentes confieren al polvo su capacidad para espesar preparaciones culinarias. También contiene una cantidad moderada de proteínas (6,23 g/100 g). Es baja en grasas. La tasa de lípidos presentes en 100 g de harina de maíz es de 2,1 g.

Este polvo aporta aproximadamente 361 kcal/100 g. Su contenido de agua es de aproximadamente 10,5 g. Además, contiene minerales y oligoelementos esenciales.

MineralesCantidad por 100 g
Calcio4 mg
Hierro1,01 mg
Cobre0,14 mg
Magnesio32,5 mg
Yodo0,0006 mg
Manganeso0,056 mg
Potasio105 mg
Fósforo79,5 mg
Sodio1 mg
Selenio0,0032 mg
Zinc0,44 mg

Una porción de harina de maíz contiene las siguientes vitaminas del complejo B:

  • vitamina B1 (tiamina): 0,2 mg;
  • vitamina B3 (niacina): 4,18 mg;
  • vitamina B2 (riboflavina): 0,084 mg;
  • vitamina B5 (ácido pantoténico): 0,052 m;
  • vitamina B6: 0,21 mg;
  • vitamina B9 (ácido fólico): 0,034 mg.

El betacaroteno está presente en este producto, pero en cantidad moderada (0,091 mg/100 g).

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Beneficios de la harina de maíz

La harina de maíz presenta beneficios para el organismo.

Es sin gluten

Exenta de gluten, la sémola de maíz es recomendada para personas que sufren de intolerancia a esta sustancia y enfermedad celíaca. En personas sensibles, este componente causa náuseas, acidez estomacal, dolores abdominales, vómitos, etc.

Apoya la digestión

La harina de maíz contiene fibras insolubles como la amilosa, la celulosa, la lignina y la hemicelulosa. Estos componentes pueden fermentar en el colon y eliminar hongos y bacterias. También contribuyen a aliviar problemas digestivos como hinchazón y eructos. Estas fibras favorecen un tránsito intestinal regular, permitiendo así prevenir el estreñimiento.

La presencia de hierro, magnesio y betacaroteno en la harina de maíz ayuda a mantener un sistema digestivo saludable, ya que contribuye al bienestar gastrointestinal.

Es buena para mujeres embarazadas

El ácido fólico presente en la sémola de maíz juega un papel importante durante el embarazo. De hecho, participa en la formación de la columna vertebral y el cerebro del bebé. Esta sustancia ayuda a prevenir anomalías del tubo neural.

Esta harina contiene provitamina A en forma de betacaroteno. Este nutriente es esencial para el buen desarrollo del feto. Apoya la salud de la visión y el crecimiento de los tejidos.

Mejora las funciones cognitivas

Las vitaminas del complejo B contenidas en la harina de maíz juegan un papel esencial en el funcionamiento del cerebro. Ayudan a mantener funciones cognitivas saludables, favoreciendo una mejor concentración y una memoria mejorada.

Este producto a base de maíz también contiene magnesio. Conocido por sus beneficios sobre el sistema nervioso, este mineral tiene la capacidad de reparar la agilidad crítica del cerebro.

Previene la hipertensión arterial

La harina de maíz es pobre en grasas y sodio. Al limitar la absorción del colesterol, ayuda a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como el ACV o accidente cerebrovascular. El consumo de este producto es recomendado para personas que sufren de hipertensión arterial.

Previene la anemia

La vitamina B9, el hierro y el folato presentes en la harina de maíz estimulan la producción de glóbulos rojos. Estos nutrientes también apoyan el transporte de oxígeno en el cuerpo. Son importantes para prevenir la anemia, una condición caracterizada por un bajo nivel de glóbulos rojos.

Favorece un peso corporal saludable

El polvo proveniente del maíz se compone de carbohidratos complejos. Además de proporcionar energía al organismo, estos últimos favorecen la saciedad, reduciendo así los riesgos de sobrealimentación. Al consumir harina a base de maíz, puede sentirse satisfecho. Así, puede ayudarle a gestionar mejor su peso corporal.

Consejos para elegir la harina de maíz

Para disfrutar de todos los beneficios de la harina de maíz, asegúrese de seleccionar un producto de buena calidad. Aquí hay algunos puntos a considerar para hacer la elección correcta:

El proceso de molienda

Esta etapa de la fabricación determina la calidad de este extracto. Las buenas sémolas de maíz son molidas a partir de granos de maíz enteros. Conservan la mayor parte de su sabor y sus cualidades nutricionales. En general, la información sobre el proceso de molienda está indicada en el empaque del producto.

La frescura de la harina

Se aconseja elegir harina de maíz con una fecha de caducidad más lejana. En efecto, los productos almacenados durante mucho tiempo pueden perder su sabor.

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La textura de la harina

La elección de la textura depende de las recetas que desee realizar. Para preparar muffins o pasteles, privilegie la harina con una textura fina. Si planea realizar platos como la polenta, opte por una harina de maíz más gruesa.

Las etiquetas y certificaciones

Antes de proceder a la compra, tómese el tiempo de leer atentamente las etiquetas. Las mejores harinas benefician de certificaciones garantizando su calidad y origen. Se aconseja elegir la sémola de maíz etiquetada como orgánica, ya que es fabricada en condiciones óptimas. También está exenta de conservantes químicos y otras sustancias tóxicas.

Preparación y consumo de la harina de maíz

La harina de maíz añade una textura única y un sabor ligeramente dulce a sus platos. Es adecuada tanto para recetas dulces como para preparaciones saladas. Aquí están las diferentes maneras de utilizar este producto en la cocina:

Preparar tortillas y tamales

La sémola de maíz es el ingrediente esencial para preparar tortillas, tamales y otros platos tradicionales de América Latina. Para las tortillas, mezcle harina de maíz con agua y sal para formar una masa. Extienda esta última en finas galletas que cocinará en la sartén. Para los tamales, mezcle este extracto con grasa y caldo. Luego, envuelva la preparación en hojas de maíz antes de cocinar al vapor.

Cocinar polenta cremosa

La polenta es un plato italiano cremoso y delicioso preparado a partir de harina de maíz. Para cocinarla, hierva agua, luego incorpore el polvo removiendo constantemente para evitar grumos. Añada mantequilla y queso para más sabor. La polenta puede servirse como acompañamiento de carnes o verduras, o incluso como plato principal.

Preparar tortitas de maíz

Las tortitas de maíz, también conocidas como “cornbread”, son un imprescindible de la cocina americana. Para realizarlas, mezcle harina de maíz con harina de trigo, levadura química, sal, azúcar, leche, huevos y mantequilla. Vierta la masa en un molde y hornee hasta que esté dorada y crujiente. Estas tortitas son a menudo servidas con frijoles, chili o pollo frito.

Espesar sopas y salsas

La harina de maíz es un excelente espesante para sopas, salsas y estofados. Aporta una textura aterciopelada a sus preparaciones. Para utilizarla, mézclela con una pequeña cantidad de agua para formar una pasta. Luego, incorpore esta última en su sopa o salsa removiendo constantemente.

Preparar postres

La harina de maíz añade un sabor sutil a maíz a sus productos de pastelería. Puede incorporarla en muffins, galletas, bizcochos marmoleados, cookies con chocolate y pasteles. Combina particularmente bien con ingredientes como la miel y las frutas. Esta sémola también es perfecta para realizar cremas pasteleras para rellenar crepes y pasteles enrollados.

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Empanar y freír

Puede utilizar la harina de maíz para empanar alimentos. Aporta un toque crujiente a platos como el pollo frito, los camarones empanados o las verduras fritas. Para empanar, reboza los alimentos en la harina sazonada antes de freírlos en aceite caliente.

Historia y origen de la harina de maíz

Originario de México, el maíz era el alimento básico de los pueblos autóctonos de la América precolombina. Los amerindios utilizaban diversos métodos para transformar el maíz en harina. Primero secaban los granos de maíz, luego los reducían a un polvo fino. Hoy en día, este polvo sigue siendo utilizado para preparar una variedad de platos, incluyendo las tortillas, los tamales, la polenta y muchos otros.

La harina de maíz también forma parte de la base de la alimentación cotidiana de numerosos países africanos como Malawi, Zambia y Kenia. Constituye el ingrediente principal del nshima, un plato tradicional zambiano.

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