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Coles de Bruselas

Características de la Col de Bruselas

  • Nombre : Col de Bruselas
  • Reino : Plantae
  • Subreino : Tracheobionta
  • División : Magnoliophyta
  • Clase : Magnoliopsida
  • Subclase : Dilleniidae
  • Orden : Brassicales
  • Suborden :
  • Familia : Brassicaceae
  • Subfamilia :
  • Género : Brassica
  • Especie : Brassica oleracea

Todo sobre las coles de Bruselas: sus características, composición, beneficios, preparación, historia y origen

La col de Bruselas es una planta que forma parte de la familia de las Brassicaceae. Específicamente, se trata de la variedad Brassica oleracea var. gemmifera.

Se cultiva con el objetivo de producir brotes axilares que forman cabezas pequeñas y compactas, que se consumen como verduras.

Los gourmets la aprecian por su sabor particular. Además, posee numerosos beneficios para la salud.

Descripción de la col de Bruselas

La col de Bruselas es una planta considerada herbácea bienal. A partir de su segundo año de crecimiento, su tallo floral puede alcanzar una altura promedio de 1 m. Prospera en regiones con clima templado, pero se adapta perfectamente a las bajas temperaturas. El tiempo entre la plantación y la cosecha de los pequeños brotes, que llevan el mismo nombre que la planta, es de aproximadamente 85 a 95 días. Las pequeñas coles de Bruselas, entre 20 y 75 por planta, crecen en un tallo que se presenta como un eje central. Generalmente miden de 3 a 5 cm de diámetro.

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Esta verdura se presenta en varias variedades.

  • Las llamadas “tempranas”, cuya cosecha se realiza anticipadamente, de septiembre a noviembre.
  • Las llamadas “semitardías”, que se cosechan desde noviembre hasta diciembre.
  • Las llamadas “tardías”, que solo están disponibles desde enero hasta marzo.

Cabe destacar que las heladas de la temporada invernal pueden acentuar su sabor y sus virtudes.

Composición y valores nutricionales de la col de Bruselas

La col de Bruselas ha sido rechazada durante mucho tiempo debido a su sabor más o menos amargo. Sin embargo, además del hecho de que se cocina muy fácilmente, tiene un cierto contenido de minerales y vitaminas. En una porción de 100 g, se pueden encontrar las siguientes cantidades de nutrientes.

NutrientesProporciones medias
Vitaminas
Folatos o vitamina B9113 mg
Vitamina B60,06 mg
Ácido pantoténico o vitamina B50,27 mg
Niacina o vitamina B30,72 mg
Riboflavina o vitamina B20,06 mg
Tiamina o vitamina B1menos de 0,05 mg
Vitamina C56,4 mg
Vitamina K10,14 mg
Vitamina E0,43 mg
Beta-caroteno o vitamina A0,209 mg
Minerales
Zincmenos de 0,1 mg
Sodio9,7 mg
Potasio324 mg
Fósforo65 mg
Manganesomenos de 0,1 mg
Magnesio16,9 mg
Yodomenos de 0,01 mg
Hierromenos de 0,1 mg
Cobremenos de 0,1 mg
Calcio36,2 mg
Macronutrientes
Fibras alimentarias3,2 g
Almidón1,5 g
Azúcares1,7 g
Lípidos0,11 g
Carbohidratos4,2 g
Proteínas2,6 g
Agua87,6 g

Esta porción aporta 43 kcal. La baja cantidad de calorías de la col de Bruselas se explica por el hecho de que hay poca grasa y azúcar en su composición. Su contenido de agua, en cambio, es particularmente alto. Esta verdura tiene cierta cantidad de calcio, potasio, vitaminas K y C, ácido fólico, así como beta-caroteno. Se caracteriza por una muy buena densidad nutricional.

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Beneficios de la col de Bruselas

Aunque la col de Bruselas forma parte de los alimentos poco apreciados por los niños, puede aportar una serie de beneficios para el organismo.

La col de Bruselas favorece la salud ósea

Debido a la presencia de calcio en su composición, la col de Bruselas puede contribuir a mantener una buena salud ósea y dental. Además, también ayuda en la regulación del ritmo cardíaco.

La col de Bruselas apoya los sistemas nervioso y muscular

El potasio contenido en la col de Bruselas es capaz de favorecer la transmisión del impulso nervioso. Este nutriente también es esencial en el proceso de contracción de los músculos del cuerpo.

La col de Bruselas contribuye a mejorar la visión

Hay que tener en cuenta que los beta-carotenos son vitaminas que favorecen el crecimiento celular. Sin embargo, uno de sus principales roles es apoyar la salud de la retina, contribuyendo a preservar la vista.

La col de Bruselas ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares

La vitamina K presente en este alimento forma parte de los minerales que previenen la aparición de enfermedades cardiovasculares. También favorece la coagulación sanguínea.

La col de Bruselas estimula las defensas inmunitarias

El consumo regular de col de Bruselas contribuye a optimizar el funcionamiento del sistema inmunitario gracias a la vitamina C presente en su composición. Este nutriente también puede ralentizar el envejecimiento celular.

La col de Bruselas contribuye a la síntesis del ADN

El importante contenido de vitamina B9 de esta verdura específica le permite participar activamente en la síntesis del ADN. Por tanto, es un alimento recomendado para mujeres embarazadas o aquellas que desean concebir.

¿Cómo elegir las coles de Bruselas?

Para elegir coles de Bruselas, primero hay que interesarse por la variedad. Este criterio determina el momento de la cosecha y tiene una incidencia en su sabor. Por lo tanto, conviene diferenciarlas bien. Además, a la hora de comprar, este alimento con múltiples beneficios está disponible congelado, en conserva o fresco: esto no tiene ninguna consecuencia en su calidad. Puesto que se trata de una verdura de invierno, solo es posible encontrarla fresca en el comercio entre los meses de octubre y febrero.

Las coles de Bruselas más jóvenes y más pequeñas tienen un sabor tierno, sutilmente dulce y delicado. Además, un espécimen de buena calidad debe tener un hermoso color verde brillante. Su tamaño debe estar entre 2 y 4 cm de diámetro.

Este alimento, cuando está crudo, debe tener una textura firme y compacta. Las hojas, por su parte, no deben presentar ni marchitamiento ni manchas. Tampoco deben ser amarillas. La base no debe estar seca y debe mostrar un bonito tono blanco.

Preparación y consumo de la col de Bruselas

Antes de cocinar buenas recetas de coles de Bruselas, conviene prepararlas bien.

La preparación

Las hojas externas dañadas o marchitas deben retirarse. Para tener una cocción rápida y uniforme, se aconseja hacer una incisión en forma de cruz en el troncho de cada pieza. Después, hay que contar 10 a 15 minutos para cocinar las cabezas de esta planta en agua o al vapor. Cuando las coles están a punto, es posible continuar dorándolas o poniéndolas en el horno para hacer un gratinado. Otra alternativa consiste en sazonarlas con especias y aceites en su forma cruda, y luego hacerlas asar en el horno.

Si su olor característico molesta, se aconseja añadir un trozo de pan duro durante la cocción. Los compuestos sulfurados responsables del desagradable efluvio serán así absorbidos. Además, para hacer esta verdura más digestiva, incorporar una cucharada de bicarbonato de sodio en la cocción. Para prevenir posibles flatulencias después de su consumo, se recomienda escaldarla antes de utilizarla. Esta operación evita la fermentación durante la cocción.

Préparation et consommation du chou de Bruxelles

La cocción

Las coles de Bruselas pueden acompañar numerosas recetas. Son adecuadas tanto para tartas saladas y sopas como para purés. Esta verdura puede combinarse perfectamente con parmesano, limón y nueces, entre otros. Así, es posible realizar platos sabrosos que harán olvidar el amargor de este alimento.

Para preparar una receta más o menos original, la tarta salada constituye una buena alternativa. Para ello, se necesita una patata, queso gruyère y mostaza. Se obtiene así un plato tan suave y sabroso como delicioso. Para una degustación clásica, se recomienda proceder a una cocción al horno con cebollas pequeñas y carne ahumada. Una potaje de coles de Bruselas también es adecuado, incorporando tocino y algunas cebollas.

Historia y orígenes de la col de Bruselas

Como su nombre indica, la col de Bruselas toma su denominación del lugar donde se creó su variedad: la región de Bruselas, en Bélgica. Su cultivo hortícola experimentó cierto desarrollo en el municipio de Saint-Gilles, después de la edificación del segundo recinto de Bruselas durante el siglo XIV. Cabe destacar que dicho municipio estaba fuera de este recinto.

La extensión de la explotación se realizó después progresivamente, y luego tomó una amplitud considerable. En efecto, todas las tierras arables fueron transformadas en zonas de plantación, especialmente gracias a operaciones de drenaje.

Debido al aumento demográfico de la localidad, los horticultores se vieron obligados a encontrar soluciones para optimizar su rendimiento. En 1685, los habitantes de Saint-Gilles lograron la creación de un nuevo híbrido, cuyo cultivo se hacía de manera vertical. Esta opción permitió rentabilizar la superficie utilizable que se volvía cada vez más escasa. Rápidamente, la población fue apodada Kuulkappers o “cortadores de coles”, ya que esta col específica ocupaba importantes superficies.

La introducción de este híbrido en Francia se produjo en 1815, mientras que en Inglaterra fue en 1884.

Cabe destacar que esta verdura fue, durante mucho tiempo, olvidada por los grandes establecimientos de restauración. Sin embargo, la creación de nuevas variedades, menos amargas y más dulces, ha abierto el camino para su reintroducción en las recetas de los chefs estrella.

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