
Características del Aki
- Nombre: Aki
- Reino: Plantae
- Subreino: Tracheobionta
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Subclase: Rosidae
- Orden: Sapindales
- Familia: Sapindaceae
- Subfamilia: Pooideae
- Género: Blighia
- Especie: Blighia sapida
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El aki es un árbol emblemático de Jamaica. Pertenece a la familia de las Sapindáceas. Aunque es poco conocido en Francia, sus frutos aportan varias ventajas nutricionales. Sin embargo, se deben tomar precauciones en cuanto a su toxicidad.
El Blighia sapida tiene diferentes denominaciones vernáculas:
Este árbol mide aproximadamente de 10 a 12 m de altura. Su tronco es corto, mientras que su copa es densa. Su corteza es grisácea y lisa.
Las hojas son persistentes y coriáceas. Están dispuestas de manera alternada. Están compuestas por 6 a 10 folíolos de forma oblonga, más o menos oval. Cada una mide de 8 a 12 cm de largo y 5 a 8 cm de ancho.
Las flores pueden ser bisexuales o solo masculinas. Son blancas, pequeñas y agrupadas en racimos. Este conjunto mide entre 15 y 20 cm de largo. Emite un perfume agradable.
La inflorescencia da lugar a frutos que se asemejan a peras. Pueden ser de color rojo brillante o tornarse amarillo anaranjado. En forma de cápsula dehiscente, cada uno se divide en tres lóculos. Estos contienen semillas oblongas a esféricas, negras y brillantes. Están asociadas con arilos blandos de color blanco amarillento, dispuestos en la parte superior. Esta parte carnosa y esponjosa es comestible. Su forma recuerda a las mollejas, de ahí el nombre del árbol.
Para una porción de 100 g de arilos de aki crudos, estos son los valores nutricionales registrados:
Componentes | Cantidad por 100 g |
Energía | 242,8 kcal, es decir 1.014,90 kJ |
Agua | 58 g |
Lípidos | 18,8 g |
Glucidos | 9,6 g |
Proteínas | 8,8 g |
Fibras | 3,45 g |
Potasio | 270 mg |
Sodio | 240 mg |
Fósforo | 98 mg |
Calcio | 83 mg |
Vitamina C | 65 mg |
Vitamina B3 | 3,7 mg |
Hierro | 0,5 mg |
Los frutos del akee son una buena fuente de potasio. Este mineral contribuye a la dilatación de los vasos sanguíneos, asegurando así una buena circulación venosa. También contienen fósforo y calcio en cantidades notables. El primer nutriente participa en el fortalecimiento de la masa ósea. También permite apoyar la actividad de los músculos y del cerebro. En cuanto al calcio, está implicado en la regulación del ritmo cardíaco y del funcionamiento del sistema nervioso.
El arilo del Blighia sapida proporciona vitamina C. Esta última constituye un buen antioxidante. Por lo tanto, favorece las defensas naturales del organismo.
El aki se utiliza por sus virtudes para la salud. Se utiliza especialmente en fitoterapia. Además, sus arilos, cuando están maduros, son un concentrado de beneficios. Estabilizan la presión arterial, facilitan la digestión y estimulan el sistema inmunológico.
El akee contiene fibras. Estas tienen un efecto beneficioso sobre el tránsito intestinal y así limitan los riesgos de estreñimiento. También tienden a mejorar el funcionamiento del sistema digestivo en su conjunto.
Las fibras son conocidas por su capacidad para inducir saciedad. Al contribuir a la regulación del apetito, ayudan a controlar mejor el aumento de peso. Además, participan en la estabilización del nivel de colesterol y de glucemia en la sangre.
Esta virtud de los frutos del aki se debe a la vitamina C. Su acción ayuda a luchar contra el envejecimiento prematuro de las células inducido por los radicales libres y la oxidación. El ácido ascórbico también presenta un efecto revitalizante. Así, es útil para reducir la fatiga, ya sea pasajera o crónica. Por estos efectos, los arilos del akee se recomiendan en caso de resfriado y estado gripal.
El consumo de arilos de las mollejas beneficia un aporte beneficioso de potasio. Este favorece la dilatación de los vasos sanguíneos. Por consiguiente, la circulación de la sangre se realiza sin presión adicional a nivel del corazón. Esto tiene como efecto estabilizar la tensión arterial y prevenir la aterosclerosis, así como ciertas enfermedades vasculares y cardíacas.
La asociación del calcio y del fósforo es beneficiosa para los huesos, limitando así su desmineralización y la pérdida de masa ósea. Estos elementos nutritivos reducen entonces el riesgo de aparición de la osteoporosis.
Los arilos del aki contienen hierro. Es esencial para la producción de glóbulos rojos. La absorción de este mineral a nivel del intestino se facilita aún más por la vitamina C. El consumo de los frutos del Blighia sapida contribuye así a reducir los riesgos de anemia ferropénica.
El potasio y el sodio aseguran el equilibrio electrolítico. Disponibles en gran cantidad en los arilos del akee, estos minerales son esenciales, especialmente para las personas que practican regularmente actividades deportivas. El potasio favorece la relajación muscular, mientras que el sodio juega un papel en la contracción muscular. Juntos, ayudan a prevenir los calambres después de un esfuerzo físico. Sin embargo, una buena hidratación es necesaria para evitar las contracciones involuntarias y dolorosas de los músculos.
Los frutos deben ser recolectados cuando están maduros, cuando se abren por sí mismos y están todavía frescos. Esto permite evitar su toxicidad. Después de esta etapa, pueden deteriorarse y causar la enfermedad de los vómitos de Jamaica debido a un aumento de la tasa de toxinas. Así, hay que evitar recoger los que han caído al suelo.
Después de la cosecha, estos frutos se conservan a temperatura ambiente durante algunos días. Al momento de separar los arilos, es importante quitar bien los filamentos que los unen a las semillas. Estos últimos son tóxicos.
En Europa, puede ser difícil encontrar frutos de akee frescos. Más bien se venden en conserva. Este método de conservación, también llamado apertización, es mucho más práctico y minimiza los riesgos de toxicidad gracias a los controles efectuados previamente.
Las partes comestibles del fruto del aki tienen un sabor parecido al del lichi, es decir, ligeramente dulce. Crudas, tienen un sabor a avellana. También pueden consumirse cocinadas. En Jamaica, la receta tradicional asocia estas pulpas frescas con bacalao y tocino. La preparación también contiene manteca de cerdo, tomates, cebollas, pimiento y hierbas aromáticas. Una vez cocinadas, se parecen a huevos revueltos.
Para preparar los arilos de akee, basta con hervirlos en leche o en una mezcla de agua y sal. Este paso por ebullición se recomienda incluso para los frutos en conserva. Posteriormente, se deben saltear con un poco de mantequilla. Pueden añadirse a un plato de carne o al curry.
La toxicidad de los frutos del aki se debe a las hipoglicinas A y B. La primera se encuentra tanto en el arilo como en la semilla. En cambio, la segunda toxina solo está presente en la semilla. Estas sustancias están disponibles en gran cantidad cuando el fruto aún está verde o si está demasiado maduro. Atacan principalmente al hígado y bloquean la transformación de las reservas de grasa en glucosa. Esto provoca una disminución de la glucemia. Además, las hipoglicinas inhiben la acción de la vitamina B2 (riboflavina).
Los signos de intoxicación surgen generalmente 12 a 24 h después del consumo de los frutos. Pueden aparecer antes si la cantidad ingerida es elevada. Los síntomas comunes son los trastornos digestivos manifestándose por dolores abdominales y vómitos, sin diarreas. Luego, aparecen los desórdenes neurológicos, como convulsiones y pérdida de conciencia. En ausencia de tratamiento, las víctimas de envenenamiento pueden sucumbir, sobre todo las más frágiles y aquellas que están desnutridas.
No existe un tratamiento directo para contrarrestar los efectos nocivos de la hipoglicina. Las acciones previstas buscan restablecer la tasa de glucemia y compensar las pérdidas de agua debidas a los vómitos. En general, se recomiendan las perfusiones de dextrosa o de glucosa. En cambio, el lavado gástrico resulta inútil debido al plazo de aparición de los signos de intoxicación.
Las hojas del aki son utilizadas en medicina tradicional jamaicana. Los arilos, además de su utilización en alimentación, permiten la producción de aceite comestible. Por otra parte, las semillas y la envoltura del fruto son saponificables. Los aceites que se recogen de ellos se transforman en jabón. Este árbol también puede cultivarse como planta ornamental o para la producción de madera. Sus flores sirven para la preparación de loción perfumada para el cuerpo.
El Blighia sapida es una especie indígena de África central y occidental. Fue introducido en Jamaica en 1778. El nombre del género proviene del de William Bligh, un oficial de la marina británica y administrador colonial. Este último importó esta planta a los Jardines Botánicos Reales de Kew desde Jamaica.
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