X

Chabreta

Características de la Chabreta

  • Clasificación: instrumento de viento
  • País de origen: Limousin (Francia)
  • Materiales: latón para las cadenas, materiales vegetales (cerezo, boj, saúco) y animales (hueso, cuerno, piel) para las decoraciones, hueso o cuerno para la fontanela, textil (seda, terciopelo, algodón) para el “traje” de la bolsa
  • Tesitura: una octava y una segunda aumentada
  • Género de música: cantos religiosos y villancicos, canciones populares, músicas tradicionales, cantos de búsqueda
  • Músicos célebres:
  • Canción emblemática: «Chabretas, las gaitas con espejos del Limousin» (1999).

Todo lo que debe saber sobre la chabrette: sus características, su historia, su lugar en la cultura, su funcionamiento, sus técnicas de interpretación, su afinación y su aprendizaje

La chabrette, instrumento culto originario del Lemosín, está emparentada con la gaita en diferentes aspectos. Sin embargo, posee características distintivas que la sitúan en una categoría casi única. Investigadores y musicólogos se interesan por ella, e intentan rastrear sus orígenes así como su lugar en la historia de la región. Esta variante lemosina de la cabrette es representativa de la música popular durante el siglo XIX.

La chabrette y sus características

Visualmente, la chabrette comparte similitudes con la gaita del Centro y los instrumentos vecinos. A veces se considera una variante, retomando numerosos elementos.

instrument-chabrette-description

Características generales

Desde un punto de vista global, este tipo de gaita típica del Lemosín incluye:

  • un insuflador equipado con una válvula antirretorno;
  • un fuelle recubierto de un “traje” de algodón, terciopelo o seda;
  • una empeine o una caja que sostiene el pequeño bordón y el oboe;
  • una rueca;
  • un gran bordón lateral o bordón de brazo con una perforación triple doblada en “S”;
  • un pequeño bordón que sirve para completar el acorde;
  • un oboe con un mecanismo de llave, varios segmentos y una lengüeta doble;
  • una fontanela;
  • un pabellón en forma de campana para amplificar el sonido;
  • espejos que sirven como adornos.

Cada uno de estos elementos posee especificidades que permiten observar las diferencias con los modelos a los que la chabrette está asociada. Por ejemplo, está equipada con una especie de linterna (la fontanela) confeccionada en hueso o cuerno para camuflar la llave. Una de las principales distinciones de la “chabreta” (su denominación local) es la presencia de espejos de estaño que decoran la empeine. Esta particularidad le valió el nombre de “gaita de espejo”. El oboe revela una perforación longitudinal de siete agujeros de juego, frente a una perforación cilíndrica para los dos bordones. En términos de afinación, el pequeño bordón se sitúa una octava por debajo de la fundamental del oboe, frente a dos octavas para el gran bordón. El hueso, el cuerno y el estaño aseguran las conexiones, además de servir como elementos decorativos.

Elementos estéticos

Los detalles estéticos de la chabrette merecen una atención particular, ya que testimonian su originalidad y su uso en un entorno social acomodado. De entrada, atraen la mirada por su riqueza, tanto en número como en símbolos. Algunos utilizan el término “sobrecarga” para evocar los elementos presentes, como el estaño, el cuerno, el marfil, el boj, etc. Estos objetos llevan signos religiosos, cosmogónicos y otros: Sol, estrellas, custodias, corazones, etcétera.

Sin embargo, algunos aseguran una función musical, más allá de un trabajo procedente de técnicas de fabricación sofisticadas. Por estos accesorios, la chabreta se presenta como un objeto de valor, lejos de ser una gaita ordinaria o popular. Cada pieza constitutiva puede llevar decoraciones, grabados, inscripciones, serpentinas o espirales. Incluso cadenas de latón están enganchadas en los bordones.

Esta estética compleja confiere a la chabrette un atributo que supera su estatus de instrumento musical. En efecto, se asemeja a una verdadera joya de carácter misterioso.

La chabrette y su historia

La chabretta está cargada de historia, aunque ésta haya sido transmitida oralmente y haya dejado muy pocas huellas escritas. Originaria de Limoges, se practica esencialmente en el Lemosín: Dordoña, Alto Vienne, Quercy y Corrèze.

Los “chabretaires” (denominación de los músicos) del siglo XX tocaban varios tipos en la época, algunos auverneses y otros borbones.

Por el contrario, la chabrette era típica de su región, y ha suscitado el interés de numerosos etnomusicólogos como Eric Montbel. Este último emprendió trabajos de investigación a partir de 1975, acompañado de conocidos fabricantes como Thierry Boisvert y Claude Girard. Fueron capaces de encontrar 120 ejemplares antiguos, que les sirvieron como modelos para retomar la fabricación de este tipo de cabrette.

Por otra parte, comparte una historia con las gaitas de Poitou. Su primer uso revestía también un carácter culto, no musical. En este sentido, la chabrette no contaba entre los instrumentos clásicos, y menos aún populares ni tradicionales. Tampoco figura en el registro folklórico. Esta versión lemosina de la musette continúa despertando la curiosidad, pues permanece misteriosa y alimenta importantes investigaciones en historia y musicología.

La concepción simbólica de los adornos, desde sus formas hasta sus particularidades, sugiere una multitud de hipótesis en cuanto a su significado. Por ejemplo, algunos sostienen que el espejo tiene como función principal recordar el Sol y la luz. Otros evocan la eventualidad de una superstición de devolver la luz mística. Los signos parecen a la vez extraños y poéticos, alimentando un imaginario rico, en el sentido de lo Sagrado. La asociación de materias vegetales (saúco, boj, cerezo…) y animales (cuerno, piel, hueso…) también plantea interrogantes. Numerosos investigadores intentan responder a través de rasgos culturales propios de la comunidad.

Formando parte de un patrimonio popular, la chabrette a veces encarna la personificación de un animal con:

  • una cabeza (caja);
  • una lengua (lengüeta);
  • una piel (fuelle);
  • un pie (oboe).

Todos estos caracteres refuerzan la originalidad de esta variedad de gaitas, a veces considerada como una verdadera obra maestra artística.

instrument-chabrette-fonctionnement

La chabrette y su lugar en la cultura

Todo lo que compone la chabrette es portador de significados, ya sean los materiales, las formas y su disposición. Cada detalle respeta una regla precisa cuyo secreto solo conocen los fabricantes. Conviene señalar que este modelo es el único que contiene una caja incrustada de espejos, al menos en Francia. El lugar de este instrumento musical en la cultura es intrínseco a sus particularidades estéticas, que sugieren un papel místico en tiempos antiguos. Sin embargo, los pocos archivos sobre este tema dan lugar a múltiples teorías. Numerosas obras tratan este tema, desde ensayos antropológicos hasta cuadernos de repertorio, sin olvidar la reflexión sobre este patrimonio. La bibliografía es esencialmente propuesta por Eric Montbel.

En cuanto a la discografía, resulta ecléctica a través de obras como:

  • “Vive la Musique Traditionnelle” (2003);
  • “Mironfa” (2013);
  • “Chabretaires à Ligoure” (1997);
  • “De Prime Abord” (1994);
  • “Chabretas, les cornemuses à miroirs du Limousin” (1999).

Este último título constituye otro trabajo realizado por Eric Montbel.

La chabrette y su funcionamiento

El funcionamiento de la chabrette es análogo al de las gaitas utilizadas en toda Europa occidental. Pertenece a la música modal, es decir, basada en una sola escala, con modos mayores y menores. Comparada con la música tonal, la modalidad se muestra más simple, exenta de toda complicación. Las melodías producidas por la chabretta le permiten sin embargo ser integrada en estilos variados, como la polka o el vals.

La expresividad

Con una escala melódica cromática, la chabrette se caracteriza por una tonalidad aguda, comparada con la de las gaitas ordinarias. Sin embargo, la perforación de tres tubos paralelos ofrece la oportunidad de alcanzar una tonalidad grave. Este instrumento también seduce gracias a las variaciones de modo que permite, y esto, dentro de una misma pieza. El chabretaire puede cambiar de tónica gracias a las terceras (mayores o menores), a las digitaciones (cubiertas y deslizadas) y a la modificación de la columna de aire. Esta expresividad es así propia de esta variedad lemosina, ausente de las otras variantes occidentales. Otros efectos son posibles, como el “lamento” así como el “vibrato ligero”. En términos de repertorio, esta musette del Lemosín ha permitido tocar cantos de cuestación, cánticos, así como cantos de la Pasión o de Navidad. Su uso cripto-religioso se refleja a través de este tipo de registro.

Los bordones

Los bordones juegan un papel determinante en la sonoridad de la chabrette. Constituyen la base del funcionamiento general de este instrumento, a través de la combinación de técnicas de interpretación. Estas comprenden los vibrados, las ornamentaciones y los efectos sonoros. Por otra parte, estos elementos de la chabretta sirven para mantener la estabilidad del sonido. También es importante precisar que el volumen sonoro de esta prima de la gaita es constante. El temperamento utilizado está construido sobre el de la escala natural, es decir, con una progresión de los armónicos. El sonido de los bordones, a través de diversas técnicas, produce efectos de sorpresa, de silencio o incluso de articulación, en función de los contextos.

La fabricación

La fabricación de la chabrette traduce su riqueza, su historia y su proceso de creación. En los años 1970, los chabretaires evocaron la importancia de este instrumento en la transmisión de la memoria y en la filiación. Se trata de un patrimonio no solo cultural, sino también físico. En efecto, numerosos músicos han heredado los materiales de sus ascendientes. Todos coinciden en decir también que cada chabretta es única, siendo su concepción el reflejo de la desbordante imaginación de su fabricante.

La personalización establece también la noción de autenticidad, pues las chabrettes pueden conservar los cánones estéticos de antaño, disponiendo al mismo tiempo de elementos nuevos. Estos últimos se distinguen a través de materiales, decoraciones o colores sonoros distintos. En algunos casos, los fabricantes dan rienda suelta a su imaginación durante los trabajos sobre los motivos, los anillos o los objetos incrustados. En los talleres contemporáneos, niños participan en la fabricación de su propio material, eligiendo ellos mismos las formas y los materiales, incluso el timbre. En este último caso, el fabricante se concentra particularmente en la regulación de las lengüetas.

En resumen, por su fabricación, la chabrette es a imagen de su propietario, y construye su identidad de cierta manera.

La chabrette y sus técnicas de interpretación

Las bases del juego de la chabretta son la gestión del fuelle y el control del sonido. Estos ejercicios parecen difíciles al principio, pero se dominan con la práctica. La primera etapa es encontrar la presión suficiente para accionar las lengüetas haciendo vibrar sus laminillas. La estabilidad de esta presión genera una sonoridad homogénea, mientras que el aumento progresivo de la presión del aire determina la calidad sonora.

Los antiguos músicos privilegiaron una digitación abierta, a veces considerada como la digitación natural. El juego obtenido se caracteriza por su carácter depurado. El picoteo genera más virtuosismo a través de una utilización del vibrato.

Concretamente, para tocar la chabrette, se aconseja:

  • soplar en el insuflador para hinchar el fuelle de aire;
  • posicionar el fuelle bajo el brazo;
  • colocar el bordón sobre el otro brazo;
  • apretar el fuelle para hacer vibrar las lengüetas (producción del sonido);
  • regular los bordones ajustando los acordes con el oboe.

Cada gesto reviste un carácter importante, casi solemne, para el chabretaire.

La chabrette y su afinación

La chabrette moderna ha sido objeto de múltiples retoques, siendo muy raras las huellas de las primeras versiones. La afinación pasa por los armónicos, a través del acordado de los bordones y del oboe. También es esencial recordar que la estabilidad del sonido depende de la presión de aire en el fuelle. Aquellos que están familiarizados con la música de las zampognes italianas o de las musettes barrocas se encuentran fácilmente en este enfoque.

La chabrette y su aprendizaje

Gracias al relanzamiento de la fabricación y de la práctica de la chabrette, las opciones de aprendizaje son numerosas. Por ejemplo, el Conservatorio de Limoges dispone de un departamento de música tradicional que incluye estos instrumentos entre las disciplinas propuestas. La práctica de músicas colectivas representa igualmente otro medio para progresar rápidamente.

Por otra parte, el aprendizaje de esta vecina de la gaita también puede pasar por la danza que acompaña, estando estas dos disciplinas relacionadas en esta cultura. En cierto modo, la música tocada tiene raíces en el ritmo, el canto y los movimientos. Por lo tanto, los vídeos sobre estas prácticas tradicionales disponibles en la Red dan algunas pistas en términos de técnicas y musicalidad.

Escuchar grabaciones o contenidos sonoros ayuda a impregnarse de las sutilezas de este tipo de instrumento de viento. Los conocedores recomiendan poner en bucle las músicas para captar todos los matices posibles.

France Minéraux pone a disposición chabrettes de calidad para aquellos que deseen descubrir este instrumento musical de viento originario del Lemosín.

instrument-chabrette-apprendre
Volver arriba

Buscar productos

El producto se ha añadido a su cesta