La piedra kyanita tiene varios nombres (en particular cianita), como ha sido descrito por varios geólogos. El nombre “kyanita” fue dado por Abraham Gottlob Werner en 1789. Abraham Gottlob Werner es un geólogo y mineralogista alemán que ha identificado muchos minerales. Este término deriva su etimología del griego “kyanos”, que significa “azul” (este origen griego también produjo la palabra “cyan”), refiriéndose a su color. Es este nombre de la kyanita el que seguirá siendo el nombre oficial, ya que está reconocido por la Asociación Mineralógica Internacional. El segundo nombre que se le atribuye a este mineral es “distena”, cuya etimología proviene del griego “di”, que significa “dos”, y “destenos”, que significa “fuerza”. Este origen se refiere a sus propiedades eléctricas. El nombre de distena (disthène) se utiliza principalmente en Francia. Fue otorgado por René-Just Haüy en 1801. René-Just Haüy es un mineralogista francés de la región de Oise, que ha descrito muchos minerales de una impresionante colección y ha fundado la cristalografía geométrica.
Este mineral tiene otros nombres en todo el mundo, entre ellos talco azul, sappare o sapparita (atribuido por Ferdinand de Saussure), berilo laminado, munkrudita y zeolita de cianita. Hasta el siglo XX, a menudo se confundía con el zafiro debido a su muy similar color índigo. Sin embargo, algunas leyendas atestiguan que era conocido desde la Antigüedad por sus propiedades eléctricas especiales. Podría haber sido usado como una brújula, suspendido por un pelo. La espada del Arcángel Miguel estaría hecha de kyanita.
Sus usos son bastante limitados, debido a su fragilidad.
A nivel geológico, la piedra kyanita pertenece al grupo de los silicatos de aluminio. Es una roca metamórfica, es decir, es el resultado de la transformación de los sedimentos bajo la influencia de condiciones de temperatura y presión muy altas. A menudo contiene otros minerales, como hierro, cromo, calcio, magnesio, aluminio. Viene en forma de cristales planos, alargados y estriados. Tiene una fractura astillada, es decir, tiene astillas, fragmentos cuando se rompe. Su brillo, la forma en que refleja la luz, es vítreo o perlado. El lustre vítreo tiene la transparencia del vidrio, mientras que el lustre nacarado es típico de los minerales con una estructura fibrosa fina, dando una apariencia suave y brillante. Cada espécimen, dependiendo de su composición, tiene una apariencia única.
El color azul de la kyanita varía según la proporción de cromo. Varía desde el cian hasta el violeta y el índigo, pero puede tener una gama muy amplia de colores, que van desde el verde, amarillo, rosa, marrón, gris, negro o blanco. En el caso de los tonos grises o negros, se utiliza más a menudo el término “rhaeticite”.
Su reputación de fragilidad, que la convierte en una roca poco usada en joyería, es parcialmente inmerecida. De hecho, su dureza varía según la dirección de su alargamiento, debido a su textura en largos planos de cristal. En la dirección de la elongación, tiene una dureza de 7,5 en la escala de Mohs, lo que la hace comparable a la dureza del cuarzo y el topacio. Por el contrario, en el plano perpendicular a su alargamiento, la kianita tiene una dureza de sólo 4,5, lo que significa que se puede rayar fácilmente con un cuchillo. La kianita se encuentra en depósitos de casi todo el mundo, pero los depósitos más explotados están en Brasil, Francia, Italia y Nepal.
El cristal de kianyta tiene un poder considerable desde el punto de vista energético. Es una piedra de transmisión y amplificación de la fuerza espiritual. Se puede usar a nivel energético para traer curación y nuevo equilibrio, especialmente después de un trauma o desorden espiritual causado por energías negativas. Tiene propiedades protectoras, especialmente contra el estrés y las energías ambientales negativas. Al promover el apaciguamiento, permite encontrar con calma soluciones a las dificultades cotidianas, en particular a través de la comunicación. Su poder calmante se aplica igualmente a las ansiedades y temores del pasado.
Aporta confianza en sí mismo gracias a sus virtudes equilibrantes y tranquilizantes. Nos permite enfrentar los peligros de la vida con serenidad y veracidad alejando las ansiedades. También facilita un sueño profundo y reparador, libre de rumias temerosas. Le permite tener una mirada más objetiva de sí mismo, analizar sus actitudes y aceptarse a sí mismo más fácilmente. De esta manera, promueve el discernimiento de la verdad, la intuición y la interpretación de los sueños. Sus virtudes calmantes lo convierten en un valioso aliado para liberar la meditación de los pensamientos parásitos. Esto libera la comunicación y la creatividad de las energías negativas que las han estado obstaculizando. Desde el punto de vista vibratorio, es muy beneficioso cuando se usa en 3 chakras en particular : el 6º (tercer ojo), el 5º (en la garganta) y el 4º chakra (en el corazón).
Este mineral es ideal en la litoterapia para aportar equilibrio y purificación al cuerpo, contribuyendo así a su buena salud. Es un buen complemento natural para los tratamientos médicos (sin sustituirlo, ya que se recomienda para todas las piedras en la litoterapia : toda la información sobre las piedras no constituye un consejo médico ni una información de carácter médico). Tiene un efecto en muchos de los sistemas del cuerpo.
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