Shamisen

Características del shamisen

  • Clasificación: instrumento de cuerda
  • País de origen: Japón
  • Materiales: cuerpo de madera, cuerdas de nailon o seda
  • Tesitura: do2-fa2-si bemol2, do2-fa2-do3 o do2-sol2-do3
  • Género musical: música folclórica y clásica japonesa, música tradicional japonesa, pop, jazz, electro, rock
  • Músicos célebres: Kida Rinshōei (1911-1979), Yuzu Natsumi (nacida en 2002), Shirakawa Gunpachirō (1909-1962), Haru Kobayashi (1900-2005), Takahashi Chikuzan (1910-1998)…
  • Canción emblemática: «The Sixth Day Seventh Night» de Gackt en 2004

Todo sobre el shamisen: descripción, historia, tipos, lugar en la cultura, funcionamiento, afinación, aprendizaje y criterios de elección para la compra

Que significa literalmente “tres cuerdas perfumadas”, el shamisen pertenece a la familia de las cuerdas pulsadas. Este instrumento musical japonés a menudo se compara con el laúd, pero se distingue por su largo mástil de diapasón liso. Durante el periodo Edo y en el oeste de Japón, se le llamaba “samisen”. Para tocarlo, el músico utiliza un plectro o bachi con el objetivo de pulsar las cuerdas.

La descripción del shamisen

El shamisen mide entre 110 y 140 cm de largo. Instrumento emblemático de las geishas, cumple con las exigencias del arte del espectáculo tradicional japonés. Sus cuerdas de seda o nylon están tensadas sobre un cordal de tela. De diferente grosor, se denominan respectivamente ichi no ito (primera cuerda), ni no ito (segunda cuerda) y san no ito (tercera cuerda). Esta última, la más grave, está fijada en la cejilla y produce un zumbido particular, similar al de un sitar. El samisen puede asumir el papel de solista o integrarse en un conjunto con otros instrumentos japoneses.

Está compuesto por tres partes principales: el cuerpo “do”, el mástil “sao” y el puente “koma”.

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El “do”

Su cuerpo, cuadrado y plano, toma la forma de un tambor, con ambos lados cubiertos de piel de perro o gato. Los principiantes se inclinan por la primera opción, ya que suele ser menos costosa y más duradera. Sin embargo, los músicos profesionales prefieren la piel de felino, ya que es más delicada y ofrece un mejor sonido. Con la industrialización, han aparecido modelos de plástico.

La madera de koki, árbol cultivado en India, se utiliza tradicionalmente para la fabricación del “do”. Sin embargo, también se emplean maderas de palisandro, morera, membrillo chino, zelkova y nogal.

El “sao”

Este instrumento de tres cuerdas se distingue por su ancho mástil de 62,5 cm, sin trastes. Este último es más delgado, comparado con el del banjo o la guitarra. Sin embargo, su grosor varía según el modelo elegido. Normalmente compuesto de una sola pieza (nobezao) de palisandro o ébano, el sao a veces se divide en tres elementos que se ensamblan. Se trata del kamizao, el nakazao y el shimozao, cuyo conjunto forma el mitsuore (triple). De esta manera, se puede desmontar, guardar y transportar fácilmente. El mástil trasciende el cuerpo del instrumento y sirve como anclaje para las cuerdas. Finas y largas, las clavijas sobre las que se enrollan son de forma hexagonal.

El “koma”

Las cuerdas distribuyen las vibraciones hacia las pieles desde el puente. Este último tiene la función de compartir el sonido y amplificarlo. Los puentes vienen en diversos tamaños y formas. También se ofrecen en diferentes materiales, siendo los más apreciados el palisandro, la barba de ballena, el cuerno de búfalo de agua y el marfil. Estos materiales han sido abandonados en favor del bambú, el plástico y el ébano, que son recursos menos escasos. El koma de marfil es la herramienta predilecta de los Tate-jamisen o profesores de samisen. Produce un sonido amplificado, particularmente buscado. Para los estudiantes, el shari u ox-bone es el modelo a privilegiar.

La historia y el origen del shamisen

El shamisen tiene sus orígenes en el “sanxian”, un instrumento chino de tres cuerdas envuelto en piel de serpiente. Fue introducido en el reino de Ryūkyū al sur de Japón en el siglo XVI. Este último se pronuncia sanshin en la lengua de Okinawa, y se ha convertido en un instrumento emblemático de la música tradicional, acompañando los cantos narrativos y líricos. No se ha retenido ninguna distinción entre el sanxian y el sanshin. Sin embargo, la caja de resonancia del sanshin actual es mucho más grande y más redonda.

Hacia el siglo XVII, apareció en las demás islas del archipiélago japonés gracias al comercio marítimo. La piel de serpiente fue reemplazada por la de perro o gato, ya que era difícil de conseguir. Al cabo de 30 años, se adoptó el nombre shamisen y se estableció su forma básica. El samisen y el sanshin son ahora dos instrumentos distintos.

Las versiones más antiguas fueron fabricadas en Kioto por orden de Toyotomi Hideyoshi. Aunque el instrumento era difícil de dominar, las geishas se entrenaban rigurosamente para presentaciones de entretenimiento destinadas a su clientela adinerada.

El instrumento musical se volvió imprescindible para el kabuki, una forma de teatro tradicional en Japón. Actualmente, el samisen se funde en diferentes estilos de música como el rock. Los grupos Wagakki Band o ROA (Relic Of Ancestor) son sus pioneros. El uso del kabuki en la música actual demuestra el carácter atemporal del instrumento.

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Los diferentes modelos de shamisen

Hay una variedad de shamisens disponibles en el mercado. Cada uno corresponde a necesidades específicas en el campo de la música.

El “hosozao”

En japonés, el término significa “cuello fino”. Como su nombre indica, es el modelo más pequeño de samisen. Tiene un cuerpo cuadrado con un mango esbelto. Este instrumento se utiliza para el nagauta o larga canción épica japonesa. En este contexto, se conoce como shamisen nagauta. El músico lo rasga con sus uñas o usa un bachi de marfil para producir sonido.

El “chuzao”

Su tamaño es superior al del hosozao, y su cuello, más grueso que el de éste. A medida que el mango se acerca al cuerpo del instrumento, el intervalo entre el diapasón y las cuerdas se mantiene, a diferencia del hosozao, donde se debilita. El chuzao se caracteriza por la pronunciada curva a nivel de su cuello, llamada hatomune o pecho de paloma. Esta característica le permite proporcionar una sonoridad más aguda, comparado con su homólogo. Gracias a su versatilidad, es capaz de interpretar numerosos estilos musicales. Esto va desde el canto de teatro tokiwazu hasta géneros modernos como el pop y el jazz, pasando por el kiyomoto, una representación de marionetas joruri.

El “futozao”

Este shamisen es fácilmente reconocible por su mango grueso, de ahí su denominación futozao o cuello grande. El músico lo toca con un bachi de pequeño tamaño dotado de puntas de 7 mm de espesor. Este instrumento es solicitado para tocar música robusta como el gidayū-bushi (canto de relatos dramáticos), el tsugaru min’yō (canción folclórica) o el joruri min’yō (balada dramática) que requiere digitación y muchas improvisaciones. Actualmente, el estilo se compara con el banjo bluegrass.

Otras variantes
También existen otras variantes.

  • El “sankyoku” o “sangen”: este instrumento musical se utiliza en el “jiuta” (música de tierra), el “so” (arpa japonesa) y el “shakuhachi” (flauta de bambú).
  • El “sanshin”: proviene de la isla de Okinawa y está cubierto de piel de pitón indonesio. En lugar de un bachi, se toca con un clavo hecho de cuerno de búfalo.
  • El “kyo o yanagawa shamisen” es el modelo más antiguo.
  • El “selo samisen”: surgido del período “Taisho”, emite un sonido grave.
  • El “tsugaru-jamisen” eléctrico: el futozao tradicional ha recibido modificaciones gracias a dispositivos especiales como amplificadores.
  • El “gottan”: localizado en la prefectura de Kagoshima, está construido con tablas de cedro.
  • El “heike samisen”: este instrumento es adecuado para la canción “heike ondo”, una melodía folclórica en la prefectura de Yamaguchi. Cuenta con un mango más corto que el de otros modelos.

Cabe señalar que el tamaño del bachi, su forma y su material de fabricación varían según el género musical deseado.

El lugar del shamisen en la cultura

El shamisen está profundamente arraigado en las tradiciones y la cultura japonesas. Su valor artístico se amplifica cuando aparece en películas, dibujos animados, música popular y mangas.

En la música popular

Artistas como Glenn Horiuchi, pianista de jazz estadounidense, han tocado el samisen durante sus presentaciones. Otras figuras destacadas como el guitarrista de metal Marty Friedman lo han utilizado para desarrollar un estilo musical único.

Las contribuciones de los grupos de metal y rock Yoshida Brothers y Zenitrash han enriquecido el panorama musical. Hacen hincapié en un juego enérgico, donde se combinan velocidad y twang. Artistas como Miyavi y Kevin Kmetz también han aportado su competencia y experiencia profesional.

Entre los músicos de shamisen contemporáneo figuran Takeharu Kunimoto y Michihiro Sato. El primero toca música bluegrass, mientras que el segundo se especializa en improvisación libre. Yuzu Natsumi, la cantante pop, rinde homenaje al instrumento a través de sus numerosos espectáculos organizados alrededor del mundo.

El instrumento también se utiliza en el jazz japonés gracias a Hiromitsu Agatsuma. En su último álbum, mezcla funk, música tradicional japonesa y música electrónica.

En el cine

El shamisen ha adquirido una notable notoriedad en el universo del séptimo arte. La película Zatōichi de Takeshi Kitano, estrenada en 2003, contribuyó a darlo a conocer al gran público. Cuenta la historia de un vagabundo ciego que se gana la vida haciendo masajes, cantando y tocando el samisen. Detrás de esta fachada se esconde un maestro espadachín que ayuda a los más necesitados.

En los mangas

Los shamisens dan un ambiente misterioso y tradicional a los mangas. El ejemplo más concreto es el título “Gintama”. El samisen funciona tanto como arma como instrumento musical. Bansai Kawakami lo utiliza para deshacerse de sus adversarios durante un combate.

Otro ejemplo es el manga “Demon Slayer”, escrito e ilustrado por Koyoharu Gotōge y Aya Yajima en 2009. Algunas escenas de este manga muestran el instrumento de cuerdas. Su melodía cautivadora también se hace oír.

En los animes

Numerosos dibujos animados valorizan el shamisen. Entre ellos, podemos citar “Naruto” o “Naruto Shippuden”, realizado por el colectivo Yasuharu Takanashi & YAIBA. El anime “Mashiro no Oto”, producido por el estudio Shin-Ei Animation, está completamente centrado en este instrumento. Estrenado en abril de 2021, pone en escena la vida de Setsu Sawamura, un genio del samisen que ya no es capaz de tocar tras el fallecimiento de su abuelo.

El funcionamiento del shamisen

El shamisen contiene dispositivos precisos que dictan su tonalidad. Éstos son controlados, uno por uno, por el fabricante según un proceso meticuloso.

Su fabricación

El proceso de fabricación de un samisen es el mismo que para un banjo o una guitarra. Emplea un mango y cuerdas tensadas sobre la caja de resonancia.

Se requieren varias etapas para lograr un producto final de alta calidad:

  • la elección de los materiales;
  • su corte a las dimensiones requeridas;
  • el lijado para hacer la superficie suave y lisa al tacto;
  • el ensamblaje y montaje de los diferentes elementos;
  • el barnizado para protegerlo contra el calor y la humedad.

Los artesanos pueden añadir detalles artísticos y estéticos para personalizar el instrumento.

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La manera de tocarlo

Antes de tocar el shamisen, es importante sentarse correctamente, arrodillado sobre un zabuton. El músico coloca la parte superior del cuerpo sobre sus rodillas. Este último está protegido por una manta llamada “do kake”. El intérprete utiliza un “yubikake”, pequeño trozo de tela, para deslizar su mano izquierda de arriba abajo del cuello. Puede tocar melodías rápidas y acordes. El bachi es preferible a los dedos para producir un sonido percutivo.

Su notación musical

El shamisen se anota en tablatura y con la ayuda de la notación musical occidental. Las afinaciones son idénticas para todos los samisens, pero la nomenclatura de los nodos en el instrumento es diferente. Por lo tanto, las tablaturas también lo son. Pueden estar escritas en la notación vertical tradicional japonesa o en la notación horizontal, más moderna. La primera se lee de derecha a izquierda, y viceversa para la segunda.

La forma, el nombre y la posición de los nodos varían según el género de samisen utilizado. A modo de ejemplo, los nodos del samisen de estilo min’yō comienzan por 0, mientras que los del estilo jiuta están etiquetados a partir de 1.

La afinación y el mantenimiento del shamisen

Para conservar el shamisen en buen estado y preservar su durabilidad, es necesaria una afinación y un mantenimiento regulares.

La afinación

El samisen no necesita una afinación definida como en un violín o una guitarra. Se afina según el gusto del intérprete o en función del registro del cantante.

Existen tres afinaciones principales para cubrir cada tonalidad:

  • El “honchoshi”: se designa con los nombres “afinación básica” o “afinación de casa”, ya que se considera que las otras afinaciones resultan de ésta. La primera y la tercera cuerda se afinan a una octava. En cuanto a la segunda cuerda, se ajusta a una cuarta, a partir de la primera.
  • El “ni agari”: significa “segunda elevada” o “dos elevados”, en referencia a la altura del “ni no ito”. La segunda cuerda se afina a una quinta por encima de la primera, con la tercera cuerda una octava por encima.
  • El “san sagari”: significa “tres bajados” o “tercera bajada”. El nombre viene del ajuste de la tercera cuerda de honchoshi. Ésta se baja un tono entero.

Estas afinaciones permiten crear una atmósfera diferente durante las representaciones.

El mantenimiento

La limpieza del shamisen se hace con un paño suave después de cada uso. Esta operación previene la acumulación de polvo que puede impactar en el rendimiento sonoro del instrumento.

Se aconseja guardarlo en un lugar seco y protegido de la radiación directa del sol. Los cambios bruscos de temperatura pueden dañar sus componentes o alterar su apariencia.

También hay que inspeccionar frecuentemente el estado de las cuerdas. Si una de ellas está oxidada o deformada, su reemplazo inmediato es necesario para no sufrir una pérdida de calidad sonora.

La manipulación del instrumento debe hacerse con precaución para evitar caídas y golpes que dañarían el cuerpo, el mástil o las cuerdas.

El aprendizaje del shamisen

Talleres abren sus puertas a los apasionados del shamisen. Se dirigen a músicos principiantes e intermedios. Los participantes evolucionan dentro de un colectivo que comparte la misma pasión. Los cursos son impartidos por profesores experimentados.

Numerosas plataformas proponen formaciones para familiarizarse con el samisen. Comienzan con un aprendizaje básico sobre la postura del instrumento y los fundamentos del juego. Algunas escuelas de música también ofrecen programas destinados al aprendizaje de este instrumento de cuerdas.

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Para una enseñanza personalizada en línea o presencial, se recomienda recurrir a un profesor particular.

Cualquiera que sea la opción elegida, paciencia, motivación y práctica regular son las consignas para dominar el samisen.

Los criterios de compra de un shamisen

Antes de comprar su shamisen, debe tener en cuenta algunos criterios:

  • el tipo de instrumento que corresponde al género de música tocado;
  • los materiales de construcción;
  • los accesorios incluidos;
  • el presupuesto;
  • la marca.

France Minéraux le prepara una selección exclusiva de samisens de alta calidad, ideal para los aficionados a la música japonesa. También encontrará en este sitio una amplia variedad de instrumentos de cuerda adaptados a todas las necesidades.

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