
Características del Opio
- Nombre: Opio
- Reino: Plantae
- Subreino: Tracheobionta
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Subclase: Magnoliidae
- Orden: Papaverales
- Familia: Papaveraceae
- Subfamilia :–
- Género: Papaver
- Especie: Papaver somniferum
Promoción de Otoño : ¡ -30% de descuento en todo el sitio ! |
El opio se obtiene a partir de incisiones realizadas en las cápsulas del Papaver somniferum. Conocido durante mucho tiempo como la “droga de los poetas”, se trata de una sustancia sedante, psicotrópica e incluso alucinógena en caso de uso abusivo. Sus componentes, su método de extracción y tratamiento, explican los efectos hipnóticos que produce. Debido a sus propiedades, formaba parte de la composición de medicamentos analgésicos hasta el siglo XIX.
El Papaver somniferum es una planta originaria de Mesopotamia. Su introducción en la India data del siglo IX, con la invasión de los persas y los árabes. Sin embargo, su látex ha sido extraído desde la antigüedad y se utilizaba en ceremonias rituales. Los aldeanos de Grecia y de la antigua región de Sumer cultivaban esta planta. Tenían conciencia de los efectos del látex de adormidera, la utilizaban de diversas maneras y comerciaban con ella. Las propiedades analgésicas del opio explican su uso medicinal en la Edad Media y el Renacimiento. En aquella época, formaba parte de la fabricación de anestésicos.
Por otra parte, esta planta, especialmente su cápsula, aparecía en las mitologías como atributo de los dioses. Por ejemplo, una obra pictórica que data de 879 a. C., expuesta en el Metropolitan Museum de Nueva York, muestra una divinidad que sostiene cápsulas de adormidera.
En un principio, el opio servía para honrar a los invitados en las casas de los mandarines y se le llamaba el tabaco de honor. La moda se convirtió en tradición y corrompió a la clase burguesa. La droga se había convertido en un signo de reconocimiento o aceptación en los círculos adinerados. Soberanos, nobles, literatos y personas de la alta sociedad se convirtieron así en opiómanos.
El consumo de opio era una verdadera plaga en el mundo, particularmente en China, donde el emperador prohibió su importación en 1729. No obstante, el tráfico continuó hasta provocar eventos trágicos como las guerras del opio en el siglo XIX. La primera estalló en 1839 y duró hasta 1842. La segunda ocurrió una década más tarde, es decir, de 1856 a 1860. Muchos países estuvieron implicados en estos conflictos, entre ellos el Reino Unido, Rusia, los Estados Unidos así como Francia.
Durante la guerra de Indochina, esta última dominaba la producción local y el tráfico de opio a través de los agricultores de la región. Aunque el consumo de opio estaba prohibido en Francia en 1908, más tarde, en 1916, el país había establecido leyes regulando el comercio, la posesión y el uso de este producto.
Además, a partir de 1912, tras diferentes tratados, congresos y acuerdos, surgió una regulación. De hecho, la Convención Internacional del Opio rige ahora la producción y el comercio de esta sustancia. Este texto fue revisado en 1961 para dar nacimiento a la Convención Única sobre Estupefacientes.
El opio proviene de las semillas inmaduras de las cápsulas de adormidera. Esta sustancia se presenta en forma de látex o savia extraída a partir de incisiones. El Papaver somniferum es una herbácea que mide hasta 1,5 m de altura. Su tallo principal lleva flores de color variable según la variedad: rosa claro con matices de violeta, blancas o lilas. Las semillas de las cuales se extrae el opio están contenidas en una gran cápsula de forma redonda.
El adormidera es una planta común en Europa, con una distribución bastante amplia también en Asia. Está difundida en la cuenca del Mediterráneo. Crece en suelos calcáreos, presentando los mismos requerimientos que una amapola con la que comparte el mismo género. Sus hojas son alternas, pinnadas y amplexicaules, es decir, cuya base rodea el tallo. Están coloreadas de un verde que tira ligeramente al azul. La flor solitaria se compone de una corola que rodea los estambres, los carpelos y el plato estigmático. Luego se desarrolla en una cápsula redonda que da lugar a un fruto dehiscente que contiene pequeñas semillas en su interior.
La producción de opio se lleva a cabo a partir de un método de extracción específico.
La fabricación comienza con la selección de las cápsulas en maduración, suficientemente hinchadas, cuyas pétalos ya han caído. Luego, se realiza una incisión en el pericarpo o la parte que contiene las semillas. La forma del cuchillo usado varía según el país, pudiendo tener una o más hojas. Una sustancia lechosa, que se convierte en una resina marrón al secarse, se escurre de la incisión. Con una hoja curva y húmeda, se raspan las cápsulas para recoger la resina seca. Así se obtiene el opio bruto. Este luego se trata o prepara de diferentes maneras para aislar los componentes necesarios. Antes del tratamiento, las capas interiores y exteriores se separan del opio bruto antes de reintegrar la preparación.
El chandoo, de consistencia almibarada, resulta de una preparación rigurosa que realza el aroma y elimina los componentes indeseables. Este método requiere una calificación específica de los trabajadores encargados de esta forma de explotación. En forma de bolas, la resina se vierte y se calienta al vapor en recipientes. La mezcla así batida da una especie de masa de pan. Esta última se transfiere luego a un tazón de metal. En un estado intermedio, ni sólido ni líquido, se extiende según el grosor deseado. La distribución proporcional del calor es indispensable, ya que la mezcla debe calentarse a la temperatura justa.
Luego se enfrían crepes de espesor variable (dos o tres milímetros). Este proceso de filtración y calentamiento permite deshacerse de las impurezas, especialmente los alcaloides. El siguiente paso consiste en disolver los crepes en recipientes de agua y macerarlos durante tres días. El líquido se filtra luego en médulas vegetales para recoger las gomas que flotan, convirtiéndose en fideos a la salida. Un jarabe negro resulta de la recuperación del líquido concentrado calentado al vapor. Tras una última manipulación, el producto se fermenta durante tres o cuatro meses en cajas de latón. El consumo de esta forma de opio implica rituales específicos y materiales especiales.
El opio, siendo extraído del adormidera, todavía contiene muchos de los componentes principales de la planta:
Entre los principales alcaloides contenidos en esta sustancia figuran la morfina y la codeína, que son fenantrenos. También se han reportado trazas de tebaína, oripavina y neopina. El opio también se compone de otros alcaloides, como la papaverina y las aporfinas. Los ácidos orgánicos incluyen principalmente ácido fumárico, ácido láctico, ácido meconico y ácido oxaloacético.
Los principales efectos del opio provienen de sus acciones analgésicas y sedantes. El contenido de morfina y el de tebaína explican estas propiedades. Estas moléculas, especialmente la morfina, actúan sobre el sistema nervioso central y el sistema digestivo.
La morfina constituye un potente analgésico utilizado desde hace mucho tiempo en farmacología. La codeína tiene propiedades antitusivas y actúa como analgésico cuando se utiliza en combinación con otras sustancias. La papaverina es un agente espasmolítico musculotrópico. La noscapina es otro antitusivo.
El efecto del opio dura entre tres y seis horas, cuyos principales signos inmediatos son la relajación y la sedación. Proporciona una sensación de bienestar, que puede rápidamente virar hacia alucinaciones en caso de uso abusivo. El consumo repetido da lugar a varias complicaciones de salud, incluyendo trastornos del ciclo menstrual y la libido. Los usuarios están expuestos a riesgos de estreñimiento, una consecuencia común de las sustancias morfínicas. La dependencia con tolerancia aparece de inmediato, provocando graves repercusiones en el ámbito relacional y profesional. El síndrome de abstinencia se manifiesta en caso de dependencia física.
Más allá de una prescripción médica, el uso indebido del opio se presenta de diferentes maneras. Desde la época antigua, las bolas de opio se consumían en estado bruto. El opio también se mezclaba con tabaco o cannabis. Otros preferían diluirlo en bebidas, como el elixir parégórico. Se trata de un láudano inventado por el médico inglés Thomas Sydenham en 1660. Al principio, esta bebida se usaba en el tratamiento de enfermedades como la diarrea. Alrededor de 1750, los opiómanos fumaban en pipa esta sustancia tras una preparación compleja de la misma. Algunos bebían opio en decocción, pero este modo de consumo es muy raro.
El opio se utiliza comúnmente en la producción de heroína. Esta última es una droga reconocida por sus efectos adictivos y sus consecuencias perjudiciales.
De entrada, la precaución es imprescindible al tomar medicamentos que contengan opio o sus derivados. Se recomienda encarecidamente estar acompañado durante la toma para evitar cualquier riesgo de sobredosis o efectos adversos.
La posología varía según el medicamento y las prescripciones médicas. En este sentido, esta dosificación se propone a título indicativo, siendo la receta del profesional de salud la única referencia principal. Además, esta información concierne únicamente a pacientes mayores de edad, es decir, con al menos 18 años cumplidos. Para tratar una diarrea severa, la posología estándar es de 5 a 10 gotas para dos o tres tomas al día. La dosis máxima autorizada por día es de 120 gotas. En pacientes con insuficiencia renal o hepática, se impone una adaptación de la posología. No obstante, el tratamiento es obligatoriamente de corta duración para evitar cualquier dependencia o tolerancia.
El riesgo de sobredosis es alto con el opio, incluso desde la primera toma. Un exceso provoca rápidamente una tolerancia que se manifiesta por la necesidad instintiva de aumentar las dosis.
Las contraindicaciones son numerosas, ya que se trata de una forma de droga. Cualquier paciente que sufra de enfermedades hereditarias o trastornos respiratorios no debe consumirlo, salvo disposición contraria del médico. Esta sustancia está prohibida en mujeres embarazadas o lactantes.
Los efectos adversos son depresiones respiratorias, dependencias, náuseas, miosis o incluso vómitos. En mujeres embarazadas, el opio provoca abortos o partos prematuros. El recién nacido también corre el riesgo de presentar un síndrome de abstinencia.
a partir de 49€
Hecho en España
Disponible, 7 días a la semana
Dentro de 14 días, satisfecho o reembolsado
PayPal, tarjeta de crédito, Visa, Mastercard, transferencia bancaria
4x sin intereses desde 30€ de compra con PayPal