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Originario de China y Vietnam, el mandarino se cultiva desde hace años por su aroma y virtudes medicinales. Su introducción en Europa data solo del siglo XIX. El árbol se ha propagado progresivamente a nivel internacional, especialmente en Estados Unidos, Marruecos, Argelia, España y Túnez.
El nombre de la mandarina haría referencia al color de la túnica de seda de los mandarines, altos funcionarios chinos. Esta denominación proviene de la palabra portuguesa mandar, que significa “ordenar” o “aconsejar”, en relación con su rol.
El mandarino es un árbol vigoroso que puede medir hasta 5 m de altura. Es muy ramificado, con hojas perennes y lanceoladas. Estas son lisas y miden de 4 a 8 cm de largo. Sus flores blancas, que florecen en primavera, tienen un diámetro de 2 a 4 cm.
La mandarina es un cítrico de 5 a 9 cm de diámetro. Con forma de esfera, está ligeramente aplanada en sus extremos. La fruta es carnosa y dulce.
El color de su cáscara fina varía según su madurez. Así, la mandarina verde, recolectada antes de madurar, se distingue por su acidez pronunciada. En su madurez, la fruta es de color casi rojo con un sabor dulce y muy afrutado. La mandarina amarilla se cosecha un poco antes que las mandarinas rojas y posee un toque de acidez. Sin embargo, no existen diferencias notables entre sus propiedades.
El aceite esencial de mandarina verde se obtiene mediante la expresión en frío de las cáscaras del cítrico. Sus principales componentes activos son:
El limoneno y el gamma-terpineno son responsables de las numerosas virtudes de este aceite esencial.
El aceite esencial de mandarina verde ofrece múltiples beneficios para el sistema digestivo. Actúa como carminativo, ayudando a reducir los gases intestinales, y combate los espasmos, las flatulencias, las hinchazones, los cólicos y el hipo. También favorece la producción de bilis, facilitando la digestión. Esta acción se combina con el efecto laxante suave del aceite, contribuyendo a la eliminación de toxinas intestinales.
El aceite esencial de mandarina verde es famoso por sus propiedades calmantes y sedantes. Está recomendado especialmente para facilitar el sueño y calmar a los niños inquietos. Este concentrado de sustancias volátiles también posee virtudes relajantes que contribuyen a la relajación de los músculos y del sistema nervioso. Además, posee propiedades relajantes, que ayudan a aliviar la angustia, la depresión, el estrés y la ansiedad. Es, por tanto, frecuentemente empleado en aromaterapia energética para equilibrar las emociones.
El aceite esencial de mandarina verde posee propiedades antisépticas, antifúngicas y tónicas beneficiosas para la piel. A menudo se utiliza como apoyo en tratamientos contra el acné, la retención de líquidos y la celulitis. También está presente en varias cremas de cuidado cutáneo.
La acción purificante de este concentrado aromático resulta práctica para alejar a los insectos voladores portadores de enfermedades. En difusión atmosférica, libera un olor agradable mientras difunde sus virtudes antivirales y antibacterianas. Esta propiedad también se utiliza en la piel para combatir la seborrea.
El aceite esencial de mandarina verde no se aplica puro sobre la piel porque es dermocáustico. De hecho, pueden derivarse irritaciones y quemaduras severas. Además, es fotosensibilizante. Por lo tanto, si la piel tratada se expone al sol, pueden producirse reacciones. Se recomienda esperar al menos 6 horas antes de exponerse al sol después de una aplicación.
Su uso está desaconsejado durante los tres primeros meses de embarazo. Su uso en bebés menores de tres meses está restringido. En caso de sospecha de alergia, aplique una pequeña cantidad en el pliegue del codo y espere 48 horas. Si no se observa ninguna reacción después de este tiempo, puede utilizarse sin riesgo.
La acidez presente en las cáscaras de la mandarina verde sigue activa en su aceite esencial. No debe entrar en contacto con los ojos, las partes sensibles del cuerpo ni las mucosas.
El aceite esencial de mandarina verde se utiliza de diferentes maneras.
En aplicación cutánea, se diluye en otros aceites esenciales. La combinación depende de los beneficios deseados.
Las combinaciones pueden variar según las necesidades, pero el aceite esencial de mandarina verde debe diluirse a un máximo del 10 %.
El uso por vía oral del aceite esencial de mandarina verde se realiza únicamente por un corto período. La dosis recomendada es de 2 gotas 3 veces al día para un adulto. Para un niño mayor de 6 años, la dosis se reduce a 1 gota.
Es posible incorporar este aceite esencial en platos, pero con moderación. Así aporta un toque de aroma perfumado además de sus virtudes.
La inhalación y la difusión son los métodos más comunes para aprovechar los beneficios de este extracto vegetal aromático. Su fragancia suave crea un ambiente agradable. Se recomienda difundirlo en la habitación unos minutos antes de acostarse junto con los otros aceites esenciales utilizados.
La asociación del ojo de tigre con el aceite esencial de mandarina verde se utiliza para potenciar la motivación. Esta sinergia se beneficia de las propiedades del aceite en aromaterapia energética, particularmente para impulsar la confianza en uno mismo, el coraje y favorecer el dejar ir.
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