
Características del Rusco
- Nombre: Rusco
- Reino: Plantae
- Subreino: Tracheobionta
- División: Magnoliophyta
- Clase: Liliopsida
- Subclase: Liliidae
- Orden: Liliales
- Suborden: –
- Familia: Liliaceae
- Subfamilia: –
- Género: Ruscus
- Especie: Ruscus aculeatus
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El rusco es un arbusto perenne que pertenece a la familia de las Liliaceae. Su nombre científico es Ruscus aculeatus. Muy apreciado en invierno por sus bayas coloridas y sus hojas verdes, también posee varias propiedades medicinales. Sus principales indicaciones en fitoterapia son los trastornos venosos.
Los nombres del Ruscus aculeatus en francés son numerosos. Los más populares son: rusco, pequeño acebo, falso acebo, rusco espinoso, espina de rata, fragoneta, freloneta y boj espinoso. En inglés, se le llama “Butcher’s Broom”, que significa “escoba del carnicero”. Los carniceros solían limpiar sus mesas de trabajo y tablas de cortar con las ramas de la planta. Para ello, ensamblaban las ramas de manera que formaran una escoba resistente.
El rusco es un arbusto vivaz de porte erguido y denso. A su madurez, tiene entre 60 y 100 cm de altura.
Las ramas son leñosas y ramificadas. Son de color verde, de forma cilíndrica y presentan surcos en su superficie. Terminan en rizomas carnosos y raíces fasciculadas de color marfil.
También sirven de soporte a cladodios. Se trata de un órgano que, a simple vista, parece una hoja, pero que en realidad es una rama aplanada. Estos cladodios, de un color verde intenso, son alternos y coriáceos. Son ovalados y miden entre 1 y 4 cm de largo cada uno. En su extremo superior, tienen una punta afilada. Esta última es la responsable de algunos de los nombres vernáculos de la planta.
Pequeñas y solitarias, las flores están situadas en el medio de las falsas hojas. Cada una tiene seis tépalos de color blanco verdoso, con un ligero matiz violáceo.
La floración ocurre en los meses de abril y mayo. Además, siendo la planta dioica, las flores masculinas y femeninas se encuentran en diferentes pies. A partir del mes de septiembre, estas últimas dejan paso a los frutos. Son bayas rojas de aproximadamente 1 cm de diámetro. Persisten durante toda la temporada invernal y cada una contiene de dos a tres semillas duras.
El rusco es una planta que crece de manera natural en las partes centrales, sur y oeste de Europa.
También está presente en el norte de África, en las regiones mediterráneas, así como en las provincias del Atlántico.
Para su desarrollo, prefiere los suelos calcáreos de los matorrales secos, los maquis, los matorrales y los terrenos baldíos.
El Ruscus aculeatus se debe plantar en suelo pleno.
El rusco prefiere suelos arcillo-limosos o pedregosos, y neutros o calcáreos. Para estimular su crecimiento, el suelo también debe ser filtrante y/o drenante. Esto permitirá evitar la acumulación de agua en la base de la planta, una situación que puede perjudicar su rusticidad. Cabe destacar que en invierno, esta especie puede sobrevivir a temperaturas extremas que alcanzan hasta -20 °C. Finalmente, la planta debe estar situada en un lugar sombreado o semi-sombreado.
La plantación se debe realizar ya sea de marzo a mayo, o de septiembre a noviembre.
Una vez terminada esta operación, es conveniente conocer y respetar las prácticas de mantenimiento a adoptar.
El rusco no requiere un mantenimiento específico. Sin embargo, después de la plantación, es preferible regarlo regularmente durante varias semanas. Este aporte de agua es aún más recomendado en verano, especialmente durante períodos de sequía y calor intenso. Una vez que la planta está bien establecida, los riegos frecuentes ya no son necesarios.
En marzo, para mantener el arbusto en forma y con el fin de estimular su crecimiento, proceda a podarlo. Para ello, elimine las ramas y tallos secos. Durante la operación, utilice un par de guantes de protección para evitar heridas causadas por las espinas de la planta.
En primavera, recoja los renuevos o divida las matas. Plántelas inmediatamente después de esto.
Además de la vía vegetativa, esta especie también se multiplica por endozoocoria. Esta última designa un modo de diseminación de semillas después de un tránsito intestinal en animales. Aquí, son las aves las que están involucradas.
El rusco contiene saponósidos esteroideos.
También contiene flavonoides, así como fitoesteroles y ácidos grasos. Estas sustancias tienen propiedades antioxidantes y estimulan la renovación celular.
Además, contiene sales minerales y nitrato de potasio. Este último es conocido por sus efectos sobre el equilibrio ácido-base del organismo.
Finalmente, la planta muestra una infima tasa de aceite esencial.
El uso de esta planta por sus virtudes medicinales se remonta a muchos siglos.
En la Antigüedad, Dioscórides, médico y botánico griego, ensalzaba las propiedades anti-edematosas y diuréticas de la planta. Se indicaba en caso de hinchazones de origen venoso y en caso de menstruaciones dolorosas.
En la Edad Media, se unió al perejil, al hinojo, al espárrago y al apio para constituir el “jarabe de las cinco raíces”. Esta solución era conocida por sus efectos aperitivos.
Matthaeus Platearius, médico y autor de numerosas obras médicas, la empleaba en el tratamiento de dolores urinarios y aquellos que afectaban a los testículos hinchados.
Durante varios años, el rusco fue utilizado en Europa para aliviar dolores abdominales y el estreñimiento. También se indicaba en caso de gota, ictericia, fiebre y litiasis renales. Sin embargo, fue perdiendo popularidad hasta ser completamente olvidada a principios del siglo XX.
Hacia los años 50, Sannié y Lapin, dos científicos franceses, lograron aislar saponósidos esteroideos a partir de Ruscus aculeatus. Estos componentes presentan actividades tensioactivas y vasodilatadoras. En otras palabras, optimizan el tono de las fibras musculares que rodean la pared de los vasos sanguíneos. Una acción que promueve su contracción.
Después de este descubrimiento, el rusco reaparece progresivamente en el mundo de la fitoterapia. Ayuda, particularmente, a tratar trastornos como:
Aparte de los trastornos venosos, el rusco también interviene en el tratamiento de otras afecciones. Se trata de las metrorragias, los calambres, el síndrome premenstrual, las úlceras, la gota y el estreñimiento.
Finalmente, mejora la circulación retiniana, haciéndolo útil en el tratamiento de la retinopatía diabética.
En fitoterapia, el Ruscus aculeatus se presenta en varias formas galénicas.
Hervir un litro de agua. Añadir 60 g de rizomas de rusco espinoso secos y dejar a fuego lento durante 10 min.
Filtrar y beber esta infusión a lo largo del día.
La dosificación recomendada es de 30 a 40 gotas de extracto líquido al día, en 2 a 3 tomas. Diluir la tintura madre en un poco de agua en cada administración.
Las cápsulas contienen polvo micronizado de rizoma seco. La dosis diaria recomendada es de 1 a 1.5 g de extracto micronizado.
Para facilitar la administración, opta por cápsulas dosificadas a 350 mg, a tomar 3 veces al día.
Una aplicación externa y local permite obtener un alivio rápido en caso de problemas venosos. Para ello, se pueden utilizar geles o cremas a base de rusco espinoso que se encuentran fácilmente en farmacias.
Otra opción es aplicar la decocción de rizoma seco como cataplasma sobre la piel. Para ello, emplee una compresa estéril.
Se recomienda utilizar esta planta con precaución a pesar de sus propiedades medicinales.
Las bayas, una vez maduras, son tóxicas, provocando náuseas y diarreas.
A dosis altas, esta planta desarrolla propiedades laxantes y vomitivas. Los vómitos y las diarreas se atenúan al suspender el tratamiento.
La sobredosis también puede causar trastornos digestivos y dolores abdominales.
Las preparaciones a base de rusco espinoso están desaconsejadas para mujeres embarazadas y lactantes.
Las siguientes personas deben contar con la supervisión de un profesional de la salud durante el tratamiento:
La primera corresponde a un aumento del nivel de potasio en la sangre.
En cuanto a la cetoacidosis, es consecuencia de una deficiencia de insulina y azúcar en el organismo. En los casos más graves, esta falta puede llevar al coma de la persona afectada.
El Ruscus aculeatus también tiene aplicaciones en ámbitos distintos a la fitoterapia.
Los brotes jóvenes del rusco espinoso son comestibles. Pueden consumirse de la misma manera que los espárragos. Cocidos, incorpóralos a tus tortillas. Crudos, se pueden servir con mayonesa o vinagreta.
Para obtener los mejores brotes, recójalos a principios de primavera.
En Ille-et-Vilaine, durante la última guerra, esta planta se utilizó para fabricar herramientas para limpiar chimeneas. Para ello, varios tallos se unían por el medio para destacar los cladodios que servían de raspadores.
En Gironda, las ramas de rusco espinoso se empleaban para fabricar escobas rústicas.
El Ruscus aculeatus es una planta especialmente apreciada por su aspecto decorativo. En invierno, el verdor persistente de sus ramas y el rojo vivo de sus bayas aportan un bonito toque de color. Además, permite crear adornos navideños originales como coronas o ramos rústicos.
En exteriores, esta planta tiene su lugar en rincones oscuros, setos y macizos. En los jardines, se combina perfectamente con las aguileñas, lirios y fucsias.
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