Todo lo que necesitas saber sobre el E228: descripción, funciones, aplicaciones, efectos secundarios, contraindicaciones y regulaciones

El E228, también conocido como “bisulfito de potasio”, es un aditivo alimentario utilizado principalmente como conservante. Contribuye a preservar el sabor, la frescura así como la textura de los alimentos. Perteneciente a la familia de los sulfitos, esta sustancia química presenta ciertos riesgos para la salud. Por lo tanto, su uso implica adoptar medidas de precaución.

Descripción del E228

El E228 se presenta en forma de polvo blanco, y posee un olor a dióxido de azufre. Pertenece a la categoría de los compuestos inorgánicos. Esta sustancia se obtiene mediante una reacción entre el ácido sulfuroso (SO2) y el potasio metálico. Este proceso se realiza en condiciones controladas en laboratorio. Una vez finalizada la reacción, el bisulfito de potasio es aislado y sometido a una purificación para eliminar las impurezas.

Funciones del E228

En la industria alimentaria, el E228 se emplea como conservante y agente reductor.

Agente conservante

Inhibe la oxidación, el fenómeno responsable de la alteración del sabor, de la textura y del color de los productos alimentarios. La adición de este aditivo permite así conservar la calidad gustativa y visual de los alimentos. Esta sustancia posee igualmente propiedades antimicrobianas. Es capaz de limitar el crecimiento de mohos y bacterias. Esta acción es importante para reducir el riesgo de deterioro rápido y de contaminación de los alimentos.

Agente reductor

Como agente reductor, el E228 se emplea para estabilizar los colores de las preparaciones alimentarias. También puede contribuir a mejorar la textura de los productos de panadería influenciando las reacciones químicas que se producen durante la cocción. Este aditivo es utilizado para controlar los procesos de fermentación en los alimentos, especialmente vinos y frutas ácidas en conserva.

Aplicaciones del bisulfito de potasio

El bisulfito de potasio es ampliamente utilizado en la industria alimentaria. Gracias a su acción conservante, presenta también otras aplicaciones.

Usos alimentarios

El E228 se incorpora a los alimentos procesados, he aquí algunos ejemplos:

• las frutas secas como las pasas, el albaricoque y la grosella negra;
• los zumos de frutas;
• las mermeladas;
• los productos del mar como los camarones, los moluscos y los pescados;
• las verduras en conserva;
• los aperitivos, como las patatas fritas y las galletas;
• los condimentos;
• las cervezas.

Este aditivo ocupa un lugar importante en el ámbito de la enología. Se añade a los vinos con el fin de inhibir la propagación de bacterias y levaduras susceptibles de perturbar el proceso de envejecimiento. Estos microorganismos también pueden dar sabores y aromas indeseables a la bebida. Al neutralizar el oxígeno presente en la botella, contribuye a mantener la frescura del vino.

Por otra parte, esta sustancia química se utiliza como agente esterilizante en la producción de bebidas alcohólicas y de bebidas fuertes.

Otras aplicaciones

El bisulfito de potasio actúa como agente blanqueante en la industria textil. Además, se añade a las formulaciones cosméticas, en particular aquellas que contienen agua, para aumentar su tiempo de conservación.

Efectos secundarios del E228

Una vez ingerido, el E228 se reduce a sulfato inofensivo en el hígado. Luego, es excretado en la orina. Sin embargo, en caso de sobredosis, este aditivo químico puede desencadenar reacciones alérgicas que se manifiestan por:

• dolores de cabeza;
• erupciones cutáneas;
• dermatitis;
• hinchazones;
• picazón.

El consumo excesivo de alimentos que contienen bisulfito de potasio provoca trastornos gastrointestinales como vómitos, náuseas y dolores abdominales.