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La batería electrónica es un instrumento de percusión que reproduce los sonidos de una batería acústica, con múltiples funcionalidades adicionales. Equipada con pads que reemplazan los platillos, los toms y la caja, permite a los bateristas personalizar su experiencia sonora y disfrutar de una variedad de funcionalidades. Desde su invención, este instrumento se ha adaptado a diferentes usos musicales.
El diseño general de la batería electrónica se inspira en la batería acústica o tradicional.
Este instrumento se compone de pads, dispositivos compactos que reemplazan los toms, la caja y los platillos. Pueden adoptar diversas formas según la marca del producto. Habitualmente, están diseñados a partir de tres tipos de materiales: mallas, caucho y silicona.
El otro elemento constitutivo de la batería electrónica es el módulo. Se trata de un dispositivo equipado con un convertidor de señales. Desde el exterior, está dotado de múltiples botones de control, y a menudo va acompañado de una pequeña pantalla. Sin embargo, puede ocurrir que el convertidor no esté integrado en el módulo, representando así una pieza separada. Esta característica se observa habitualmente en productos más antiguos.
A esta lista se añaden las baquetas, utilizadas para golpear los pads, y el rack, un soporte que mantiene unidos los diferentes componentes.
Además, la batería electrónica va acompañada de una amplia gama de accesorios. Entre ellos figuran los pedales como los dedicados al hi-hat o al bombo, los auriculares, el amplificador, el micrófono, etc.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que según el modelo y la marca del instrumento, algunas de estas piezas no están incluidas en el paquete al comprarlo, y deben adquirirse por separado.
Entre las marcas más apreciadas figuran Yamaha, Pearl, Alesis y Roland. Cada una de ellas ofrece instrumentos con características distintivas.
La creación de la primera batería electrónica se remonta a principios de los años 1970. Fue elaborada por Graeme Edge, baterista del grupo de rock inglés The Moody Blues, en colaboración con Brian Groves, un profesor de la Universidad de Sussex en Inglaterra. El instrumento apareció en la canción “Procession” de la banda. Esta composición musical es extraída del álbum “Every Good Boy Deserves Favor” lanzado en 1971.
En 1973, el grupo de música electrónica alemán Kraftwerk empleó módulos de batería electrónica. Estos últimos se distinguían por el hecho de que aún no tenían en cuenta la fuerza del golpe.
Tres años más tarde, en 1976, la empresa Pollard Industries lanzó la primera variante comercial de este instrumento de percusión, bautizada “Pollard Syndrum”. Este aparato estaba equipado con uno o varios pads y un generador de sonido eléctrico.
Otros fabricantes rápidamente siguieron sus pasos desarrollando su propia versión del dispositivo. Las baterías electrónicas ganaron así popularidad en los años 1980, siendo la marca Simmons la referencia en esa época. En 1981, su producto estrella, el “SDS-5”, llamó particularmente la atención.
Actualmente, la batería electrónica encuentra su lugar en múltiples géneros musicales, ya sea hip-hop, jazz, electrónica, rock, metal o reggae. En efecto, esta última dispone de una plétora de funcionalidades que la hacen versátil.
Entre los grupos más populares que han adoptado este instrumento, pueden citarse Radiohead, Nine Inch Nails y Linkin Park. Músicos como Phil Collins, Stewart Copeland de The Police, Prince y Sly Dunbar también la han utilizado o integrado en sus composiciones.
El pad de una batería electrónica está equipado con un sensor. Cuando es golpeado por una baqueta, genera una señal eléctrica analógica que es interpretada y traducida por el convertidor. Este último es capaz de procesar simultáneamente varias señales provenientes de diferentes pads en función del número de entradas disponibles. Luego emite un mensaje MIDI (Musical Instrument Digital Interface), compuesto de notas, el cual es decodificado y convertido en un sonido correspondiente por el módulo.
La batería electrónica se toca básicamente de la misma manera que la batería tradicional. Sin embargo, en lugar de golpear tambores físicos, golpeas pads.
Como principiante, comienza por identificar y memorizar los diferentes sonidos producidos por cada pad golpeándolos con las baquetas. Este enfoque también se aplica si tu batería electrónica está equipada con pedales.
Al principio, el objetivo es mejorar la velocidad, la coordinación y el ritmo. Empieza con el ejercicio básico que consiste en golpear el pad alternativamente con tu mano derecha e izquierda. Sigue el esquema: derecha, izquierda, derecha, izquierda, y así sucesivamente.
Progresivamente, aumenta tu velocidad a medida que ganas soltura. Una vez que domines esta etapa, intenta dar dos golpes de baqueta con la mano derecha, luego dos golpes con la mano izquierda. El modelo se convierte entonces en: derecha, derecha, izquierda, izquierda, derecha, derecha, izquierda, izquierda…
Luego, acepta el desafío pasando al ejercicio del paradiddle cuyo esquema es el siguiente: golpes de baqueta derecha, izquierda, derecha, derecha, seguido de izquierda, derecha, izquierda, izquierda…
Como con cualquier instrumento, la práctica es la clave del éxito. Dedica regularmente un poco de tiempo a ejercitarte para perfeccionar tu técnica. Practicar incluso solo 15 minutos al día puede tener un impacto significativo.
La batería electrónica viene acompañada de un manual de usuario: puede ser sensato revisarlo y tomarse el tiempo de experimentar con cada parámetro del instrumento. No dudes en realizar ajustes, sabiendo que siempre es posible volver a los parámetros de fábrica en caso de necesidad. Intenta, por ejemplo, ajustar los diferentes controles internos de un efecto de audio, y observa cómo este ajuste influye en el sonido. Además, los recursos en Internet permiten comprender mejor la función y el impacto de ciertas modificaciones.
La batería electrónica requiere poco mantenimiento. Basta con limpiarla de vez en cuando con un paño para evitar la acumulación de polvo y suciedad. Elige un lugar protegido de la humedad y de la luz solar directa para guardarla.
Numerosos tutoriales en línea ofrecen la posibilidad de explorar el arte de tocar la batería electrónica de forma autodidacta. Estos recursos generalmente guían desde las bases hasta la explotación de efectos para crear sonoridades únicas. Es posible acceder a cursos en diversas plataformas como YouTube o incluso en foros de bateristas.
Instruirse junto a un profesional presenta la ventaja de beneficiarse de la experiencia de un especialista a lo largo del aprendizaje. Además, permite hacer preguntas para superar eventuales dificultades.
La batería electrónica se vende tanto en tiendas especializadas como en Internet. Para garantizar una adquisición sin riesgo en línea, opta por sitios fiables como France Minéraux. Encontrarás baterías electrónicas de diferentes marcas.
Si buscas un instrumento de nivel profesional para una práctica regular, se recomiendan los modelos de gama alta de las marcas Roland, Yamaha y 2Box. Se distinguen por su excelente calidad y ofrecen multitud de funcionalidades.
Las versiones de gama media equipadas con pads de mallas o silicona, así como con pedales, también servirán si deseas entrenar de manera ocasional. Para los niños, es preferible elegir una batería electrónica robusta y ajustable a su tamaño.
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