X

Cuenco tibetano

Características del cuenco tibetano

  • Clasificación: idiófono
  • País de origen: Mongolia
  • Materiales: aleación de siete metales: estaño, cobre, plomo, oro, plata, mercurio y hierro
  • Tesitura:
  • Género de música: relajación, meditación
  • Músicos famosos:
  • Canción emblemática: álbum « Tibetan Bells », de Henry Wolff y Nancy Hennings (1972).

Todo sobre el cuenco tibetano: sus características, su historia, su lugar en la cultura, su fabricación, su conservación musical, su mantenimiento, sus aplicaciones y su compra

El cuenco tibetano está especialmente extendido en la meditación y otras prácticas inspiradas en el budismo. Se trata a la vez de un instrumento musical, de armonía y de relajación. Tiene su origen en las regiones himaláyicas e indias. Por su funcionamiento, su forma y sus beneficios, el cuenco tibetano despierta mucho interés y su uso es cada vez más adoptado en Occidente. 

Las características del cuenco tibetano

Como su nombre indica, el cuenco tibetano es un recipiente que produce sonidos graves o notas agudas en la segunda y tercera octava. Resuena gracias al contacto con un accesorio propio: el mazo. Este es una especie de bastón, que reemplaza el martillo de una campana ordinaria. Constituye un instrumento idiófono, es decir, cuyo sonido se produce a partir de vibraciones. El cuenco tibetano se presenta en tres tamaños: pequeño, mediano y grande. Esta dimensión influye ampliamente en las características generales y específicas, especialmente en cuanto a su peso, sus sonidos y su precio.

instrument-bol-chantant-description

Tamaño y características asociadas

Un cuenco pequeño mide hasta 12 cm de diámetro, produce sonidos muy agudos y emite vibraciones tenues. Su uso es especialmente común en la purificación de piedras energéticas como la turmalina, el ojo de tigre o el cristal de roca. También es muy solicitado en rituales espirituales para estimular el cuerpo y la mente.

Un cuenco de tamaño medio posee entre 12 y 20 cm de diámetro, cuya utilización resulta menos específica que con un cuenco pequeño o grande. Está diseñado principalmente para un uso generalista, permitiendo así enfocarse en una aplicación en particular.

Con al menos 20 cm de diámetro, un cuenco grande emite sonidos más graves. Sus vibraciones revelan más profundidad y la baja frecuencia sonora favorece el enraizamiento. En este sentido, es más apreciado en la práctica del yoga y del reiki, entre otros.

Tipos y sus distinciones

Habiéndose vuelto muy popular en todas las regiones del mundo, el cuenco tibetano se presenta en varios tipos, con múltiples cualidades y características. En el mercado, se distinguen dos tipos, concretamente el cuenco tibetano tradicional y el cuenco de cristal de cuarzo.

Cuenco tibetano tradicional

Esta categoría incluye:

  • los cuencos chinos: sin grandes particularidades ni sonoridad rica; 
  • los cuencos turísticos: fabricados esencialmente con latón, dando una calidad de vibración menor; 
  • los cuencos modernos: de fabricación artesanal con una alta calidad sonora.

Cada modelo muestra particularidades variables según su composición, su sonoridad y las vibraciones que emite. Por ejemplo, el cuenco chino está fabricado a máquina. El cuenco turístico produce una sonoridad monofónica. El cuenco moderno proviene del saber hacer ancestral de un maestro martillador.

Cuenco de cristal de cuarzo

Más del 99% de la composición de este cuenco contiene polvo de sílice. Se trata de una invención reciente, popularizada en los años cuarenta y cinco con los avances de las investigaciones sobre las propiedades del cuarzo. Herramienta terapéutica y de relajación, el cuenco de cristal de cuarzo permite crear una onda frecuencial asociada a una nota y a un chakra. También posee una frecuencia vibratoria que le es propia.

instrument-bol-chantant-fonctionnement

Materiales de composición

Tradicionalmente, un cuenco tibetano está constituido por una aleación de siete metales correspondientes a los siete chakras y a los siete cuerpos celestes. Las propiedades energéticas y terapéuticas de este instrumento son intrínsecas a esta cualidad de la composición.

En principio, un cuenco tibetano está fabricado con:

  • mercurio: referente a Mercurio; 
  • cobre: asociado a Venus; 
  • hierro: vinculado a Marte; 
  • estaño: correspondiente a Júpiter; 
  • plomo: remitiendo a Saturno; 
  • plata: atado a la Luna; 
  • oro: conectado al Sol.

Del conjunto de estos componentes, el cobre representa el 70% de la composición, frente al 29% del estaño. Sin embargo, existen cuencos lunares, caracterizados por un sonido cristalino y compuestos mayoritariamente de plata.

La historia del cuenco tibetano

El ancestro del cuenco tibetano es originario de Mongolia. Los mongoles fabricaron un pequeño recipiente de cobre desde hace más de 4.000 o 5.000 años. En aquel período, el uso era puramente culinario, siendo el cuenco un utensilio de cocina. Más tarde, los monjes budistas del Tíbet lo descubren y se interesan particularmente por las vibraciones provocadas por la percusión con el mazo. Profundizan sus investigaciones y perfeccionan su fabricación para llegar a la forma actual del cuenco. Este último se ha vuelto emblemático, y su uso se ha extendido por todo el Himalaya y en las regiones vecinas. Numerosas prácticas de meditación, yoga, curación y espiritualidad lo utilizan como herramienta ritual. Los métodos de fabricación así como los materiales de composición no han dejado de evolucionar a lo largo de los siglos para desarrollar aún más las vibraciones sonoras. El cobre inicial dio paso a una aleación de cobre y zinc, luego el estaño y el plomo se añadieron a los componentes. El color de este instrumento musical también se ha vuelto más claro. 

De los sacerdotes Bön a los monjes budistas

El saber hacer de la fabricación del cuenco tibetano se convierte en un patrimonio cultural, transmitido de generación en generación. La herramienta adquiere más notoriedad y continúa extendiéndose por el mundo. Los sacerdotes chamanes añadieron posteriormente oro en la composición, modificando radicalmente los sonidos producidos. Históricamente, el uso de este instrumento en la religión Bön ha influido en el del budismo tántrico. Posteriormente, este último democratizó esta utilización, habiendo participado en su expansión a través del mundo entero. 

Controversia

Sin embargo, algunos etnomusicólogos solo encuentran trazas de este instrumento en los rituales budistas a partir de los años setenta, discutiendo así los orígenes tibetanos. La historia de la música de estas regiones no parece mencionar esta herramienta, presentándola como un hecho nuevo. No obstante, varias provincias de Asia han utilizado cuencos de metal, latón o bronce. El interés por las sonoridades data de los años sesenta. En Nepal, el cuenco tibetano se ha desarrollado ampliamente, con el turismo que ha participado en su popularidad. Los herreros nepalíes y los mineros tibetanos unen su saber hacer y sus competencias para producir cuencos con un sonido sutil y vibraciones más elevadas. El descubrimiento de la aleación de siete metales para la composición se remonta a ese mismo período. Las técnicas son cada vez más avanzadas, con nuevos poderes vibratorios. El cuenco tibetano, su fabricación y sus poderes han viajado con el tiempo y los nómadas. Más tarde, este instrumento se convierte incluso en una moneda de cambio.   

El lugar del cuenco tibetano en la cultura

En 1972, Henry Wolff y Nancy Hennings grabaron por primera vez música con cuencos tibetanos. El álbum se titula “Tibetan Bells” y figura entre los más emblemáticos de este instrumento. Este último ocupa también un lugar preponderante en las prácticas culturales, tradicionales y espirituales. Hoy en día es un accesorio privilegiado en varios tipos de ejercicios de meditación y relajación. En litoterapia, sirve en los rituales de purificación.

La fabricación del cuenco tibetano

Generalmente, los cuencos tibetanos disponibles en el mercado son de fabricación artesanal. Son producidos por artesanos, a menudo hinduistas o musulmanes. Han sabido combinar un saber hacer ancestral con perfeccionamientos modernos. Además, los locales sirven a la vez de taller de producción y de lugar de habitación de los herreros. Estos últimos son también trabajadores temporeros, volviendo a casa en temporada baja para celebrar las fiestas religiosas en familia. La fabricación de cuencos tibetanos puede hacerse durante las temporadas de verano e invierno. Este período influye sensiblemente en la sonoridad del objeto, debido a los esfuerzos y las condiciones de martilleo variables según las estaciones. Por ejemplo, el ensamblaje de las moléculas de los metales no es el mismo en verano e invierno, y el trabajo requerido para el martilleo cambia en consecuencia.

Los instrumentos resultan de una obra rigurosa, que los nepalíes y los tibetanos han realizado durante generaciones. Si los procesos de fabricación son comunicados, la elaboración de la composición de la aleación sigue siendo secreta. En efecto, los artesanos son los guardianes de la tradición, y protegen especialmente la proporción respectiva de los metales utilizados. 

Los dos principales métodos de fabricación son el moldeado y el martilleo. Los de cristal de cuarzo son producidos exclusivamente por moldeado.

instrument-bol-chantant-apprendre

Etapa de moldeado

En un primer momento, los artesanos realizan la torta de aleación del cuenco tibetano componiendo la fórmula con los metales. Estos son calentados a muy alta temperatura para hacer resaltar la coloración esperada. La calidad sonora del instrumento depende del número de metales. Por ejemplo, la de un cuenco de cinco metales resulta más elevada que la de un modelo de latón. La mezcla fundida es vertida luego en un molde de caliza antes de ser martilleada para obtener discos planos o tortas.

Etapa de martilleo

La siguiente etapa consiste en hornear la torta de aleación para hacerla maleable. Los herreros se equipan con herramientas para dar, alternativamente y de forma sincronizada, golpes de martillo. La precisión de los golpes y de los movimientos garantiza la calidad del cuenco, tanto en su sonoridad como en su apariencia. Esta etapa de la fabricación implica a cuatro obreros, tres martilladores y un capataz o jefe martillador. Este último cambia regularmente la posición de la torta con unas largas pinzas. También le corresponde verificar si es necesario volver a poner la torta en el horno para mantener su maleabilidad. Los obreros reconocen la calidad del trabajo a través del sonido emitido con cada golpe de martillo. El instrumento toma forma progresivamente, y el capataz da los golpes finales. Ejecuta los últimos gestos sobre un tajo, provisto de un martillo y unas pinzas. Luego, pone el cuenco ardiente en el agua para consolidarlo. 

Etapa de desbarbado

Una vez solidificado, el cuenco tibetano todavía conserva algunos excedentes de metal, ya sea en el interior o en sus bordes. Los obreros los quitan haciendo girar el cuenco sobre sí mismo y a gran velocidad, a través de una máquina giratoria. Esta etapa de desbarbado consiste también en limar las paredes del objeto cantante.

Etapa de pulido

El pulido resulta importante para redondear las aristas del cuenco tibetano. Le da a este último su aspecto y su sonoridad. En principio, la sonoridad de un cuenco tibetano moldeado es básica, es decir, monofónica. En cambio, si la composición comprende cinco metales, la duración del sonido es más larga, pudiendo acompañarse de una segunda armónica.

Etapa de acabados

Las últimas mejoras del cuenco tibetano corresponden a la etapa de acabados. Esta comprende el remojo en ácido, la inscripción de grabados y la pintura de los símbolos, entre otros. El ácido confiere al objeto su coloración final, el aspecto antiguo de la pátina, además de equilibrar las vibraciones que va a emitir. Este compuesto químico mineral aporta también más precisión y armonía a las notas. Los grabados constituyen elementos decorativos, trabajados con precisión y minuciosidad. Los motivos en relieve o los dibujos son generalmente referencias a la cultura budista, como los mantras y los símbolos. 

La conservación musical del cuenco tibetano

El cuenco tibetano produce una multitud de notas musicales gracias a los diferentes metales de su aleación. Sin embargo, estos no vibran en una misma frecuencia, explicando así las variedades de sonidos transmitidos. Este objeto emite una nota principal alrededor de la cual gravitan varios armónicos. Existen tres posibilidades para la notación musical. Puede tratarse de una notación de solfeo, de una notación anglosajona o de una notación musical en número arábigo (NMNA).

La siguiente tabla presenta la correspondencia:

SolfeoDoReMiFaSolLa
Notación anglosajonaCDEFGA
Notación musical en número arábigo123456

Un cuenco tibetano afinado en do puede así ser indicado por la letra C en notación anglosajona o I en NMNA.

Los consejos de ajuste y mantenimiento

Aunque el cuenco tibetano esté creado o afinado en una nota fundamental, no es raro que esté entre dos notas. En cuanto a los cuencos de cristal de cuarzo, no presentan los mismos casos, ya que están confeccionados con un solo material.

¿Cómo conocer la frecuencia y afinar este instrumento?

Un analizador de espectro sonoro es adecuado para conocer la frecuencia de un cuenco tibetano. Esta aplicación existe en diferentes versiones. Su funcionamiento solo requiere la autorización del micrófono del Smartphone. Antes de comenzar a hacer cantar el objeto y observar el resultado del espectro en la pantalla, se aconseja elegir un lugar tranquilo. De lo contrario, ruidos parásitos pueden alterar la precisión del análisis efectuado por el programa. Los cuencos tibetanos vibran en una frecuencia media comprendida entre 100 y 900 Hz. Una nota musical está a menudo asociada a una frecuencia precisa. A título indicativo, la siguiente tabla desarrolla un ejemplo de esta correspondencia para la música occidental. La afinación es aquí en 440 Hz.

Octava
Nota1234
Do65,4130,8261,6523,3
Re73,4146,8293,7587,3
Mi82,4164,8329,6659,3
Fa87,3147,6349,2698,5
Sol98196392784
La110220440880
Si123,5264,9493,9987,8

Para hacer cantar el cuenco, es necesario utilizar un palo o una maza. Está confeccionado en madera, con un extremo recubierto de cuero o de ante. La madera hace resonar frecuencias agudas, y el cuero, notas bajas. El tamaño de este accesorio es proporcional a la dimensión del instrumento. Es decir, un gran cuenco tibetano necesita un palo grande, frente a un palo pequeño para un cuenco pequeño.

instrument-bol-chantant-culture

¿Cómo mantener este tipo de instrumento?

De entrada, la presencia de manchas de oxidación es normal en este objeto, especialmente si es antiguo. Además, este instrumento no teme a los productos químicos, tanto más que su acabado se ha efectuado con ácido. Los consejos de mantenimiento se refieren a una limpieza regular de las huellas dactilares con un paño suave. Algunos purifican su cuenco haciéndolo resonar y acompañando el gesto de un sentimiento de gratitud, de respeto y de intención. Finalmente, se recomienda proteger este objeto de las caídas, especialmente sobre baldosas, con el riesgo de provocar grietas o fisuras. 

Las aplicaciones y el uso del cuenco tibetano

El cuenco tibetano es un instrumento ritual con dos modos de utilización. Por un lado, emite sonidos y vibraciones gracias al golpe con el mazo de madera. Por otro lado, resuena también al contacto de un bastón de madera que se hace girar lentamente en su borde exterior. En ciertos casos, es posible producir sonoridades frotando. Con el riesgo de ahogar los sonidos con los dedos, se aconseja sostener el cuenco en la mano, manteniendo la palma abierta.

Aplicaciones generales

Las aplicaciones son múltiples para ampliar las experiencias con este objeto cantante:

  • para purificar las piedras y los cristales, es indispensable disponerlos en el interior, luego hacer resonar el instrumento; 
  • para disfrutar de sus beneficios en automasaje, basta con colocarlo sobre el cuerpo y hacerlo cantar; 
  • algunas personas llenan el cuenco de agua para provocar la formación de pequeñas burbujas durante el uso; 
  • para las sesiones de meditación, hay que hacer sonar el instrumento, luego concentrarse en los símbolos que figuran en el objeto.

Incluso es posible utilizar el cuenco tibetano como utensilio de cocina, para comer por ejemplo.

Armonización de los chakras

Entre las aplicaciones del cuenco tibetano figura la armonización de los chakras. Esta práctica consiste en restablecer el equilibrio energético, trabajando sobre la nota que corresponde a cada centro energético.

Así, para armonizar los chakras, hay que tocar:

  • la nota do para estimular el chakra raíz, asociado a la estabilidad y el enraizamiento;
  • la nota re para activar el chakra sacro, simbolizando la creatividad y las emociones;
  • la nota mi para despertar el chakra del plexo solar, representando la voluntad y la autoestima;
  • la nota fa para armonizar el chakra del corazón, vinculado al amor y a la armonía;
  • la nota sol para equilibrar el chakra de la garganta, asociado a la comunicación y a la verdad;
  • la nota la para despertar el tercer ojo, chakra frontal que representa la sabiduría y la intuición;
  • la nota si para estimular el chakra coronal, símbolo de espiritualidad por excelencia.

Según sus necesidades, conviene así hacer cantar el cuenco en la nota correspondiente.

Los beneficios para la salud

El cuenco tibetano produce ondas sonoras que actúan sobre el cuerpo y la mente. Proporciona así numerosos beneficios para la salud. Por ejemplo, la propagación de las vibraciones en los tejidos alivia las tensiones musculares favoreciendo a la vez el adormecimiento y el sueño. Este instrumento ritual ayuda a equilibrar las emociones y a cultivar la tolerancia y la relajación en uno mismo. Desarrolla la memoria, la concentración y la capacidad de soltar. También ayuda a gestionar el estrés y a calmar el sistema nervioso.

Los criterios de elección de un cuenco tibetano

La calidad de un cuenco tibetano se mide a partir de criterios precisos, entre ellos la aleación de metales y el modo de fabricación. El método artesanal se reconoce por las irregularidades de textura u otras trazas que revelan una fabricación a mano. Para la composición, este instrumento está idealmente confeccionado con cinco o siete metales. Sin embargo, la elección de un cuenco tibetano es una cuestión de sensación e intuición. Es indispensable prestar atención a sus sentimientos mientras se observan los detalles del objeto: grabados, inscripciones, símbolos, etc. En la medida de lo posible, también se recomienda hacer resonar y escuchar lo que los sonidos producen en uno mismo.

El marketplace France Minéraux ha seleccionado cuencos tibetanos auténticos y de calidad. Consulte el catálogo para descubrir aquel que le proporcionará distensión y relajación cotidiana. 

Volver arriba

Buscar productos

El producto se ha añadido a su cesta