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El olivo es un árbol de hoja perenne que se desarrolla en países mediterráneos. Crece en diferentes tipos de suelos, siempre que el terreno sea húmedo y bien drenado. También aprecia una buena exposición al sol y un entorno protegido de los vientos fuertes. Los brotes y aceitunas producidos por este árbol son solicitados en la cocina y en la medicina herbal.
Se trata de un árbol ramoso que puede alcanzar una altura de 15 a 20 m en la edad adulta. Tiene una gran longevidad, ya que puede vivir hasta 3.000 años.
Sus raíces son pivotantes durante la germinación. Su desarrollo se vuelve lateral a medida que el árbol crece. La profundidad de enraizamiento varía de 60 a 100 cm.
Su tronco es liso y tiene una forma cilíndrica. Presenta un diámetro de 40 a 60 cm en la edad adulta.
Su corteza tiene un color gris plateado en los árboles jóvenes. Cuando el olivo envejece, esta cubierta se vuelve marrón y presenta nudos y grietas.
Sus brotes aparecen a principios de primavera.
Sus hojas están unidas a las ramas por pequeños pecíolos. Son ovaladas, alargadas, rugosas y puntiagudas en los extremos. La parte superior es de color verde oscuro. La cara inferior es aterciopelada y de color ceniza o plateado.
Sus flores blancas se agrupan en racimos a nivel de las ramas.
El olivo es un árbol autofértil. Es decir, su polen puede polinizar su ovario. La fecundación es anemófila.
El fruto de este árbol es la aceituna. Se trata de una drupa ovoide cuya piel está recubierta por una capa cerosa y polvorienta. Este fruto carnoso es verde y se vuelve negro al madurar.
Los brotes terminales y axilares del olivo deben recogerse durante el período primaveral. Se utilizan en gemoterapia para la elaboración de macerados que permiten el mantenimiento de la salud.
El macerado de olivo se elabora a partir de sus brotes. Estos son sumergidos en disolventes de maceración: alcohol etílico al 32%, agua y glicerina vegetal.
La mezcla obtenida es de color amarillo dorado. Tiene un olor afrutado, poco intenso y moderadamente alcohólico. En cuanto al sabor, este producto es ligeramente acidulado.
Este remedio natural está disponible en herbolarios en un frasco de vidrio con un cuentagotas. El vidrio es ámbar para proteger el contenido de la radiación solar.
Esta mezcla posee propiedades hipoglucemiantes debido a la presencia de esteroles y triterpenos en su composición.
Los flavonoides que componen este macerado le otorgan propiedades antiescleróticas y vasculoprotectoras. Estos principios activos contribuyen también a fluidificar la sangre para favorecer su circulación.
Los triterpenos actúan en sinergia con los otros componentes de esta mezcla para conferirle virtudes neuroprotectoras.
El macerado de brotes de olivo es un potente regulador de la glucemia y del colesterol. Es un excelente remedio contra la hipercolesterolemia. También previene trastornos relacionados con el desequilibrio del nivel de azúcar en la sangre como la diabetes.
Este remedio natural mantiene el hígado evitando la acumulación de lípidos en este órgano. Previene entonces trastornos como la cirrosis, la fibrosis, la hepatitis C y la esteatosis hepática.
Esta mezcla con virtudes terapéuticas impide la obstrucción de los vasos sanguíneos por placas de ateroma. Previene trastornos graves como un accidente cerebrovascular o una ruptura de aneurisma. En la misma línea, contribuye a la regulación de la tensión arterial y previene la taquicardia.
Este macerado está indicado para la protección de las neuronas. Previene entonces ciertos trastornos como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
Este remedio también posee propiedades sedantes y favorece la distensión y la relajación.
El macerado de brotes de olivo no debe administrarse a mujeres embarazadas ni a las que están amamantando. También está prohibido para niños menores de tres años.
Se trata de un complemento alimenticio recomendado para el mantenimiento del buen funcionamiento del organismo y para recuperar la vitalidad. No reemplaza en absoluto un modo de vida sano y equilibrado.
Este tratamiento natural puede utilizarse durante seis meses después de su apertura. Debe conservarse en un lugar seco y protegido del sol.
Pida la opinión de un fitoterapeuta antes de utilizar este macerado si toma fluidificantes sanguíneos.
El macerado de brotes de olivo en frasco de 15 ml está indicado para un tratamiento de 1,5 meses. El formato de 30 ml es recomendado para una cura que se extiende durante 3 meses.
La dosis conveniente para un niño menor de 3 años es de 1 gota al día. El tratamiento dura 1 o 2 semanas, en función del trastorno a tratar y de los objetivos a alcanzar. Puede renovarse 1 o 2 veces realizando cada vez una pausa de 1 semana.
La posología indicada para un adulto es de 5 a 15 gotas al día. Lo mejor es comenzar por 5 gotas. Puede aumentarla progresivamente hasta sentir los efectos del macerado en su organismo. Mantenga luego esta dosis eficaz durante toda la duración del tratamiento.
Como en el niño, el tratamiento debe renovarse 1 o 2 veces en función de la amplitud del trastorno a tratar. Observe un tiempo de pausa de al menos 1 semana entre cada tratamiento.
El macerado de brotes de olivo puede tomarse por vía sublingual. También puede tomarlo con 1 vaso de agua o de zumo de frutas.
Esta mezcla puede utilizarse en sinergia con macerados de secuoya, de aliso glutinoso y de roble. Esta asociación mejora considerablemente sus propiedades neuroprotectoras.
Para el tratamiento de la hipertensión, este remedio natural debe asociarse con los macerados de brotes de tila y de espino blanco. La mezcla obtenida es eficaz para regular las funciones cardíacas y favorecer el sistema linfático.
Este tratamiento natural puede asociarse con macerados de brotes de enebro y de romero. Esta sinergia de macerados mejora el tratamiento de la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia. Asegura la eliminación de las grasas superfluas en la sangre.
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