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Tipo de cierre y cable :
El ónix, también llamado ágata negra, pertenece al grupo de las cuarcitas. Forma parte del sistema cristalino romboédrico. Se compone de dióxido de silicio. El ónix es un ágata negra con capas concéntricas y circulares en blanco y negro. Tiene una rotura concoidea y un brillo vítreo.
Su nombre proviene del griego « Onyx », que significa « uña » o « garra ».
La piedra ónix se forma a bajas temperaturas en rocas volcánicas ácidas o básicas, en fisuras de rocas ígneas y metamórficas y en vetas hidrotermales.
En la antigüedad, la piedra ónix era originaria de Arabia y la India. Los ejemplares más bellos proceden de la montaña de Shibam.
En Oriente Medio, se llama « El Jaza », que significa « tristeza ».
En Egipto se utiliza para hacer cuencos, platos y jarras.
Los indios y los persas consideraban el ónix como una protección contra el mal de ojo, pero también como un remedio para aliviar el dolor de las contracciones durante el parto. Los chinos, en cambio, consideraban el ónix como un amuleto de mala suerte. Nadie quería tocarlo por miedo a atraer el mal de ojo. Los romanos utilizaban el ónix para hacer camafeos y sellos porque no se pegaba a la cera. En la Edad Media, el ónix se asociaba con el mal, el odio y la ira, y con todo aquello que pudiera estar influenciado por fuerzas malignas. En el siglo XIII, el ónix se utilizaba para fabricar joyas como colgantes. La favorita de Enrique IV, Gabrielle d’Estrée, tenía un colgante de ónix con la imagen del rey grabada. Luis XV tenía un sello de ónice, oro y cornalina que llevaba el lema « el amor del conjunto ».
Los principales yacimientos de ónix se encuentran en México, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Madagascar e India.
Peso | 25 g |
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Color | |
Tipo de piedra | |
Signo astrológico | |
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Virtudes energéticas |
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