La litoterapia es un método natural para tratar ciertas dolencias mediante el uso de cristales y minerales. Conocida desde la noche de los tiempos, esta técnica permite calmar ciertos dolores físicos y tensiones mentales, de forma suave. Además, la litoterapia apoya el proceso de autocuración y contribuye a la salud general del cuerpo y la mente.
La litoterapia en pocas palabras
Antes de entrar en el meollo de la cuestión, parece imprescindible volver a la definición de la palabra "litoterapia". Etimológicamente, litoterapia viene del griego "lithos" que significa piedra y "therapeia" que significa cura. En otras palabras, la litoterapia se traduce literalmente como : curación con piedras. También hay que recordar que la litoterapia no sustituye a un verdadero seguimiento médico o psicológico. La litoterapia, en cambio, puede ayudar, aliviar y acompañar en un proceso de curación suave y natural.La litoterapia es una práctica muy antigua. Hace miles de años, los egipcios ya utilizaban el poder de las piedras para curarse, pero también para protegerse. A lo largo de la historia, las piedras se han utilizado para curar y proteger a las personas. Llevadas como amuletos en el cuello o las muñecas, molidas en polvo como elixir o incrustadas en objetos decorativos, algunas piedras son especialmente conocidas por su gran poder protector.¿Por qué somos sensibles a las energías de las piedras? En contra de la creencia popular, no hay nada misterioso ni mágico en esto. De hecho, hay razones científicas y racionales para nuestra sensibilidad a los minerales. Como todos los seres vivos, las piedras están compuestas naturalmente por minerales como el magnesio, el calcio, el hierro, el cobre y el potasio. Al igual que nosotros, las piedras están formadas por átomos y electrones cuyos movimientos liberan energía que repercute en nuestro cuerpo.Cuando sentimos los beneficios de una piedra, es porque las ondas que emite la piedra entran en contacto con el campo electromagnético de nuestro cuerpo. En función de su origen, su color y su composición química, cada piedra aportará energías específicas.Cada piedra es única y puede utilizarse para tratar un trastorno mental o físico específico. Por ejemplo, la piedra de luna es muy recomendable para los problemas ginecológicos, la turmalina rosa para los niños hiperactivos, el ojo de tigre para fortalecer el espíritu de lucha o el cristal de roca para calmar los dolores de cabeza.