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La menta verde es una planta herbácea de una altura de 1 m y un ancho de 30 cm, al madurar. Prefiere las regiones templadas por su humedad y la buena exposición al sol.
Los tallos cuadrados son sólidos y desprovistos de pelos. El carácter invasivo de la planta proviene de la capacidad reproductiva de sus estolones.
Las hojas son habitualmente glabras, de color verde claro y están directamente fijadas sobre el eje, sin pedúnculo. Son largas de 2 a 6 cm y anchas de 0,5 a 1,5 cm. Su forma ovalada recuerda a la de una lanza con bordes dentados. Están provistas de glándulas que dan un aceite esencial cuya concentración en mentol es casi nula. Sin embargo, el aroma que desprende es frescamente mentolado.
Las flores se encuentran en largas espigas terminales lineales y lanceoladas, de una longitud que varía de 4 a 10 cm. Son de color rosado a blanco y dispuestas de dos en dos en el mismo nivel de una espiga. En su base se encuentran brácteas. Cinco sépalos dentados forman un cáliz con forma de un tubo sin pelos. La corola está compuesta de cuatro lóbulos que se asemejan a un embudo. El período de floración se extiende de agosto a octubre. Los frutos están formados por cuatro núculas aquenoides unidas. Indehiscentes, no se abren naturalmente una vez maduros.
El aceite esencial de menta verde se extrae de las partes aéreas de la planta. Se destila a baja presión con vapor de agua. El AE obtenido es claro, incoloro a amarillo pálido, con un suave aroma herbal.
Debido a su composición, el aceite esencial de menta verde posee muchas virtudes.
Por su contenido en carvona y limoneno, el aceite esencial de menta dulce facilita la evacuación de las mucosidades para despejar las vías respiratorias. Así, se emplea en el tratamiento de la bronquitis, sinusitis o tos productiva.
A nivel del hígado, estos mismos elementos estimulan la secreción de bilis que contribuye a la digestión de alimentos grasos. Por lo tanto, su uso es frecuente en casos de insuficiencia biliar, digestiones difíciles o trastornos hepáticos.
Además, le confieren una sorprendente capacidad para inhibir la acción y el desarrollo de virus (virus del papiloma, virus del herpes) y parásitos (helmintos).
Su propiedad antiinflamatoria atenúa los efectos de una inflamación como las sensaciones de calor y el enrojecimiento.
La cetona monoterpénica favorece la regeneración cutánea y acelera la cicatrización.
Al actuar sobre el sistema nervioso, esta molécula contribuye especialmente a evacuar el estrés, calmar las crisis de ansiedad y reducir la ansiedad.
Las mujeres embarazadas y lactantes así como los niños menores de seis años no pueden consumir el aceite esencial de menta verde. De hecho, este último es altamente abortivo además de neurotóxico.
Las personas asmáticas deben consultar a un médico antes de cualquier uso.
Para atenuar su capacidad de irritar la piel, se diluye al 20% en un aceite vegetal.
La ingesta por vía oral requiere la aprobación de un terapeuta. Este remedio natural se ingiere con aceite de oliva, yogur, miel o leche, pero nunca solo.
Para una difusión, su tasa de dilución en otros AE oscila entre el 15 y el 20%.
Compuesto en parte de linalol y limoneno, puede provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. Por lo tanto, se aconseja realizar una prueba cutánea antes de su uso. Para ello, ponga unas gotas en el pliegue del codo. Si no se registra ninguna manifestación de intolerancia después de 48 horas, puede usarlo con seguridad.
Su consumo a largo plazo puede inducir efectos negativos en los riñones.
Para prevenir accidentes, mantenga este producto fuera del alcance de los niños.
Todo contacto con los ojos debe evitarse.
En general, la menta verde se utiliza sola, pero de varias formas.
Para una aplicación por vía cutánea, 1 gota de aceite esencial de menta verde se diluye en 4 gotas de aceite vegetal.
En caso de inflamación de los bronquios, aplique sobre su plexo celíaco.
El masaje del abdomen con esta mezcla, 4 a 6 veces al día, permite aliviar los trastornos digestivos.
En el tratamiento de la insuficiencia hepatobiliar, la aplicación se realiza a nivel del hígado, es decir, en la parte superior derecha del abdomen, bajo las costillas. Se repite 4 veces a lo largo de un día.
Son posibles dos técnicas de inhalación: húmeda o seca. La primera consiste en diluir el AE en agua caliente e inhalar el vapor. Para una inhalación seca, vierta gotas de menta verde sobre un pañuelo y respire de vez en cuando.
Sin embargo, en caso de bloqueo a nivel del plexo celíaco, dificultad para respirar, espasmofilia o crisis de pánico, respire directamente a través de la apertura del frasco.
En un difusor, vierta unas gotas de AE de Mentha spicata diluidas al 20% en otro aceite. El efecto se multiplica cuando la operación se realiza en una habitación cerrada.
Este método es beneficioso en caso de infecciones en las vías respiratorias, nariz tapada, resfriado o bronquitis.
Combinado con los aceites esenciales de jengibre y combava, el AE de menta dulce alivia el sistema digestivo.
Además, descongestiona las vías respiratorias cuando se utiliza con los AE de eucalipto radiata y helicriso de Madagascar.
Para saber cómo usar el aceite esencial de menta verde con minerales, contacte a un litoterapeuta. Este profesional le aconsejará sobre las sinergias eficaces para mantener el bienestar.
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