Características del pedal

Un pedal está generalmente constituido por las mismas funcionalidades:

• una carcasa de plástico o metal, que protege el circuito electrónico del aparato;
• una entrada o input y una salida u output de tipo jack, por donde circulan las señales;
• un interruptor o switch, que permite encender y apagar el dispositivo;
• un diodo electroluminiscente, para verificar el funcionamiento del efecto;
• una alimentación eléctrica mediante pila o fuente de alimentación externa.

Algunos modelos ofrecen funcionalidades más avanzadas. Entre ellas se encuentran interruptores múltiples, un sistema de guardado de preajustes, integración MIDI o incluso una conexión USB.

Además, otros botones de ajuste manual permiten regular diversos parámetros a mano. El pedal de trémolo está equipado con dos controles ajustables, a saber, la intensidad de la modulación, que indica la profundidad de la variación de volumen, y la velocidad de la modulación. Algunos aparatos ofrecen también la posibilidad de elegir la forma de onda, que puede ser sinusoidal, cuadrada, triangular o de diente de sierra.

Características del efecto trémolo

El trémolo es una modulación de audio electrónica. Es generado por un pedal de efecto, o integrado en amplificadores. Se utiliza comúnmente con guitarras eléctricas, órganos Hammond y sintetizadores para modular periódicamente el volumen de la señal. Este efecto a veces se confunde con el vibrato, que modifica la altura de una nota.

En general, el trémolo es un ornamento diseñado para enriquecer la expresividad de un sonido o conjunto de sonidos. También es una técnica utilizada por instrumentos como el xilófono o la mandolina para prolongar un sonido. Puede ejecutarse con una velocidad de articulación definida por la notación musical, o de manera más libre, creando así un temblor u oscilación lo más rápido posible. Este método exige un dominio técnico y una virtuosidad considerables por parte del intérprete.

Origen e historia del pedal de trémolo

El trémolo fue el primero en estar dedicado específicamente a la guitarra eléctrica, incluso antes que la reverberación. El primer pedal diseñado únicamente para este efecto, el modelo DeArmond, salió en 1948.

Este dispositivo también ha sido integrado en numerosos amplificadores vintage. En los años cincuenta, grandes fabricantes como Fender o Vox lo incorporaron en sus amplificadores.

La confusión entre el trémolo y el vibrato es el resultado de una inversión de términos por parte de Fender. En aquella época, la empresa había comercializado el efecto bajo el nombre de “vibrato”.

Entre los modelos más destacados figuran el Gibson GA-50T (1948), el Fender Tremolux (1955) y el Vibrolux (1956). Las versiones Brownface o Blackface, así como las de Vox y Supro aparecieron en los años sesenta.

En los años setenta y ochenta, el pedal de trémolo fue destronado por los modelos de phaser y chorus. Sin embargo, hizo un fuerte regreso hacia finales de los años noventa, convirtiéndose en un imprescindible para el guitarrista en busca de un sonido auténtico y tradicional. Numerosas empresas desarrollaron después sus propias versiones, ofreciendo diferentes opciones según los modelos.

Funcionamiento del pedal de trémolo

El pedal de trémolo opera produciendo una variación periódica del volumen de la señal emitida por la guitarra eléctrica. Este proceso provoca fluctuaciones regulares en el volumen, confiriendo una sonoridad distinta y cautivadora. La intensidad y la rapidez de los temblores sonoros producidos se controlan ajustando la velocidad y la profundidad de la variación.

El aspecto analógico de las versiones antiguas les confiere un encanto retro. Los modelos más recientes, por su parte, son más avanzados. Permiten explorar sonoridades más contemporáneas, incluso experimentales.

Clasificado entre los efectos de modulación, el trémolo generalmente se coloca en la cadena antes del delay y la reverb. Sin embargo, se conecta después de los pedales de saturación.

Ajustes y mantenimiento del pedal de trémolo

Para garantizar la longevidad de su pedal de trémolo, es conveniente adoptar algunos gestos prácticos.

La adquisición de un pedalboard puede ser una inversión segura para prevenir cualquier daño debido a golpes. Esta solución permite fijar sólidamente su aparato junto a los otros dispositivos de efecto. Si solo posee un pedal, se aconseja colocar el dispositivo en una caja antes de guardarlo en una bolsa. Un truco simple pero eficaz consiste también en emplear un calcetín viejo limpio como funda. Sin embargo, un contenedor rígido es preferible para una protección óptima.

Los botones de ajuste son particularmente sensibles a los golpes, líquidos y al polvo. Así, procure guardar su aparato en un lugar alejado del polvo. Una limpieza en profundidad con aire comprimido se recomienda en caso de suciedad incrustada. El interruptor es también una pieza mecánica sujeta al desgaste y a los daños. Es importante limpiarlo regularmente con un paño para evitar la acumulación de polvo alrededor del eje.

Además, utilice preferentemente modelos en ángulo para las tomas jack. Esto permite ganar espacio en el pedalboard, especialmente para las cadenas de efectos.

En cuanto a la alimentación, asegúrese de cambiar las pilas regularmente. Deben ser retiradas si el aparato está inactivo durante un período prolongado. La tensión y la corriente requeridas por el pedal deben respetarse para una conexión con un transformador, so pena de dañar el aparato.