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El copayer, del cual se extrae el bálsamo de copaiba, es originario de América Latina, especialmente de las selvas tropicales de la Amazonía. Se cultiva principalmente en Brasil. Los indígenas de la Amazonía conocen el bálsamo de copaiba desde hace muchos siglos por sus propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias.
Se trata de un gran árbol que puede alcanzar los 20 m de altura, cuyo tronco secreta una oleorresina. Tiene la particularidad de poseer una madera roja. Sus ramas portan hojas alternas que tienen folíolos ovalados en forma de lanza. Sus flores blancas crecen en las axilas de las hojas o en la extremidad de las ramas formando racimos o espigas. Su fruto se presenta en forma de vaina separada en dos valvas que contienen las semillas.
El aceite esencial de bálsamo de copaiba contiene:
Estos diferentes componentes le confieren diversas propiedades mayoritariamente vinculadas a la presencia importante del sesquiterpeno que es el beta-cariofileno.
Propiedades antiinflamatorias y analgésicas que imitan las del cannabis sin presentar efectos psicotrópicos.
Virtudes antisépticas y antiinfecciosas, bactericidas y fungicidas.
Acción cicatrizante, efecto tónico y regenerador cutáneo.
Poder estimulante del sistema circulatorio, en especial de la circulación sanguínea.
Propiedad de tónico general que actúa en todo el organismo, útil en caso de decaimiento anímico o fatiga.
El aceite esencial de bálsamo de copaiba es un líquido de color amarillo marrón y aspecto viscoso. Su olor característico es balsámico, penetrante y especiado.
El AE posee propiedades antisépticas, cicatrizantes y tónicos cutáneos, especialmente útiles en cosmética.
El aceite esencial del Copaifera officinalis es un estimulante psíquico que ayuda a aliviar las heridas interiores y a acceder al perdón. Es revitalizante e induce a la no-violencia.
El aceite esencial de copaiba está sujeto a las mismas precauciones de uso que cualquier otro AE.
Mantener fuera de la vista y del alcance de los niños, protegido de la luz y del calor.
Antes de comenzar un tratamiento, conviene consultar la opinión de un profesional de la aromaterapia.
Antes de cualquier uso externo, se recomienda una prueba de alergia. Para ello, depositar unas gotas en el pliegue del codo y verificar después de 48 h si hay una reacción.
En aplicación cutánea sobre una zona extensa, el AE debe diluirse al 20 % en un aceite vegetal. Solo puede emplearse puro en una superficie muy pequeña.
Debe respetarse las dosis fisiológicas, un sobredosis puede provocar vómitos o diarrea.
El uso prolongado está desaconsejado.
El aceite esencial de bálsamo de copaiba está contraindicado en niños menores de 3 años, así como en mujeres embarazadas o lactantes.
Se utiliza contra un gran número de patologías.
La vía oral, la inhalación y la difusión no están recomendadas. Solo se recomienda el uso externo en aplicación cutánea, en masaje, en compresa fría o en baño. A título indicativo, aquí algunas situaciones en las que el AE resulta eficaz.
Para tratar una afección cutánea, aplicar una mezcla constituida por una gota de AE contra cuatro de aceite vegetal en la zona afectada.
Para aliviar una infección urinaria, masajear el bajo vientre con AE diluido en un soporte.
Para combatir una infección ORL, masajear el pecho y la zona de los bronquios con el AE diluido.
El aceite esencial de bálsamo de copaiba está recomendado contra los dolores musculares y articulares, los reumatismos, la artritis y la artrosis. También se recomienda en caso de golpe, contusión, esguince y elongación. En estas situaciones, conviene diluirlo en un aceite vegetal y masajear la zona dolorosa con la mezcla.
Un masaje a lo largo de la columna vertebral con el AE diluido resulta eficaz para tratar una depresión o un gran cansancio.
En caso de infección cutánea como acné, rosácea o dermatosis, el aceite esencial diluido se aplica en la zona afectada. También se recomienda en caso de picazón o psoriasis.
Puede usarse en sinergia con el AE de canela corteza y de abedul para eliminar una cistitis.
La asociación de la litoterapia con la aromaterapia combina eficazmente las propiedades de los minerales con las de los aceites esenciales. Los beneficios respectivos de cada elemento se multiplican y presentan una excelente solución para tratar trastornos específicos.
Para que una combinación sea eficaz, la piedra debe ser compatible con el aceite esencial. En esta perspectiva, existen minerales que pueden combinarse con todos los aceites, incluyendo el de copaiba.
El cristal de roca forma parte de esta categoría. Esta piedra es conocida por aportar calma y armonía, y favorecer la energía y la claridad. La asociación se recomienda para un efecto calmante y un buen equilibrio nervioso.
También es el caso de la piedra de lava. Posee propiedades que facilitan el adormecimiento y favorecen un sueño apacible. Su asociación con el AE de copaiba permite evacuar el estrés, mantener la mente clara y tomar buenas decisiones.
Fuera de estas dos piedras, ninguna otra es específicamente compatible con el aceite esencial de bálsamo de copaiba.
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